Se estima que 243,000 personas perdieron sus hogares en el sismo. A las promesas de Peña Nieto referidas a la ayuda para la reconstrucción se las llevó el viento.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 11 de octubre de 2017
Entre las promesas de Peña Nieto se contaban la demolición de las viviendas inhabitables, luego de realizar peritajes, entregar fondos del programa Prospera para los adultos mayores y repartir tarjetas con ayuda para reconstrucción. Nada se concretó, denunciaron pobladores para Aristegui Noticias.
Ni siquiera ha concluido el censo de daños, según el cual la estimación oficial es que 58,000 personas perdieron sus viviendas a consecuencia del sismo. La ayuda que les había prometido iba de 30 mil a 120 mil pesos, nada para quienes lo perdieron todo. Les dieron sólo papeles con domicilios imprecisos y nombres incompletos. Y nada llegó.
Mientras tanto, algunas familias damnificadas siguen refugiadas en albergues –que en realidad son escuelas- y otras directamente tienen como toda protección una lona.
La desidia y la negligencia del gobierno de Peña Nieto y del Manuel Velasco Coello, de Chiapas, se ponen una vez más en evidencia ante las consecuencias de los sismos.
Dejan a comunidades enteras en el abandono y el olvido porque no están puestos ahí los intereses de los inversores internacionales.
La pobreza en la que los gobiernos de turno ha mantenido a estas regiones es uno de los factores determinantes para hacer a estos pueblos algunos de los más vulnerables ante los desastres naturales.
