La empresa del grupo Techint hizo el anuncio que contó con el entusiasta apoyo del burócrata sindical petrolero Jorge “Loma” Ávila. Los riesgos de una actividad que ha demostrado su dramático impacto ambiental en Neuquén y Rio Negro, ahora en una provincia sumergida en una profunda crisis hídrica.
Jueves 26 de mayo de 2022 00:21
El yacimiento El Tordillo se ubica a 12 kilómetros de las 17 perforaciones del acuífero patagoniano realizadas en El Trébol y a 50 de las más de 90 perforaciones realizadas en el área de Manantiales Behr. Estas perforaciones son las que se plantean como posible solución a la falta de agua que sufren Comodoro Rivadavia y Caleta Olivia a raíz de la bajante histórica del Lago Musters como parte de la crisis hídrica más general que afecta a la provincia. La posible afectación de estas fuentes de agua no parece ser una preocupación para las autoridades, ya que no consta ningún informe de impacto ambiental al respecto.
María José Quintana es abogada especializada en derecho ambiental vinculado al tema hidrocarburos y vecina del área El Tordillo. “En el año 2014 se hicieron dos proyectos de perforación en lo que se llama formación D129, en El Tordillo para lo que trajeron un dispositivo desde Salta. En ese momento quedó todo stand by, y se hizo una presentación en el Ministerio de Ambiente, porque es la característica que unifica todo esto siempre es que los proyectos se hacen sin la evaluación de impacto ambiental previa aprobada, por lo cual son clandestinos, por lo cual se suspendió la perforación por unos días, luego en su momento por una resolución del por entonces gobernador Martin Buzzi, continuo. Pero quedo stand by, se hizo la perforación, pero nunca hubo una continuidad” comentaba.
En esta área, Tecpetrol declara explotar desde la privatización de YPF hace 30 años unos 300 pozos de “un campo maduro” con “procesos de recuperación mejorada” (esto es, la inyección de agua mediante más de 100 perforaciones) con una producción total de 8300 barriles diarios de petróleo. Asimismo, dice haber realizado más de 1000 perforaciones en este yacimiento “escuela” para decenas de técnicos y profesionales del sector en su Tecpetrol University Induction Camp de El Tordillo.
Hernán Scandizzo, del Observatorio Petrolero del Sur (OPSur) nos contaba sobre su visita a la zona en 2012 “de El Tordillo lo que recuerdo cuando visite a la familia Quintana hace diez años, era una desidia por parte de Tecpetrol en el mantenimiento, la seguridad en el yacimiento, los derrames, la desinversión que había, evidenciaban una situación de abandono que si de esa manera, con esos criterios, van a hacer fracking, realmente es muy preocupante”.
En 2012, OPSur recorrió la zona y registró un video donde la familia Quintana, propietaria de un campo de 10.000 hectáreas atravesado por las perforaciones de Tecpetrol, contaba su experiencia con la explotación convencional y los perjuicios que esto atañe.
Tecpetrol
La operadora Tecpetrol tiene también una concesión para la explotación de shale oil en Fortín de Piedra, Neuquén, parte de la formación Vaca Muerta, donde entre el 14 de abril y el 9 de mayo se registraron más de 35 sismos vinculados al proceso de fractura, y en mayo de 2019 dos obreros murieron al caer a una pileta de purga. Fue una de las empresas más beneficiadas por las políticas hidrocarburíferas durante el Macrismo. En 2018 la empresa informaba que el 30% de sus ingresos provenían de subsidios estatales por el plan de promoción para la producción de gas no convencional. La empresa recibía U$S7,50 por millón de BTU de gas mientras en el mercado el precio era de U$S4,30.
“Mientras se habla de perforar Manantiales Behr para abastecer a Comodoro, con la crisis hídrica en la cuenca del Senguer, que se esté hablando de fracking no parece una buena noticia por el alto consumo de agua de esta técnica… Pueden plantear que se va a reutilizar agua de producción, pero tienen que tratarla para que los químicos que inyectan reaccionen como quieren, eso tiene un costo que si pueden lo van a evitar. Pero además del uso siempre está el riesgo de la posibilidad de contaminación de las fuentes de agua, y en la cuenca del Golfo San Jorge con más de un siglo de historia petrolera es una realidad. Acá en Neuquén estamos viendo el gran problema de la disposición final de los residuos petroleros en la actividad no convencional. Aquí, muchas de las cuestiones que se alertaron hace diez años desde la Multisectorial contra la Hidrofractura, hoy se están viendo con el tema de la basura, del incremento de la actividad sísmica, y las autoridades anuncian la expansión de la frontera extractiva con el fracking que abre una enorme cantidad de interrogantes sobre el futuro de la región” concluye Scandizzo.
