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Red Internacional
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Chubut: miles de despidos encubiertos y flexibilización laboral en el petróleo

Amplio panorama sobre la reestructuración del sector que avanza sobre las conquistas de los trabajadores y la relación de esta situación con las elecciones que se vienen en el sindicato.

Iván Marín Trabajador de prensa de diario El Chubut

Martes 2 de agosto de 2016 08:13

Cada semana se suman más operadoras y empresas de servicios con intentos o amagues de despidos en el sur de la provincia. La semana pasada Jorge Taboada, diputado nacional por el FpV, y referente del Sindicato de Camioneros, adelantó que ya se habría producido más de ocho mil despidos encubiertos. Otros sectores hablan de una cifra menor, pero que el número total al que aspiran a despedir las operadores andaría en alrededor de tres mil quinientos. Claramente se está descargando la crisis del sector sobre las espaldas del pueblo trabajador, avanzando en un cambio estructural sobre las conquistas históricas de los obreros del petróleo. Una reconfiguración profunda de todo el entramado del sector está ocurriendo anta las narices de las cúpulas sindicales y los gobiernos municipales y provinciales. Encontronazos entre las burguesías locales y las multinacionales expoliadoras hacen de la situación un escenario con final abierto. El gobierno nacional de Mauricio Macri parece manejar la batuta de los ritmos del ajuste a pesar de los ladridos de caudillos del PJ chubutense. Un combo de mezquindades y negociados con resoluciones cortoplacistas. El fantasma del estallido social recorre cada conversación y discusión sobre el tema.

El viernes pasado miembros de la comisión directiva de los sindicatos del petróleo y gas privado de Chubut y Santa Cruz, junto a la Cámara de Empresas Productoras de Hidrocarburos (CEPH) y el ministerio de Trabajo de Nación, se reunieron para avanzar en la reestructuración del sector. Por su parte la Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales (CEOPE) se levantó de la mesa de negociación un día antes. Estas últimas son las empresas de servicios (tercerizadas) que se encuentran en una batalla por su existencia contra las operadoras. Empresarios como Cristóbal López, políticos de la zona y burócratas sindicales son propietarios de este tipo de empresas. El 4 de agosto se vence el plazo para que las operadoras y las empresas de servicio paguen la primera cuota de la recomposición salarial, que llega a un exiguo 18 por ciento. En caso que alguna no lo pague, esa empresa parará. No hay amenazas de paro general en el sector. Las empresas de servicio ya anunciaron que no pagarán el 18 por ciento.

La Izquierda Diario entrevistó a Eduardo, trabajador petrolero que está siendo presionado para jubilarse. Abordamos los puntos que se tocaron en la reunión del viernes y los que quedaron pendientes. El próximo lunes 8 de agosto continuarán las negociaciones, que a todas luces es un claro y profundo avance de la flexibilización laboral sobre el sector. Uno de los primeros puntos que toca el acta es de las jubilaciones anticipadas. Al respecto Eduardo esclarece que “la ley dice que vos te podés jubilar a los 60 años. Pero hay un decreto que dice que nosotros por el trabajo insalubre podemos jubilarnos con 50 años pero 25 de aporte”. Las operadoras se toman de este punto para obligar a los trabajadores a jubilarse, y con ello reducir costos. Este tipo de trabajadores en general ya cuentan con una especialización y sus sueldos suelen estar arriba de los 50 mil pesos. Con la jubilación pasarían a cobrar alrededor de 30 mil pesos, más o menos lo mismo que cuesta la canasta familiar en Comodoro Rivadavia.

Otro ítem es el traspaso de personal de distintos servicios. Básicamente es volver a la multiplicidad de tareas en el sector, “vos tenés hoy una categoría, sos ayudante mecánico, pasarías a ser un ayudante de tareas general. Sería menos sueldo y más trabajo”, prosigue el trabajador. Otro punto controversial es el trabajo con viento, en una zona donde lo que abunda justamente son las fuertes ráfagas de aire. Eduardo dice que por ese motivo “hay veces que se para porque no se pueden hacer maniobras por vientos fuertes, corren riesgo los trabajadores. Con esto te están obligando a trabajar con viento. Si hay más de 50 kilómetro de viento no se trabaja por el riesgo. Se han reducido muchos los accidentes con no trabajar, pero ahora volvemos para atrás. Quieren que trabajemos”.

La cuestión del transporte nocturno es otra de las conquistas sobre las que quieren avanzar las petroleras: “por lo general cuando se termina un pozo, el equipo es todo transportable, se saca de una locación y se transporta a otra, por lo general todo en camiones. Eso no se hace de noche, siempre se transporta cuando sale el sol. En verano a partir de las ocho de la mañana y en invierno a partir de las diez. Ahora se va hacer porque quieren hacerlo de noche. Terminaste el pozo tipo cuatro de la tarde, empezás a desmontar y cargar todas las cosas sobre camiones dos de la mañana y tenés que transportar”.

Como no podía ser de otra manera, la simultaneidad de tareas también se puso como una condición sine qua non por parte de las empresas. Eduardo nos ejemplifica a qué se refieren con ello: “yo soy de terminación y reparación, hay gente que es de pulling, de perforación, de mantenimiento. Mañana necesitan un ayudante y yo estoy parado en mi casa, me dicen che andá de ayudante de soldador. Eso hoy no lo podés hacer”. Otro tema que está en el acta es el ausentismo. Para ello las empresas contarán con la abierta complicidad del sindicato para controlar a los propios trabajadores. “No te vas a poder ni enfermar de ahora en adelante”, es una de las frases que recorren las redes sociales y los yacimientos en los últimos días. Otro de los puntos es el de la espera de personal. Si hay un accidente o algún trabajador falta, las tareas no se suspenden hasta que suba al pozo otro obrero, como ocurre ahora, sino que continuarán con el personal que se encuentre en el lugar. Recordemos que en agosto del año pasado Cristián Gutiérrez falleció en un yacimiento de Tecpetrol justamente por desidia de la empresa. Otros trabajadores pelearon varias semanas por su vida en el mismo accidente.

