El intenso calor adelanto lo que se esperaba para mediados de febrero. La sequia, la desinversion y las prioridades políticas resumidas en un incendio que amenaza descontrolarse.
Jueves 23 de diciembre de 2021 19:48
Un diciembre con temperaturas inustadamente altas en la Comarca Andina hacia preveer el desenlace. Este jueves 23 de diciembre un foco de incendio comenzó en la zona noroeste del cordón Currumahuida en Lago Puelo. Las altas temperaturas y la sequedad del bosque sumaron a qué el foco se torne incontrolable en pocas horas.
Pero más allá de las razones vinculadas a lo "natural", sujeto al factor antrópico que implica el calentamiento global en curso, hay razones estructurales y políticas.
Al igual que en el devastador incendio del pasado 9 de marzo que arrasó miles de hectáreas de bosque cordillerano, tres vidas y 500 viviendas, la causa fue el obsoleto y deficiente sistema de tendido eléctrico. La caída de un poste en la zona donde se encuentran las antenas de retransmisión telefónica y de internet habría originado el incendio.
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Se trata de un tendido eléctrico con más de 50 años de obsolescencia para una población que en ese periodo se multiplicó varias veces. La falta de mantenimiento de los tendidos, la poda de la flora circundante, el desfinanciamiento planificado en función de pagar la deuda, y el trasfondo de la privatización de la producción y distribución de la energía son el telón de fondo de esta tragedia anunciada.
La empresa a cargo de la distribución eléctrica, TRANSPA, del dueño de ALUAR y consecionario de la represa Futaleufú desde 1992, jamás invirtió en el tendido eléctrico hacía la comarca. El resultado son recurrentes incendios en Epuyen, los Cohiues o El Maiten producto de ello. De hecho la justicia ha reconocido como causa del incendio del pasado 9 de marzo a la falta de mantenimiento del tendido eléctrico, algo a lo Servicios Públicos de la provincia jamás ha prestado el más mínimo presupuesto. Al contrario, sus trabajadores han protagonizado múltiples protestas por carecer incluso de móviles.
A esto se suma la falta absoluta de control y prevención por parte de las autoridades provinciales de bosques, ambiente y municipios, del Ministerio de Ambiente nacional de Juan Cabandié, que prometió en abril medios aéreos y más combatientes, y solo hizo efectivo un recorte salarial brutal para los trabajadores del SFMF.
La brigada Golondrinas del SPMF, incendiada en marzo pasado, aún no tiene ni los cimientos pese a las promesas de inmediata reconstrucción.
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Los medios aéreos disponibles en este caso han Sido un avión tipo raptor que entre carga y carga demora más de una hora para regresar al lugar del incendio y un hidroavion que carga desde Lago puelo. Ambos son alquilados.
Con los U$S 1900 millones pagados esta semana al FMI, podría dotarse al SFMF de aviones de mayor porte como los canadair, o multiplicar la inversión en prevención y el personal de los diferentes servicios. Nada de eso ha ocurrido, y del fideicomiso anunciado por Cabandié de varios miles de millones nada se sabe. Sin embargo, el presupuesto provincial 2022 en Chubut, plantea aumentar las partidas en seguridad, algo que se vio en el brutal despliegue policial durante las protestas de la semana pasada. Del lado de Río Negro, la inversión parece ser en reprimir recuperaciones como la Lof Quemquentrew, antes que dotar al SPLIF de medios y personal. Solo cuatro brigadistas fueron incorporados al mismo este año, luego de dos años sin ingresos.
Mientras tanto, el fuego avanza en El Manso, en Bariloche, en Aluminé y Lago Puelo, ante la impotencia de pobladores y brigadistas. La deuda externa, la dependencia y el atraso del país se hacen evidentes en estas situaciones.