Declaración del Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR) de Chile, organización perteneciente a la Fracción Trotskista-Cuarta Internacional, ante el llamado a la huelga para el 23 y 24 de octubre.
Martes 22 de octubre de 2019 16:02
Abajo el estado de emergencia y fuera los militares de las calles. Por asambleas y coordinadoras para impulsar la huelga y darle continuidad con plan de lucha. Asamblea Constituyente Libre y Soberana impuesta por la movilización sobre las ruinas del régimen.
Este lunes masivas manifestaciones se desarrollaron en todas las calles del país y más de 100.000 personas salieron en Santiago, encabezadas por la juventud. Este martes nuevamente miles se congregan en las principales plazas. La “guerra” de la que habló Piñera tuvo una respuesta contundente. No solo la juventud estudiantil, sino que batallones centrales de la clase trabajadora salieron a la escena. Los portuarios paralizaron el 90% de los puertos del país y se movilizaron. Los mineros de Escondida han paralizado faenas en la mina privada más grande del mundo.
Este camino abrió una tendencia a la entrada de la clase trabajadora y el movimiento estudiantil que tras asambleas se movilizó en las calles. Esa unidad en las calles, con métodos de paro y movilización combativa, unida a la rebelión popular en amplios sectores populares, es el camino que hay que desarrollar y el que ha hecho temblar a Piñera. El grito “fuera Piñera” cada vez toma más fuerza.
Tan así, que Piñera el día el lunes tuvo que pedir “comprensión” por sus dichos, a la vez que ensaya una política de “unidad” con los partidos del régimen en base a discutir algunas medidas “sociales” que busquen descomprimir la rebelión. Su debilidad ha quedado de manifiesto en su fracaso el día de hoy de reunir a los partidos del régimen para esta “unidad”.
Estos hechos, han presionado a la burocracia sindical de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), No+AFP (pensiones), Confech (estudiantes), y “mesa social”, a dejar de mirar para otro lado y convocar una “Huelga General” exigida por varios sectores, para este miércoles y jueves. Originalmente habían convocado a un “paro de calles vacías”, sin movilización. Esa es su verdadera política. Pero las masivas movilizaciones de este lunes los obligaron a reorientar.
Esta convocatoria, si bien abre un escenario favorable para la intervención del movimiento obrero y de masas y desarrolla medidas progresivas como el “fuera Piñera”, fin al estado de emergencia, la Asamblea Constituyente, y medidas sociales de emergencia como en salarios y pensiones, no se propone echar abajo a este gobierno anti-popular y autoritario en las calles, sino “presionar” para el “diálogo” del gobierno con las organizaciones sociales y una salida institucional con los viejos partidos e instituciones del régimen para “recomponer la institucionalidad democrática”. Así es imposible conquistar las propias demandas que proponen.
Aunque llamen a movilización y jornada de protesta, no se proponen desplegar y poner todas fuerzas de la clase trabajadora, con una huelga activa; y se niegan a impulsar instancias democráticas de coordinación, con asambleas, comités de lucha, delegados por lugares de estudio y trabajo, y darle continuidad a la huelga para echar realmente abajo a este gobierno, algo completamente planteado. Exigimos la realización de asambleas y coordinadoras abiertas este viernes para discutir la continuidad del paro y un plan de lucha.
Frente a las trampas institucionales, Asamblea Constituyente Libre y Soberana sobre las ruinas del régimen
Frente al debilitamiento de Piñera, diversos políticos, empresarios y partidos del régimen buscan una salida de diálogo o concesiones frente a la situación, para desviar la bronca y la lucha en las calles, y abrir una “vía institucional” ante el desgaste de la salida represiva que ha sido desafiada en las calles. Algunos piden cambio de gabinete. Otros, hacer concesiones parciales en “demandas sociales” para descomprimir y desviar.
En el caso de la vieja Concertación, que en un principio legitimaron el toque de queda mediante el acuerdo reaccionario con Piñera en el parlamento, ahora se han reubicado y el día de hoy salió con una “plataforma social” para orquestar un “desvío parlamentario”.
El Partido Comunista y el Frente Amplio, que a través de la CUT y demás organizaciones han convocado a esta huelga presionados por las calles, si bien proponen medidas sociales correctas, la usan para “presionar” para el “diálogo” y acuerdos con las viejas instituciones del régimen y la unidad con ex partidos de la Concertación, expertos en sentar trampas para desviarnos con promesas. La huelga para descomprimir las tendencias más revulsivas no se propone derrotar a este gobierno y a este régimen heredero de la dictadura.
Desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR), impulsamos la lucha por huelga general activa y de lucha, con asambleas, coordinadoras y con continuidad, que ponga en movimiento la enorme fuerza de la clase trabajadora junto a la juventud y el pueblo, no con el objetivo del “diálogo con el gobierno” sino para tirarlo abajo con la fuerza de la huelga y de las calles y sacar a los militares. Sólo sobre esta base podremos avanzar a que nuestras demandas y reivindicaciones sociales sean satisfechas.
Pero no se trata de “fuera Piñera” para luego un acuerdo con las viejas instituciones y con la “oposición” que busca desviarnos y sacarnos de las calles, sino lograr su caída con los métodos de la lucha de clases. Nosotros como socialistas revolucionarios, luchamos por un gobierno obrero de ruptura con el capitalismo que socialice los medios de producción. Sabemos que esta perspectiva no es aún compartida por la mayoría. Por esto proponemos como medida de emergencia ante esta situación, imponer una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, a partir de la caída del gobierno y sobre las ruinas de este régimen, con representantes electos y revocables cada 20.000 electores y que ganen lo mismo que un trabajador, y que discuta sin ninguna traba todas las medidas sociales y políticas de emergencia en beneficio del pueblo trabajador. Una asamblea donde luchemos por un imponer un programa que instale medidas un salario mínimo y pensiones acorde a la canasta básica familiar, transporte público gestionado por trabajadores y usuarios que decidan las tarifas junto al pueblo trabajador, educación y salud pública y gratuita así como medidas como la nacionalización del cobre bajo gestión obrera y otras en ese sentido. Que sea soberana, es decir, que ninguna otra institución del Estado esté por encima de ella.
Sabemos que los grandes poderes y los empresarios, defenderán con uñas y garras sus privilegios e intereses y se opondrán a las medidas que tome una Asamblea Constituyente verdaderamente libre y soberana, por ello debemos avanzar a constituir asambleas, coordinadoras y comités desde donde surjan las fuerzas para enfrentar esta resistencia de los empresarios y sus partidos, que abra el camino para la lucha por un gobierno de las y los trabajadores en ruptura con los capitalistas que permita conquistar íntegra y efectivamente nuestras aspiraciones sociales y democráticas.