El gran despliegue militante desde el PTS Chubut, con su Juventud a la cabeza, impulsando comités de campaña por la Lista 1A en varias localidades de la provincia, posibilitó un triunfo claro sobre la lista 2U.
Sábado 15 de agosto de 2015
A casi una semana de las PASO, la ratificación del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) como la fuerza política electoral que concentra la inmensa mayoría de los votos de la izquierda, se vio consolidada además con la victoria de la fórmula de Nicolás Del Caño y Myriam Bregman (lista 1A) sobre Jorge Altamira y Juan Carlos Giordano (lista U2). Chubut no fue la excepción. El contundente triunfo de la lista del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) respecto del Partido Obrero (PO) e Izquierda Socialista (IS) dio como resultado hasta el momento diez puntos de diferencia.
En la edición impresa del jueves de Prensa Obrera, periódico del PO, sus editorialistas Jorge Altamira y Marcelo Ramal dedican toda su intervención a hacer balance sobre las PASO. Para ello no escatiman recursos ficcionales sobre una campaña electoral democratizante y reformista por parte del PTS solo existente en la mente de la dirección de esta fuerza política.
La mezquina autocrítica, como no podía ser de otra manera, tuvo que apoyarse en el embuste para tratar de darle coherencia a sus impotentes elucubraciones. Una de las tantas mentiras del artículo es la afirmación que: “En otras provincias, la lista 1 nos ganó sin contar siquiera con lista de diputados propia y en ausencia de acción militante previa. Es el caso de Río Negro, Catamarca o Chubut”. Obviamente, este estrambótico disparate merece de una respuesta. No por nosotros, claro esta, sino por la propia militancia del PO del resto del país que no tiene, suponemos, razón alguna para descreer de su dirección, aunque la misma haga lo imposible para provocar lo contrario.
Como ya planteamos en otro artículo, hemos desarrollado una campaña electoral fenomenal, teniendo como eje nuestro trabajo acumulado en los cortos años de existencia de la regional Trelew para desde ahí apuntar al resto de los centros urbanos de la provincia. Para ello contamos con el aporte de camaradas obreras de Buenos Aires, todas ellas de reconocida trayectoria en las luchas de sus respectivas estructuras. Fue así que hicimos una ofensiva campaña militante de agitación en Comodoro Rivadavia, valiéndonos el reconocimiento de muchos compañeros que conocimos, entre los que se destacan docentes. Los mensajes de los compañeros que conocimos en la capital del petróleo nos llenan los buzones de nuestros celulares: “Yo soy una persona que jamás me involucré en nada de política y sin querer me encontré a la par con sus ideales y me contagie de las ganas”, o “realmente me comprometí porque en ustedes encontré gente con quien compartir mis ideales, los he estado buscando toda mi vida política y personal. No hace falta que les aclare que contarán conmigo para lo que necesiten a todo nivel”.
Es evidente que la dirección nacional del PO no puede explicarle a su militancia en Puerto Madryn cómo es que también perdieron allí. Sin dudas eso les puso los pelos de punta. Sin embargo, nosotros ya dimos las explicaciones del caso en el artículo citado: “Para ello fue fundamental el apoyo que tuvimos desde compañeros independientes que vieron en nuestra lista lo nuevo del clasismo, en particular muchos docentes reivindicando a Nicolás Del Caño que cobre su dieta como la de ellos y que el resto la done a las luchas obreras”. Es decir, se le reconoció por su denuncia a la casta política y la destacada labor militante. Y ni hablar en el departamento de Rawson, integrado por Trelew y la capital provincial, donde según los números del escrutinio definitivo (que por cierto, tiene al PO ausente del mismo), les sacamos una ventaja superior al 25 por ciento de votos. Esta diferencia en nuestro lugar de militancia se explica justamente por el hecho de nuestras intervenciones en las principales luchas de la zona, que nos muestran como una de las corrientes más dinámica de la izquierda, y la única clasista.
Otro pasaje imperdible del artículo de Altamira y Ramal dice que “Esos resultados obedecen a una mejor influencia mediática, lo cual determina una diferenciación de las posiciones en disputa y la recepción que tuvo en el electorado que votó en esta ocasión al FIT”. Si bien el PO busca relativizar la influencia política de nuestra lista, y que dicho argumento ya fue respondido, el mismo no deja de tener una pizca de realidad al evidenciar los enormes límites del aparato de comunicación de dicha fuerza. Cuestión que no ocurre en el PTS. Una vez más, volviendo a nuestro primer balance de las PASO, dijimos: “Durante la campaña continuamos solidarizándonos con las luchas en curso, como las de Aluar y docentes. En esto cumplió un rol clave La Izquierda Diario reflejando lo que los medios provinciales no cubren, y haciéndolo desde la perspectiva de los trabajadores, lo que nos valió el reconocimiento de los mismos, y su predisposición para ayudarnos con la campaña y la fiscalización el domingo”.
Como frutillita de un postre que de dulce tiene poco para la militancia del Partido Obrero, la editorial también dice: “La votación -y el propio escrutinio- estuvieron teñidos por una confusión política muy seria -como la similitud de las boletas en el cuarto oscuro y la complejidad para el vuelco de los datos en los telegramas y certificados de escrutinio”. Si bien este argumento es poco creíble para cualquier mortal, aun más lo es para Chubut donde, como se puede observar en la foto, las boletas del PO, en especial en las escuelas de Trelew, eran casi un tercio más grandes que las nuestras.
La dirección del PO debería aceptar la derrota con altura y sumarse a la campaña para afrontar las generales en octubre de manera unitaria con los vencedores de las PASO. A nosotros nunca se nos hubiera ocurrido subestimar la militancia de los compañeros en Chubut. En esto también somos distintos. El Frente de Izquierda debe proponerse en nuestra provincia duplicar los cinco mil votos obtenidos organizando a trabajadores, la juventud, estudiantes y luchadores en torno a comités de campañas en las distintas localidades para profundizar lo que venimos haciendo desde que el FIT se conformó a nivel nacional y provincial, allá por el 2011: plantearle a los trabajadores y el pueblo una salida socialista a la crisis que los partidos patronales quieren hacerles pagar sobre sus espaldas.