Con 38 planteles de la UNAM en paro, más de 200 mil estudiantes de las universidades públicas de la CDMX se movilizaron en repudio al ataque porril ocurrido en Ciudad Universitaria el pasado lunes.

Joss Espinosa @Joss_font
Jueves 6 de septiembre de 2018
Desde minutos antes del medio día decenas de contingentes se empezaron a agrupar a las afueras de la Facultas de Ciencias Políticas y Sociales de donde partió la movilización rumbo a Rectoría. La masividad de la marcha era notoria, aún pasadas las 2 pm seguían llegando contingentes de las escuelas más alejadas de Ciudad Universitaria.
Ni bien se habían retirado los contingentes de la explanada de Rectoría, Enrique Graue, con un tono condescendiente, como si el movimiento no supiera que sus demandas son válidas y realizables, llamó a una mesa de diálogo para resolver el pliego petitorio del CCH Azcapotzalco.
Si bien esto es producto de la impresionante marcha de este 5 de septiembre, no es más que un intento de descomprimir el movimiento, intentado que quede atrás uno de las consignas que se ha extendido en varias de las asambleas de base la cual pide la destitución de Enrique Graue, Benjamín Barajas y todo el aparato represivo de la Rectoría.
El futuro del movimiento no sólo tiene que ver con la resolución del pliego de CCH Azcapotzalco, sino con una profunda transformación de la vida interna de las universidades, donde no sólo pidamos la destitución del rector, sino elección directa de todos los funcionarios, incluyendo también la toma de decisiones del uso de presupuesto, planes de estudio y la vida en general al interior de la Universidad
La perspectiva que impulsamos los militantes de la Agrupación Juvenil Anticapitalista en todas las asambleas donde participamos es la de poner las fuerzas que se movilizaron hoy al servicio de construir una educación superior al servicio del pueblo pobre y trabajador, con una universidad abierta a los hijos de los sectores más oprimidos de la sociedad.
Esto sólo lo podremos lograr de manera independiente sin ninguna confianza en las autoridades universitarias, enarbolando un gran movimiento nacional en defensa de la Educación Pública que luche por aumento al presupuesto educativo en detrimento de las ganancias de las grandes fortunas y el cese del pago de la deuda externa.