El gobierno de China anunció ayer que sus empresas públicas serán “modernizadas” a partir de un plan de reformas que buscarán promover la propiedad mixta y la entrada de capital privado. La medida histórica, se aplica en un contexto de gran inestabilidad para la economía china.
Martes 15 de septiembre de 2015
En medio de un contexto de gran inestabilidad económica para China, ayer se dio a conocer a través de una conferencia de prensa, una parte de los planes de reforma votados por el Comité Central del Partido Comunista Chino y el Consejo de Estado. De esta forma, Zhang Xiwu, vicepresidente de la Comisión para la Supervisión de Activos Estatales (SASAC), anunciaba: "Crearemos las condiciones para que las SOEs (empresas estatales, en siglas inglesas) participen en el mercado como jugadores independientes en igualdad de condiciones".
Según remarca el comunicado leído por Zhang, que no aceptó preguntas de los periodistas, las reformas apuntan a “modernizar” el funcionamiento de las más de 150 mil empresas estatales chinas, permitiendo la entrada de capital privado y promoviendo la propiedad mixta, de forma que "puedan ser independientes y responsables de sus beneficios, pérdidas y riesgos". También pretenden que de ésta forma las firmas estatales se vuelvan más "creativas y que puedan hacer frente a rivales internacionales", agregaba el comunicado.
Privatizando las empresas estatales
La economía de China atraviesa una desaceleración creciente combinada con reiterados desplomes bursátiles, que comenzaron en los meses de Junio y Julio pero hasta el momento no han logrado ser contenidos del todo. A su vez la retracción de las exportaciones juega una presión constante sobre el yuan chino, debido a la incipiente “guerra de divisas” que se vive en la región asiática, con devaluaciones recurrentes por parte de los países vecinos y competidores.
Las medidas de reformas económicas anunciadas, que tratan de dar solución a algunos de los problemas de China para seguir creciendo, alcanza a las 150 mil empresas estatales que suman un total de 100 billones de yuanes (15,69 billones de dólares) en activos. Éstas serán divididas en dos categorías: compañías de beneficios, con un enfoque de mercado, y firmas dedicadas al bienestar público.
En este sentido, el comunicado explica que las compañías de petróleo, gas, electricidad, ferroviarias y de telecomunicaciones fueron identificadas como sectores que pueden ser aptos para la inversión no estatal ilimitada, con el objetivo de convertir a las empresas en "más fuertes, mejores y más grandes".
Las empresas estatales cuentan con 30 millones de trabajadores, para ellos el plan subraya que se instaurará un sistema de estipulación de salarios "flexible" y basado en el mercado y en los resultados de la compañía. Eso sí, podrán comprar acciones.
Uno de los objetivos del Gobierno es que las SOEs atraigan inversiones, y para eso deben cotizar en la bolsa. También se alienta que las empresas privadas participen de este proceso, a partir de la compra de acciones y bonos convertibles.
Si bien aún es incierto cuando se comenzarán a aplicar éstas medidas, se espera que sea de forma gradual y que arroje resultados positivos para 2020. Todo el proceso de reforma o “semi privatización” de las empresas estatales, se anunció que será controlado por organismos institucionales, para resguardar la “trasparencia” del mismo.