Se tocaron diversas temáticas de interés público a menos de una semana de las elecciones del 17 de Diciembre. Ambos candidatos confrontaron sus programas de gobierno en el tramo final de la campaña.
Martes 12 de diciembre de 2017 12:39
Este lunes por la noche se llevó a cabo el último debate presidencial organizado por la Asociación Nacional de Televisión (ANATEL) de Chile en el cual confrontaron el candidato de la Nueva Mayoría (NM), Alejandro Guillier, y el candidato de Chile Vamos (CV), Sebastián Piñera, a días de la segunda vuelta del próximo 17 de diciembre.
El debate tocó una serie de temáticas que se dividieron en ocho ejes: campaña electoral, seguridad, educación, agenda “valórica”, pensiones, economía, salud, migración. En el mismo no faltaron algunos intercambios de acusaciones como que Guillier "vende humo" o que Piñera busca la presidencia para que "unos pocos hagan negocios".
Las complejidades de los candidatos hacia una segunda vuelta
El debate comenzó, presentando como base las complejidades que tienen ambas candidaturas frente al proceso de balotaje, donde la gran tarea de Guillier es capturar 1 millón 800 mil votos repartidos entre el Frente Amplio (FA) y otras candidaturas, mientras Sebastián Piñera ha tenido que reconfigurar su discurso programático, ante la sensibilidad de mayores reformas y derechos sociales, por parte de los votantes.
Mayor represión y criminalización como acuerdo común
Posteriormente se dio paso a tocar la agenda de seguridad por parte ambos candidatos, donde si bien el candidato oficialista intentó diferenciarse de Sebastián Piñera planteando una especie de colaboración más ciudadana entre vecinos y de desarrollo urbano para combatir la delincuencia, ambos candidatos apuntaron desde una mirada totalmente reaccionaria y criminalizadora, al fortalecimiento y modernización de carabineros.
Sobre el programa en educación
En el eje educativo, ambos se refirieron a una educación gratuita que es con letra chica, ya que para ninguno de los candidatos la establece como un derecho universal, sino apuntando al acceso. Es decir, manteniendo el mercado privado en lo educativo.
Esto es aún más notorio en el caso de Piñera, quien apuntó a que la educación debe ser gratuita sólo a quienes lo necesiten, y en el caso de la educación secundaria, trasladando la educación como una responsabilidad de los padres, osea manteniendo el sistema segregador de selección. En el caso de Guillier, quedó demostrado que su condonación del CAE responde a un sector específico de la población, al cual el mismo señala que se encuentra entre el 35% y el 40% del sector más endeudado, como si el problema fuera la alta tasa de interés, y no la educación que se ha mantenido como un negocio.
¿Una agenda valórica evolutiva?
La denominada “agenda valórica” fue otro eje que tocaron los periodistas, directamente le preguntaron al candidato de la derecha si apoyaría un proyecto de ley de matrimonio igualitario, donde se terminó pisando la cola, diciendo que está en contra de cualquier tipo de discriminación, pero por otra parte señalando que lo natural es el matrimonio entre un hombre y una mujer. También las últimas declaraciones de Piñera donde señaló que en muchos casos la identidad de niños transgénero “se corrigen con la edad”, fue un tema por el que fue interpelado tanto por los conductores, como por Guillier. Sin embargo, este último tampoco se la llevó barata, ya que también fue consultado por el caso del juez Calvo y el sauna gay, al que se relacionó su libertad sexual, como una conducta reprochable.
El debate sobre las AFP y el sistema de pensiones
En relación a la materia de pensiones, el debate sobre las AFP tomó el centro de la discusión, donde Piñera señaló que su gobierno generará una AFP estatal, y que se quitará el monopolio de la AFP, como así también una medida a todas luces antipopular como la extensión “voluntaria” de la edad jubilatoria. En el caso de Guillier, dejó en claro que su programa no apuesta a acabar con el negocio de las AFP, sino agregar un aporte del empleador y fortalecer un pilar solidario, pero que a grandes rasgos sigue manteniendo el enriquecimiento de millonarios y grandes grupos económicos.
Los maquillajes tributarios de las coaliciones burguesas
Ya en el aspecto económico, ambos candidatos expresaron que sus compromisos en ningún sentido se plantean como un cambio estructural al modelo, donde para Piñera el cumplimiento de su programa de 14 mil millones de dólares, se desarrollaría en base al crecimiento progresivo de la economía, y distintos recortes en una serie de programas desarrollados por el gobierno de la presidenta Bachelet. Para el candidato de la derecha el primer sector en el radar ajustador son los trabajadores públicos.
En el caso de Guillier su apuesta económica se centra en nuevas reformas tributarias enfocadas a lo que él señala como un énfasis en “lo regional y local”, bastante lejano a su discurso de “meterle la mano en los bolsillos” a los grandes empresarios.
La migración y el discurso xenófobo de Piñera
Por último, se abordó la problemática de la migración, marcada por un claro discurso xenófobo, que en el caso de Piñera se expresó cuando el candidato manifestó “hay que abrir las puertas a lo que le hace bien a Chile”, pero que le “van a cerrar la puerta” a quienes causen daño, y señalando que frente a este “daño” producto de la migración, hay que colocar restricciones.
Guillier busco diferenciarse de su rival y se refirió a la importancia de los médicos extranjeros, y que la migración es parte de un mundo globalizado.
¿Qué sensación deja este último debate?
Seguramente, una de las sensaciones que deja este último debate de cara a la segunda vuelta presidencial, es el mantenimiento del modelo neoliberal.
Si bien, un sector importante de la izquierda como el Frente Amplio, tácitamente llamó a votar por Guillier para enfrentar a Piñera, lo cierto es que el acercamiento del periodista a las ideas de la coalición neorreformista, es bastante lejano. Mercado educativo, negocio en las jubilaciones, y el consenso con los grandes empresarios, son elementos que se perpetúan en la estructura del sistema, y que están lejos de llevarse a un cuestionamiento profundo por los partidos que durante décadas han estado al servicio de los empresarios.
Tal situación actualiza el debate sobre qué proyecto político necesitamos, donde claramente la derecha apuesta por un ánimo de “contrareformas” y “proinversión”, y donde la centroizquierda de la NM queda amarrada a un discurso ""progresista" en lo discursivo -tensionado por el Frente Amplio- pero cuya lógica es de subordinación al empresariado en los hechos.
Para, Dauno Tótoro, ex candidato a diputado por el distrito 10, esto vuelve urgente la tarea de construir una alternativa política anticapitalista, socialista y revolucionaria.
"Que en total independencia política de los empresarios y sus partidos, forje junto a la clase obrera, mujeres y jóvenes, un gobierno de los trabajadores, que tire por el suelo este sistema que los empresarios impusieron con dictadura militar. Quienes nos organizamos cada día por una sociedad en la que no seamos esclavos del trabajo, viviendo en medio de la contaminación y la violencia, vemos posible ese horizonte".