El 18 de Septiembre detuvieron en la ciudad de Santiago a una mujer y dos hombres por los bombazos en el local de comida rápida en Escuela Militar y en la estación del Metro Los Domínicos. Tienen entre veinte y veintiséis años de edad, y rápidamente se los relacionó con el movimiento anarquista.
Martes 23 de septiembre de 2014
Están detenidos en la 33° comisaría de la comuna de Ñuñoa. Para detenerlos, la policía realizó seis allanamientos simultáneos en las comunas de La Granja, San Bernardo y La Pintana, a cargo del fiscal regional, Raúl Guzmán, y el general Bruno Villalobos, jefe de inteligencia de Carabineros, que dirigió un operativo con 221 funcionarios de policía.
Tras la evidencia de “montajes” (causas inventadas) de fiscales y policías durante el anterior gobierno de la coalición de derecha de Sebastián Piñera, el gobierno de Bachelet anuncia que esta vez tendría evidencias, como elementos para la fabricación de pólvora casera, ampolletas y trazas de explosivos en las ropas y herramientas. Además la policía dice que se encontraron huellas dactilares, restos de ADN, y que existirían videos y registros de viajes en la tarjeta de la locomoción colectiva de uno de ellos, además de escuchas telefónicas.
Los tres detenidos son: Nataly Casanova Muñoz, Juan Alexis Flores Riquelme, Guillermo Durán Méndez.
La Fiscalía Metropolitana Sur los imputará como autores y cómplices del delito de colocación de artefacto explosivo. Y el gobierno anunció que invocará la Ley Antiterrorista.
Tras el bombazo, y la detención, el Gobierno y todos los partidos, desde la ultraderechista UDI hasta el Partido Comunista que integra la alianza oficialista Nueva Mayoría y el Gobierno, lanzaron una campaña represiva, clamando por perfeccionar la Ley Antiterrorista, que hasta hoy se utiliza para perseguir al pueblo mapuche, y fortalecer la Agencia Nacional de Inteligencia permitiendo el uso de infiltrados, entre otra medidas. Los medios de comunicación del régimen, a su vez, lanzaron una campaña criminalizadora, para genera un clima que admita la mayor represión, y atacando al “anarquismo” como chivo expiatorio.
Tal es esta campaña, que hasta columnistas habituales de la prensa se vieron obligados a advertir de los excesos en que puede caerse, recordando la Patriot Act de Estados Unidos tras el 11 de septiembre de 2001.
Pero el Gobierno y el régimen refuerzan sus mecanismos de persecución al verse crecientemente cuestionados por las movilizaciones de los estudiantes que partieron el 2011, así como de los trabajadores que experimentan una actividad huelguística en aumento.
En este caso ya se cuestionan los procedimientos policiales. Las hermanas de Nataly Casanova Muñoz, declararon que “ellos sacaron cosas hacia fuera, entraron cosas. ¿Cómo vamos a sacar nosotros? Ellos estuvieron mucho tiempo aquí para armar un escenario. Ellos estuvieron acá doce horas”. Por su parte, los tres detenidos negaron que hayan participado en los hechos.