En diciembre de 2020, la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, realizó una denuncia penal contra la empresa COMARSA por los más de 400.000 m3 de desechos sin tratar que acumula en su planta en las afueras de Neuquén Capital. La denuncia se amplió en enero de 2021 en base al informe “La basura del fracking en Vaca Muerta”, elaborado La Izquierda Diario, Taller Ecologista y Observatorio Petrolero Sur, a partir de la información oficial a la que accedió el diputado Andrés Blanco (PTS-FIT) por medio de pedidos de informes dirigidos a la Subsecretaría de Ambiente de la Provincia de Neuquén. Entre las empresas que contratan los servicios de COMARSA, están algunas conocidas en Chubut como Tecpetrol o Pan American Energy.
Vaca Muerta. Amplían la denuncia penal sobre el basurero petrolero Comarsa
Pese a los compromisos asumidos por el gobierno nacional en la COP 26 respecto a la reducción de emisiones, y a la retórica “verde” de los discursos oficiales “se está avanzando con nuevas explotaciones como si no estuviéramos viviendo en un mundo que no está sufriendo los efectos del calentamiento global, una crisis climática muy fuerte, y se sigue apostando a proyectos fósiles”, dice Scandizzo.
El conflicto en Ucrania ha reorientado a la inversión en la Argentina para las empresas petroleras. “Es difícil, pero el mundo nos da una oportunidad. Lamentablemente se ha dado esta guerra, que nunca es buena, pero nos permite mirar un nuevo panorama y pensar que es un futuro” declaró Jorge Ávila del Sindicato de Petroleros Privados de Chubut.
Loma Ávila eufórico ante el fracking en Comodoro Rivadavia
Las condiciones que el gobierno plantea, con el decreto que establece el Régimen de Acceso a Divisas para Producción Incremental de Hidrocarburos donde plantea desgravar el 20% del volumen exportado de la producción hidrocarburífera y garantizar la disponibilidad del 100% de las divisas generadas, junto con la promoción de la exploración off shore, han sido un aliciente para buscar expandir la inversión en la exploración de yacimientos no convencionales como El Tordillo.
Aunque la medida apunta a estimular la producción, uno de los ejes es aumentar la exportación de petróleo y gas, que se calcula en U$S18.000 millones una vez terminado el gasoducto Néstor Kirchner, además de asegurar el abastecimiento del mercado interno como un objetivo tendiente a reducir los subsidios del sector eléctrico en un 40%, uno de los compromisos del acuerdo con el FMI. De este modo, la divisa norteamericana, ese objeto del deseo tan escaso en una economía argentina atada al pago de la deuda externa, tendrá disponibilidad preferencial para las petroleras.
La oferta es tan interesante para las petroleras que Tecpetrol, en otro de los conocidos anuncios de las empresas del sector para mostrar su potencial de negocios, anunció que en mayo rompió su record histórico de extracción con 20 millones de m3 diarios de gas en Fortín de Piedra. Así, la empresa se posiciona como la responsable del 16% del mercado nacional de shale gas, una noticia orientada a empalmar con el proyecto gubernamental buscando ser beneficiaria de sus ventajas.
Lo más paradójico, es que mediante fracking y perforaciones off shore, se hable del Gas Natural Licuado (GNL) como una fuente de energía que permita reducir las emisiones CO2, cuando el propio procedimiento significa una amenaza ambiental que ha conllevado su prohibición en muchos países y que particularmente pone en riesgo fuentes de agua dulce como el acuífero patagoniano.
“Si actividades como la extracción tradicional del petróleo acarrean consecuencias nocivas para la salud y el ambiente y no hay una puesta en marcha de los mecanismos adecuados de sanción y de contralor para que se hagan adecuadamente, mal se puede esperar que el fracking que tiene un mayor impacto, pueda ser desarrollado estando a derecho y sin generar impactos negativos” nos decía María José Quintana. “El ministerio de ambiente (de Chubut) tiene poco personal, que trabaja en muy malas condiciones, que no está en condiciones de controlar lo que ya ahí de yacimientos, y de hecho cuando hay una denuncia tardan y no tienen personal para llegar a los yacimientos a controlar. Entonces, mal van a poder controlar una actividad como el fracking con todos lo malísimos precedentes que tiene en Neuquén. Estamos en una situación bastante delicada al respecto.”
Por el lado del gobierno nacional, la intención al promover el fracking, está vinculada a la necesidad de generar los dólares necesarios para afrontar los pagos del acuerdo aprobado en el Congreso nacional con el FMI. La inversión necesaria para el desarrollo de una planta de licuefacción en Bahía Blanca y la exploración y explotación de los yacimientos reconocidos, ambas condiciones necesarias para el plan exportador, sería de U$S 10.000 millones y cuenta con el entusiasta apoyo de empresarios del sector como Bulgheroni de PAE y otros beneficiarios de los suculentos subsidios a los no convencionales. Esto significaría, según Guzmán, un volumen de exportaciones de U$S 15.000 millones, apenas un tercio de la deuda asumida por Macri con el FMI.