El 15 de julio de 1971 el presidente Salvador Allende firma el decreto de nacionalización de la minería del cobre. La Dictadura de Pinochet privatizó la explotación de cobre. Empresas mineras privadas multinacionales y nacionales controlan el 71% de la producción y presionaron a la Convención Constitucional para que finalmente esta rechazará la idea de nacionalizar nuevamente las minas. El Estado de Chile regala millones de dólares en un saqueo del cual sólo se conoce la superficie de las ganancias. El gobierno de Gabriel Boric respaldó el cierre de la fundición Ventanas de Codelco abriendo nuevamente la posibilidad para una privatización del mineral. Es hora de poner fin a este descarado saqueo.
Sábado 16 de julio de 2022
La minería de cobre tuvo su inicio en el siglo XIX cuando la nueva República de Chile exploró yacimientos en lo que hoy conocemos con zona norte-central. Durante la primera mitad del siglo XX el cobre fue explotado principalmente por el imperialismo norteamericano. Durante los ’50 tres gobiernos consecutivos aplicaron planes de ajuste que bajaron el salario y también privatizaron expandiendo el sector privado en al economía. A fruto de eso, EEUU ingresó con mayor fuerza como capital monopólico en el cobre hacia 1970.En 1971 el Congreso unánimemente decide decretar la nacionalización de las empresas de cobre. En el gobierno anterior de Eduardo Frei Montalva se aprobó la "chilenización" que declaraba los yacimientos y las riquezas minerales de cobre y otros como bienes propios del Estado. El plan inicial de Allende era negociar una cifra de indemnización con las compañías afectadas. Principalmente norteamericanas, éstas compañías nunca aceptaron montos y negociaciones. El gobierno de Estados Unidos protegiendo a sus capitalistas bloqueó el comercio hacia Chile y preparó las condiciones para el golpe y luego la Dictadura la cual privatizó el mineral hasta el día de hoy.
Revista Topase, Santiago, 1931- (Santiago : El Esfuerzo) volúmenes, año 10, número 470.
Las ganancias de las mineras privadas de cobre
Hoy el cobre es (de nuevo) es el principal producto de exportación mundial. Según un ranking creado por las propias compañías el primer productor mundial es Chile produciendo casi 2 millones de toneladas en 2021. El 70% de la producción está en manos de privados. Otro 30% lo explota la estatal Codelco bajo los mismos métodos y costos. Según el cálculo Edbita (cifra que expresa la ganancia operacional, que excluyen: depreciaciones, amortizaciones de créditos, pagos de intereses y pagos de impuestos) la ganancia de la minería privada durante el 2021 fue de 27 mil millones de dólares.
En febrero de este año la empresa del multimillonario Andrónico Luksic registró ganancias récord en 2021 y anunció una repartija de utilidades a todos sus accionistas, de los cuales hay empresarios nacionales y extranjeros. En total su empresa Antofagasta Minerals reportó un récord de 4.800 millones de dólares.
El saqueo no termina aquí. El Estado no garantiza ningún control de aduana ni fiscaliza la equivalencia del volumen exportado con la cantidad de impuestos. No se conoce cuánto cobre va en los concentrados, ni la cantidad de subproductos, como oro, plata, molibdeno y otros, algunos de ellos más valioso que el propio cobre. Existen precios inflados para los procesos de fundición y refinería que realiza la minería privada en el exterior, pues no está obligada a realizar estos procesos en Codelco. Esta realidad fue asumida por actual ministra de minería Marcela Hernando del gobierno de Gabriel Boric.
Utilizando información y metodología del Banco Mundial, los economistas Sturlam y López determinaron que la "renta regalada" más la "ganancia total" de las grandes mineras privadas en 2021 fue de un total de 35 mil millones de dólares. Equivalente al 50% del presupuesto del Estado de Chile en todos sus ministerios en 2021. Equivalentes a 580 mil casas con valor de 50 millones de pesos. Equivalentes a 14 líneas de metro del tipo línea 7 de la Región Metropolitana. Equivalentes a 140 hospitales de la red pública (del tamaño del El Salvador.
Las empresas privadas de cobre según el economista Ramón López poseen un stock de capital (valor de la empresa y sus instalaciones) de 30 mil millones de dólares. Considerando los años de operación de los yacimiento las ganancias equivalen al 90% del capital.
Las primeras diez grandes empresas multinacionales son: Anglo American Sur (cuya filial es Londres}, Mantos Copper (otra firma británica), Los Pelambres (Antofagasta Minerals posee un 60% de esta empresa, y un 40% pertenece a capitales japoneses), Candelaria (Canadiense), Quebrada Blanca (20% japonesa), Escondida (60% de BHP Billiton, australiano-británica), Collahuasi Anglo (44% de Anglo American, 44% de Glencore con filial en Suiza, 12% Japonesa), Cerro Colorado (de propiedad de BHP Billiton), Zaldívar (50% Antofagasta Minerals y 50% Barrick Gold la empresa minera multinacional más grande del planeta) y El Abra (51% de la norteamericana Phelps Dodge).
Entre 2007 y 2017, el Estado de Chile regaló a la minería privada del cobre un total de 120 mil millones millones de dólares en ganancias netas, según el mismo estudio de López y Sturla
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El cobre en la nueva Constitución
El borrador establece la propiedad estatal de los minerales, permite la creación de zonas no mineras en entornos vulnerables como glaciares y tiene como objetivo facilitar la certidumbre y sostenibilidad de la pequeña minería, a la cual se le facilitará “el acceso y uso de las herramientas, tecnologías y recursos para el ejercicio tradicional y sustentable de la actividad”. Se mantiene la figura de la concesión minera que permite dar control de los yacimientos a la minería privada y la venta del cobre.
Se rechazó y excluyó un artículo que preocupaba al sector y que habría cambiado el sistema de concesiones a uno basado en autorización administrativa temporal. Por lo tanto, las concesiones seguirán reguladas de acuerdo con el código minero vigente. La disposiciones que planteaban un papel más protagónico para el Estado fueron excluidos del borrador. El régimen minero se mantendrá. El Estado deberá establecer políticas y normas sectoriales considerando la protección ambiental, social y la innovación, entre otros aspectos.
En mayo de este año la Convención terminó por rechazar el "articulo 27" que originalmente otorgaba al Estado derechos mineros exclusivos sobre litio, metales raros e hidrocarburos y una participación mayoritaria en las minas de cobre. Los gremios mineros ejercieron una influencia suficiente para controlar una mayoría que rechazó este último intento por nacionalizar parte de la riqueza del cobre.
Es necesario renacionalizar el cobre, expropiando a los capitalistas multinacionales imperialistas, poniéndolo a producir bajo control y gestión de sus trabajadores. En base a una empresa nacional estatal del cobre que ponga por delante el progreso material de los trabajadores y sectores populares del país y que, también, permita un desarrollo sustentable y menos contaminante de la actividad. Esto a la par de rechazar cualquier estrategia de endeudamiento.
Esta nacionalización requiere de la lucha de los trabajadores de Chile y tener claro que los empresarios defenderán sus ganancias con las armas en mano, como lo hicieron en 1973, porque hay intereses creados, mayores que antes.
Gabriel Muñoz
Licenciado en Historia