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Red Internacional
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ELECCIONES 15 DE OCTUBRE. Chavismo y oposición miden fuerzas en las elecciones regionales

Este domingo se realizan unas elecciones regionales que tendrían que haber hecho en diciembre del 2016, y que fueron postergándose por intereses del gobierno de Maduro. Sin embargo, en estas elecciones el Consejo Nacional Electoral no incluyó en la convocatoria la renovación de los legisladores regionales pese a que fueron elegidos en 2012 junto a los gobernadores y su mandato está igualmente vencido.

Sábado 14 de octubre de 2017

Se trata de unas elecciones que se realizan en condiciones antidemocráticas y una campaña express de apenas 20 días, estando marcadas por una nueva correlación de fuerzas que logró establecer el gobierno con el apoyo de las Fuerzas Armadas y tras la imposición de una fraudulenta “Asamblea Nacional Constituyente” (ANC) como órgano “supraconstitucional” y “plenipotenciario”, conformado exclusivamente por el chavismo oficial.

Actualmente el chavismo controla 20 de las 23 gobernaciones y 22 de los 23 consejos legislativos. Por eso, no es casual que las elecciones de los consejos legislativos no se realicen siendo que están vencidos, justamente para buscar obstaculizar la gestión de los gobernadores de la oposición en caso que ganasen. Recordemos que la oposición aglutinada en la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD) ganó por mayoría absoluta las últimas elecciones a la Asamblea Nacional en diciembre de 2015. Si la oposición repite este mismo resultado el chavismo estaría en peligro de una derrota aplastante, perdiendo una gran mayoría de las gobernaciones.

Pero uno de los objetivos de la MUD es plebiscitar estas elecciones, tal como lo afirmara Fredy Guevara, del partido Primero Justicia de Henrique Capriles. El actualmente vicepresidente de la Asamblea Nacional –que para el gobierno se encuentra en “desacato”-, sostuvo que “Este 15-O será el referendo contra Maduro y la ANC que nos negaron. No anunciarán cifra de voto nacional, pero no la podrán ocultar”.

La MUD argumenta que corre en desventaja por las maniobras que le monta el gobierno, entre ellas prohibirle el poder electoral de concurrir unida bajo las siglas de la MUD en algunos estados, por lo que decidieron escribir por sus respectivos partidos a sus candidatos. Además denuncian que una vez elegidos sus candidatos únicos en elecciones primarias, la MUD solicitó eliminar a los perdedores para evitar confusiones y mantener únicamente en la papeleta al aspirante elegido, algo que rechazó el CNE. Más aún, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en una resolución contenida de maniobras en las alturas le dio la razón a la MUD al establecer que el CNE podía cambiar las boletas hasta diez días antes de los comicios, pero con una sentencia que también indicaba que ya no podría hacerse efectiva, al haber sido emitida justo diez días antes de las elecciones, y por lo tanto fuera de plazo.

Además la derecha denuncia que a último momento se ha dado una reubicación de los centros de votación en los que debía votar más de medio millón de electores, que conocieron el cambio a menos de 72 horas de la apertura de las urnas, 224 mil de ellos según la MUD ubicados en el estado Miranda, actualmente gobernado por Henrique Capriles, donde por todas las encuestas al candidato del chavismo se le augura una derrota segura.

Es de destacar que ya en el cierre de la campaña electoral Maduro declaró que “Todo el que vote el domingo estará votando por la Asamblea Nacional Constituyente, reconociendo su poder, porque es la ANC quien convoca, quien organiza”, lo que fue interpretado como una tentativa de buscar reducir la participación electoral del votante en la oposición, sumándose esto a las otras artimañas montadas justamente para compensar una eventual baja cantidad de votos de los candidatos del PSUV. No fue casualidad, por la baja popularidad de Maduro, que los candidatos del chavismo no aparecían en su campaña al lado de Maduro ni éste participando en las campañas electorales, rompiendo toda la histórica tradición desde que el chavismo es gobierno, donde el Presidente recorría estado por estado para garantizarse la elección, tal como lo hizo Chávez.

Pero la oposición no pinta aquí de “niño” inocente. No hay que llamarse a engaños. Recordemos que para estas elecciones fueron eliminados una gran cantidad de organizaciones en el proceso de “renovación” de partidos, donde se priorizaron los partidos mayoritarios, eliminando sobre todo a los partidos pequeños y a otros que no se les permitió iniciar el proceso de legalización, como son el PSL y Marea Socialista respectivamente. Todos los grandes partidos de la MUD, entre los que se destacan Primero Justicia (PJ), Un Nuevo Tiempo (UNT), Acción Democrática (AD), Voluntad Popular (VP) entre otros pudieron renovarse por tener toda una gran maquinaria y apoyo financiero de los grandes grupos económicos.

