El pasado 3 de agosto los estudiantes de la escuela normal rural de Mactumatza realizaron una actividad para denunciar las condiciones en las que se encuentra su institución.
Martes 6 de agosto de 2019
Durante esta actividad se llevó a cabo una represión, con un ejercicio de violencia enorme sobre los estudiantes que buscaban mejorar sus condiciones.
El ataque con policías, gases lacrimógenos y violencia es una muestra de que los gobiernos no buscan resolver las demandas elementales de la educación, el gobernador Rutilio Escandon Cardenas es incapaz de atender a los estudiantes que buscan:
1. El pago a los maestros y trabajadores que han cubierto interinatos.
2. Contratación de más personal para todas las áreas ya que en este momento se encuentran limitados en áreas básicas como aseo y vigilancia de la institución.
3. El alto al recorte de presupuesto para alimentación, que además de violar un derecho elemental, fue expedido durante el periodo de vacaciones para evitar que los estudiantes pudieran llevar a cabo acciones en defensa de su institución.
4. Que se aumente la matrícula para que todos aquellos que quieran estudiar, puedan hacerlo, así como la restitución del internado.
Los ataques a los normalistas forman parte de una política de desaparición de las escuelas formadoras de docentes que viene implementándose desde hace varias décadas.
El recorte a la matrícula, los intentos de cerrar los internados -que atacan los derechos de los estudiantes al negarles un lugar donde vivir y comer aun sabiendo que muchos de ellos provienen de municipios muy lejanos y en condiciones que no les permitirían asistir todos los días a la escuela-, la continuidad de los exámenes de ingreso a la docencia y el constante hostigamiento a los normalistas que luchan son parte de esta nefasta política cuya consecuencia más aberrante hasta ahora fue la desaparición de nuestros 43 compañeros de Ayotzinapa.
Aunque en el discurso López Obrador dice fortalecer a las escuelas normales, la realidad es que su gobierno al igual que los anteriores, viene atacando a las instituciones normales, como lo muestra está brutal represión que sufrieron nuestros compañeros normalistas.
A pesar de estas condiciones los maestros y estudiantes han luchado por mantener en buen funcionamiento la institución y por evitar su desaparición.
Es por ello que desde la Agrupación Nuestra Clase rechazamos energéticamente el hostigamiento que sufren los estudiantes que se organizan en contra de este sistema y nos solidarizamos con ellos.
Exigimos respuesta inmediata a las demandas de los normalistas y condenamos energéticamente el ataque hacia los compañeros que se manifestaban en contra de las condiciones deplorables en que se encuentra su institución.
¡Basta de hostigamiento y represión por parte de las autoridades a los estudiantes!
¡En defensa de la escuelas normales rurales!
*Monserrat Sánchez es maestra e integrante de la Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase.