Indignación causó en la población de Chiloé tras enterarse que la empresa que construyó el tramo de Chiloé hacia Melinka es la misma que se adjudicó el proyecto del puente Cau Cau.
Jueves 29 de diciembre de 2016
Tras el terremoto que comprometió a las costas de la región de Los Lagos, Los Ríos y Aysén durante este fin de semana, con epicentro en la localidad de Melinka con 7,6 Richter, diversas estructuras resultaron dañadas impidiendo por varios días la conectividad en la zona.
Pero una de las pérdidas importantes para la población de Chiloé y la costa de la X región fue el acceso del tramo de La Ruta 5 Sur, altura Lago Tarahuin, donde la empresa que la construyó, Azvi, es la misma que levantó el proyecto del puente Cau Cau en Valdivia. Ante esta situación el ministro de Obras Públicas (MOP), Alberto Undurraga, le bajó el perfil al cuestionamiento por la población de la vinculación de la cuestionada empresa con las fallas del tramo, indicando que la ruta se restablecería dentro de un máximo de 7 días.
En tanto, la presidenta Michelle Bachelet arribó el pasado lunes señalando las gestiones del Gobierno para llevar a cabo la normalidad de la situación.
Sin embargo, este año ha sido complicado para los habitantes de la región de Los Lagos con la crisis del salmón durante el mes de marzo, ocasionando despidos en la industria salmonera y traduciendo una crisis social en una revuelta local a principios de mayo en la zona de Chiloé tras la combinación de los despidos de la industria salmonera, la corriente del Niño y Marea Roja en las localidades de Chiloé, Chiloé continental y Puerto Montt lo que conllevó que la pesca artesanal en toda la región no pudiera realizarse con normalidad hasta estos días, mientras que las soluciones del Gobierno fueron cooptadas por dirigentes de localidades que tuvieron que optar por bonos con una fecha límite de beneficio.
Hoy, tras el terremoto de 7,6 grados Richter de este fin de semana, las condiciones de la población empeoran cuando hablamos de la conectividad de localidades lejanas a las zonas urbanas, donde los caminos dañados por el terremoto dificultan no sólo la conexión hacia las urbes sino también al aprovisionamiento, trabajo y servicios básicos de la zona.