La Reforma Laboral, ha sido catalogada como “el cuarto pilar” más importante entre las medidas que llevará a cabo el Gobierno. Sin embargo, sigue en la nebulosa su fecha de realización, ya que en las últimas semanas ha habido discrepancias entre el Gobierno, los empresarios y el mundo sindical.
Martes 23 de septiembre de 2014
La duda es si se trata la reforma para diciembre próximo (en un comienzo iba a ser en octubre) o si se deja para 2015.
Según lo anunciado por el Gobierno, la reforma laboral tendría que finiquitarse en octubre próximo. Sus pilares fundamentales recaerían en la negociación colectiva; y en fortalecer los sindicatos, lo que incluiría la titularidad sindical y el fin del reemplazo de trabajadores en huelga.
Gremio de empresarios exige “gradualidad”, Gobierno acepta establecer “diálogos y acuerdos amplios”
Los primeros que se tensaron y exigieron explicaciones al Gobierno, fueron los empresarios. Primero, porque “no fueron invitados en primera instancia para discutir sobre la reforma laboral”, lo que hizo que el gobierno sumara a representantes de las PYME (pequeñas y medianas empresas) y de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) a los diálogos de trabajo que se están realizando con la CUT.
El segundo alegato fue porque “en todas las reformas es importante que exista gradualidad. En el caso de los cambios en materia laboral es fundamental que se oiga a todo el mundo, para que tengan la posibilidad de expresar su punto de vista y opinión”.
Así lo expresó el Presidente de la CPC, Andrés Santa Cruz. En la misma sintonía, el titular de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann von Mühlenbrock, planteó que “dado el contexto de desaceleración económica, no es hoy el momento ideal para impulsar dichos cambios, es mejor ir con prudencia y aplazar la reforma”.
En respuesta a lo anterior, la Ministra del Trabajo, Javiera Blanco, dijo que “los cambios se harán con mucho diálogo y acuerdos amplios”, y añadió que “el tema relevante no es la fecha, sino el contenido de la agenda laboral, por lo que estamos en total sintonía con las aprensiones que pudiera haber desde ciertos sectores”.
Por su parte, Arturo Martínez, Secretario General de la CUT criticó al Gobierno por la tardanza y acusó duramente a los empresarios. La presidenta del organismo, Bárbara Figueroa manifestó que “tenemos claro que hay temas que no despiertan mucha simpatía en el gobierno, principalmente por la dificultad que les genera con el empresariado, pero también hay materias que para el sindicalismo son prioritarias y sabemos que el Ejecutivo no las está considerando en su diseño”.
El Gobierno no tiene claro si enviar el proyecto de negociación este año, o si arriesgarse y congelar la reforma laboral hasta el próximo año. Cualquiera de las alternativas provocaría una crispación mayor con la CUT, los demás organismos sindicales o con los empresarios, quienes están en contra, por ejemplo, del fin de los reemplazos en huelgas.
Esta situación se enmarca en un contexto de movilizaciones de trabajadores. El día 24 y 25 de septiembre, la Confusam (Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipalizada) llamó a Paro Nacional, acusando al Gobierno de incumplir las demandas laborales del sector, además de la disminución de los trabajadores a honorarios, el incremento de sueldos mínimos, entre otros.
El sindicato nº 1 de la minera Escondida anunció paro para el 22 y 24 de este mes. La decisión se tomó por incumplimientos en la extensión de la jornada de trabajo, la seguridad laboral y las medidas de protección por la altura del lugar.
A estas acciones hay que sumarle la marcha del 4 de septiembre, que congregó a alrededor de 6 mil trabajadores; y el paro nacional impulsado por la CTC (Confederación de Trabajadores del Cobre), de ese mismo día; para dar una “señal de unidad sindical, así como también un llamado de atención al Gobierno para que presente el proyecto de Reforma Laboral en octubre”.