No es especular el considerar que estas elecciones a gobernadores se hayan dado previo acuerdos y negociaciones entre la oposición y el chavismo, lo que explicaría que la MUD decidiera participar en las mismas aún a sabiendas de la existencia de una Constituyente chavista y “plenipotenciaria” y las “ventajas” que el gobierno tomaría, tal como hemos venido escribiendo desde las páginas de La Izquierda Diario. Y estas negociaciones han continuado, más allá del breve lapsus que se han tomado públicamente, pues por abajo los acuerdos se siguen tejiendo, y sobre todo en lo referente a las “garantías” que ha pedido la MUD con respecto a estas elecciones.

Si la derecha se queja de que el canal estatal VTV de forma casi ininterrumpida realiza propaganda de los candidatos del PSUV, y los de la oposición no aparecen más que para ser denunciados, en los grandes canales privados la MUD mantiene una gran presencia. Cínicamente Maduro ha dicho que va a investigar "de dónde salen los recursos para tantos anuncios de televisión" pero no dice nada de los grandes recursos del estado que se usan para garantizar las campañas de los candidatos del gobierno. Como vemos todos son una farsa, uno con los grandes recursos de importantes grupos económicos, otros con los grandes recursos del Estado y también de grupos empresariales vinculados al chavismo.

Por su parte el CNE viene de ser cuestionado, no por la oposición que siempre lo ha hecho mientras ha sido controlado por el chavismo pero que no lo haría si fuese favorable a sus intereses, sino por la empresa que dio soporte tecnológico al recuento de votos durante todas las elecciones anteriores y más específicamente en las elecciones del 30 de julio para la “Constituyente”, Smartmatic, al declarar que hubo "manipulación" del dato de participación en las elecciones de ese día. Recordemos que el chavismo declaró la participación de casi 8,1 millones de votantes, una cifra para nada creíble.

Para estas elecciones de acuerdo a proyecciones realizadas hasta la fecha sugieren una participación en torno al 50% de los votantes, siendo que la participación histórica en elecciones regionales es entre 60% y 70%, y se destaca que en las últimas encuestas, el nivel de abstención reportado es mucho más elevado que el usual. Es decir, se prefigura un marcado ausentismo en estas elecciones, ya sea marcados por aquellos que están hartos de votar por el PSUV pero no se animan a votar por la oposición, así como por aquellos votantes de la oposición que critican a la MUD por haber entrado en negociaciones con el gobierno, además del sector que los encuestadores denominan “Ni, Ni” que no se encuentran representados ni por el chavismo ni por la oposición –donde sectores de la juventud tienen un gran peso. Estos últimos, de volcarse a votar, terminarán de determinar el resultado, en el que todo indicaría, partiendo de la catastrófica situación económica y la baja popularidad de Maduro, la oposición ganaría en mayoría gobernaciones así como en votos absolutos.

Pero para el chavismo y la oposición también se trata de medir fuerzas que podrán determinar sus agendas políticas en función de la correlación de fuerzas, así como incidir en las negociaciones que se llevan a cabo entre ambos sectores ya bastante encaminadas en República Dominicana, a la que se han sumado últimamente países como México para actuar como mediadores. Unos acuerdos en los que para nada saldrán beneficiados los trabajadores y el pueblo pobre, que ya llevan cuatro años sufriendo en sus espaldas una agobiante crisis económica, viendo rebajadas sus condiciones de vida y aumentando sus padecimientos.

Los compañeros de la Liga de Trabajadores por el Socialismo que impulsan La Izquierda Diario Venezuela, consideran que esta elección será un escenario más de la pugna entre la casta burocrática y corrupta cívico-militar que gobierna el país, y la derecha proimperialista que aspira volver a gobernar para imponer un plan económico más antiobrero y antipopular que el actual, y que en ninguno de esos bandos están los intereses de las mayorías trabajadoras. Siendo que se realizan bajo una ANC fraudulenta y autoritaria, con el gobierno y la derecha negociando sus intereses, y unos candidatos alejados de las necesidades obreras y populares, y por tanto no hay expresión independiente de izquierda ni de los trabajadores, llamando por ello a la abstención o voto nulo.

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