En una termoeléctrica que se encarga de abastecer de energía a un gran sector del país se dan condiciones laborales paupérrimas, las mismas que el gobierno de Sebastián Piñera busca proteger con fuerza militar al catalogarla como “infraestructura crítica”.
Sebastián Avilés Profesor. Militante de Partido de Trabajadores Revolucionarios PTR y de la Agrupación de Trabajadores de la Educación "Nuestra Clase"
Miércoles 18 de diciembre de 2019
Son 120 trabajadores que tiene la empresa IKA e IMA, que prestan servicios en la central termoeléctrica Bocamina de Coronel perteneciente a Enel. Los trabajadores amenazan con una movilización si es que la empresa eléctrica, de propiedad italiana, no da respuestas a sus demandas que apuntan a cuestiones tan básicas, como espacio e higiene.
También acusan que la empresa no ha querido reunirse con ellos y no los quiere escuchar. Ellos quieren una mesa de diálogo donde puedan zanjar y plantear sus necesidades inmediatas y a futuro, pero también acusan las malas condiciones en que se encuentra la central termoeléctrica.
Lo que denuncian es la discriminación por las condiciones en que deben desarrollar su trabajo como hacinamiento en los baños y comedores, pero también exigen que la empresa costee exámenes médicos para quienes se hayan visto expuestos a metales pesados y asbestos.
El presidente del sindicato, Sergio Henríquez, señala que la empresa dice “nosotros te damos las condiciones, te damos baños”, pero sin garantizar las condiciones mínimas y dignas para las personas.
Esto es una expresión más de las deplorables condiciones en que se desarrollan los trabajadores subcontratados, que a pesar de prestar servicios a empresas millonarias, estas prefiera enriquecerse que entregarles mejores condiciones laborales.
En una termoeléctrica que se encarga de abastecer de energía a un gran sector del país se dan estas condiciones, las mismas que el gobierno de Sebastián Piñera busca proteger con fuerza militar al catalogarla como “infraestructura crítica”.
(Fuente: Radio Bio Bio)