“Lo primero que ellos quieren hacer es reducir personal. Una vez que tengan reducido el personal tienen que tener condiciones para que la gente que quede haga las funciones que hacía el otro personal, porque se sabe que va haber una reactivación, será dentro de va meses, un año. No mucho pero va haber. Entonces, no quieren tomar gente, quieren seguir trabajando con la gente que va a quedar. Ahí es donde ellos ya están adecuando toda la estructura para trabajar con multiplicidad de tareas, a otro ritmo, el tema de transportar de noche, trabajar con viento”, denuncia Eduardo.

Sobre el final del acta se señalan otros puntos a discutir en la próxima reunión. Uno de ellos es el diagrama de trabajo. “Ellos quieren llevar a una diagrama de 8 horas. Por lo general nosotros trabajamos 6 x 3, y ellos quieren llevar a un diagrama de 8 x 4. Te generan que vos trabajás más días al mes” dice el operario. Respecto a la reducción de la jornada de trabajo de 12 a 8 horas, Eduardo dice que lo que quieren hacer también es “eliminar los adicionales que tenemos. Los adicionales de torre, yacimiento, altura, vianda de 12 horas, las horas de viaje, etc”. Un trabajador pasaría de cobrar 45 mil pesos a aproximadamente 30 mil si se la quitan estas conquistas. Desde ya, esta es un caso para ejemplificar. También se pretende avanzar sobre las horas extraordinarias y el redimensionamiento de la industria. En este último punto Eduardo señala que se refiere a la cuestión convencional, es decir que muchos trabajadores pasarían de pertenecer al Sindicato de Petroleros Privados a otros con menores sueldos como UTA, UOCRA o Camineros, por citar algunos.

Elecciones en el sindicato entre falsas opciones

El domingo se conoció la convocatoria a elecciones del Sindicato del Petróleo y Gas Privados de Chubut para el 4 de noviembre. Este no es un detalle menor, pues las diferencias al interior del sindicato recorren todo el proceso de crisis abierto a fines del año pasado. Por el momento habría cuatro sectores con intención de presentarse. La estrategia de las tres listas que no pertenecen al oficialismo sería apostar al desgaste de este en las negociaciones, sino no se entiende la liviandad con la que afrontan el ajuste que se está implementando en el sector. Dos de esas listas son desprendimiento de la actual conducción, y la otra lo condujo antes de la actual. En definitiva, nada bueno puede salir de estos sectores, pues sus métodos burocráticos de conducción no dejan lugar a dudas.

Eduardo nos caracteriza la disputa. Dice que una de las listas es la Roja y Amarilla “que tiene como referente principal, no como candidato, a Rudy Fournier que es secretario Adjunto de la comisión actual. Lo tiene a otro referente, secretario de Acción Social Javier Moyano, y a un montón de delegados y miembros de comisión directiva”. Este sector está cercano al “PJ, pero está más ligado a ciertos empresarios de Pymes que están siendo dejadas fueras de los yacimientos, como Cristóbal López”, amplía el trabajador. También está la lista Blanca, conducida por Carlos Martínez, actual secretario de Actas, quienes responden directamente al PJ-FPV. Se corre el rumor que Martínez estaría muy cercano al intendente de Trelew Adrián Maderna.

La lista Verde la encabeza el diputado provincial dasnevista Mario Mancilla, quien fuera conductor del sindicato en el período anterior. Aparentemente existirían impedimentos legales para que él pueda presentarse, por lo que se corre el rumor que iría en su lugar Marcos Vázquez, secretario de Capacitación, Cultura y Educación de la actual comisión directiva.

Como dijimos anteriormente, la conducción del sindicato está a cargo de Jorge Ávila, de la lista Azul. Si bien en las elecciones del año pasado apoyó al candidato a gobernador por el FpV Martín Buzzi, desde que Das Neves accedió al Ejecutivo provincial está cercano a él, al igual que al intendente Carlos Linares del PJ.

Frente a este panorama consultamos a Eduardo cómo era vista la izquierda entre los trabajadores petroleros. Nos respondió que bastante bien, sobre todo cuando hay procesos de lucha. Recalcó que históricamente “nunca fue mal vista. Es más, cuando la izquierda empieza a hacer un trabajo automáticamente lo primero que tratan de hacer es cooptarlo para llevárselo porque saben que después no lo pueden manejar”. Destacó la campaña que hizo el PTS y el Frente de Izquierda durante las PASO y las elecciones generales del año pasado con la fórmula Nicolás del Caño-Myriam Bregman.

No puede ni debe sorprender que frente a este escenario ninguna corriente político-sindical plantee una resolución más estructural a la crisis del sector. La nacionalización de las empresas, sin indemnización y bajo gestión de los propios trabajadores está muy lejos del horizonte de estos sectores y de las distintas corrientes burocráticas que conducen o apuntan a conducir los sindicatos. La apertura de los libros contables de las multinacionales o de las operadoras de servicios para corroborar la situación financiera tampoco es una consigna levantada por ninguno de estos sectores.