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Red Internacional
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OPINIÓN. Chubut: el odio de la Iglesia hacia las mujeres tras el 8M

El cura Garcia escribió una carta de lectores en el Diario El Chubut en el que intenta criminalizar a las organizaciones de mujeres, pero ni una sola palabra sobre los femicidios.

Lunes 13 de marzo de 2017 09:48

Como si fuera una escritura de la Santa Inquisición refiriendose a un acto de hechiceria, el párroco Hector Fabián Garcia escribió una carta de lectores en el Diario El Chubut, tras la manifestación del Paro Internacional de Mujeres del 8 de Marzo, donde les adjudica a las organizaciones de mujeres un patrón violento, vengativo y de odio en las movilizaciones llamadas por el susodicho "marchas de la bronca". Claramente son marchas de la bronca porque cada 18 horas, una mujer muere por la violencia machista. Esta violencia estructural, sostenida y reproducida por la institución a la cual él representa, no es de importancia ya que no se encuentra mención alguna acerca de los 57 femicidios sucedidos en lo que va del año. Una bronca que no encuentra respuesta en el Estado, pero si en las calles y en la organización de las mujeres por sus derechos.

Pero claramente demuestra importancia por las paredes manchadas con pintura, mas que la vida de cientos de mujeres muertas por violencia de género.

Punto aparte requiere el tema del aborto, que si merece su posicion al respecto, ya que el mandato de la Iglesia ha sido desde siempre, el rol de la procreación y la maternidad para la mujer. Si, deciden por nosotras. La Iglesia tiene un peso y una dominación sobre la legislaciones, la vida y la sexualidad de millones de mujeres en todo el continente.

Si una mujer no desea ser madre o no puede darle las condiciones dignas de existencia a su hijo, no hay otro camino mas que la maternidad obligatoria.

El aborto es considerado un pecado para esta institución retrógrada, no importa que la mujer no pueda decidir sobre su cuerpo. Suena paradojico que, el cura Garcia lo mencione como un derecho individual, cuando sabemos que no podemos abortar libremente y de manera segura, teniendo como consecuencia la muerte de mas de 500 mujeres pobres por abortos clandestinos. Si tuviéramos el aborto legal, que nos siguen negando, salvaría miles de vidas, y daria a las mujeres la elección de ser o no madres, por sobre la imposición de la Iglesia

Por eso, se hace evidente que la lucha por este derecho democrático elemental debe ser acompañada de la pelea por la separación de esta institucion y del Estado, alianza enemiga de nuestros derechos.