La lucha de las y los trabajadores del equipo de salud viene haciendo algunos avances en poner sobre la mesa las degradadas condiciones laborales y salariales. Logró que el gobierno provincial se sentara a negociar con un institución surgida al calor de la lucha como la Coordinadora Salud Unida de Córdoba desconociendo a la burocracia del SEP. Es fundamental mantener esta organización conquistada para ir por más hasta que se hagan efectivas las promesas del gobierno y por todos los reclamos pendientes. La lucha sigue.
Martes 6 de diciembre de 2022 17:11
Las y los trabajadores de la salud de Córdoba estamos protagonizando una de las luchas más importantes en la historia del sector. No sólo conquistamos un aumento por en aumento por encima de lo que había negociado el SEP para todos las y los profesionales y un monto por encima de la inflación para el resto de las y los compañeros del equipo que trabaja en los centros sanitarios, sino que cuando el gobierno y el SEP decían que no se podía otorgar tal aumento, que no había "caja", nosotros lo conseguimos.
El gobierno también tuvo que reconocer que las demandas de pasa a planta y de que todas y todos estemos bajo la misma ley (no separados en la ley para el personal del equipo sanitario por un lado - Ley n° 7625, y la de los empleados de la administración provincial - Ley n° 7233, por el otro) es un reclamo legítimo y el siguiente paso a conquistar, peleando para que las promesas del Poder Ejecutivo sobre la modificación de las leyes en cuestión tras la apertura de sesiones en febrero del 2023, sean cumplidas.
Pero los hecho hasta aquí nos dejan, a esta altura del camino, algunas conclusiones. Veamos.
En primer lugar, esta lucha fue posible por una unidad inédita entre todos los sectores que conformamos los equipos de salud y que pusimos en juego nuestras propias vidas durante la pandemia de COVID-19. Este tal vez sea el principal logro de este proceso, ya en que décadas de avance neoliberal y lo que significó la división entre precarizados, monotributistas, profesionales médicos, personal de enfermería, residentes, dentro de nuestro equipo, es inédito. Se vuelve fundamental, entonces, comprender que esa unidad que fortaleció nuestra pelea, será uno de los principales centros de ataque del gobierno y quienes actúen bajo su amparo, ya que intentarán volver a dividir.
En segundo lugar, esta unidad, por otro lado, pudimos expresarla en una organización democrática como la Coordinadora Salud Córdoba Unidad donde todos los sectores nos vimos representados con delegados de base con mandato de las asambleas por hospitales y nosocomios. Esta democracia desde las bases fue en gran parte, garantía de la unidad, de que no surjan nuevas burocracias que usufrutuando nuestra lucha colectiva y que intentara beneficiarse personal o sectorialmente.
Por otro lado, la experiencia de muchos años soportando injusticias, nos permitió a las y los trabajadores evitar la confianza en el gobierno de Schiaretti que es el responsable de la propia situación que desde el equipo de salud denunciamos. Por ello, no nos conformaron con promesas y no bajamos los brazos cuando todos nos quisieron ningunear.
Luchamos con total independencia política del gobierno y sus representantes o de los partidos políticos patronales que de manera oportunista, como el radicalismo o el juecismo, trataron de usar el conflicto para ubicarse en su carrera electoral. Evitamos así que nadie nos pusiera un techo a su reclamo, sólo confiando en las fuerzas propias y apelando al enorme apoyo de la población que sabía claramente del rol jugado por el personal de salud en salvar sus vidas y las de sus familias. Ese apoyo fue fundamental para que nuestro conflicto no quedara aislado y fuese así, debilitado. Esta unidad entre trabajadores de la salud y población es una fortaleza desde la cual partimos para retomar esta lucha.
Por último, todo estas conquistas las obtuvimos a través de los métodos de lucha propios de las y los trabajadores, de nuestros propios métodos: asambleas, paros y movilizaciones. Demostramos que se puede luchar contra todos los que dicen que tenemos que resignarnos al ajuste. Contra todas las conducciones sindicales que nos han entregado durante todos estos años. Nuestra lucha se ha convertido en un ejemplo para miles de trabajadores de la provincia.
Entonces, ¿cómo seguimos?
Tal como se expresó en las asambleas, este importante paso dado en el reconocimiento del retraso salarial, no incluye sin embargo, a todos los sectores por igual. Es y ha sido un reclamo histórico que todo el equipo de salud esté amparado bajo la misma ley. Por ello, una de las mayores razones de nuestra desconfianza en el gobierno del PJ y la continuidad en el estado de alerta, es que la promesa de abrir la discusión sobre la modificación de las leyes implicadas para hacer esta unificación es sólo eso, una promesa.
Es conocido por muchos de nosotros y nosotras que el gobierno de Schiaretti tiene mayoría en la legislatura Unicameral y que, tal como ha hecho en otras ocasiones votando leyes exprés que perjudicaron a las y los jubilados, o atacando nuestras conquistas, podría llamar a sesiones extraordinarias para acelerar la discusión y responder a nuestras demandas de manera urgente.
Este reclamo, que logramos imponer en la mesa de negociación es, sin embargo un reclamo fundamental de todo el equipo que la Coordinadora Salud Córdoba Unida tiene que sostener con centralidad: todo nuestro equipo de salud tiene que ser contenido por la Ley n° 7625. Ni un paso atrás hasta conseguirlo.
El gobierno sabe que éste es su punto más débil y jugará todas las cartas a la división para que las diferencias estructurales del equipo sanitario, la precarización y falta de derechos se sostengan. Por eso, la división y el quiebre de la organización que conquistó hasta ahora importantes pasos en la lucha, sólo favorecería al gobierno de Schiaretti.
Las y los trabajadores de la salud hemos conquistado la atención de importantes trabajadores de otros sectores como docentes, trabajadoras de la limpieza, la construcción, gastronómicos, etc, que lejos de la resignación que imponen las conducciones de los sindicatos, vieron en su lucha un importante ejemplo. Las muestras de simpatía en las calles cada vez que salimos a movilizarnos dieron cuenta de ello. Se vuelve importante que el las y los trabajadores de salud seamos conscientes de que esto también es una conquista de su lucha frente a miles que como nosotros, sufren la precarización laboral y los bajos salarios.
Esta pelea y la organización conquistada a través de la Coordinadora como expresión de las asambleas y sus mandatos de base, es una referencia para quienes quieren enfrentar el ajuste en curso, como docentes y todos los estatales ante quienes UEPC y el SEP cerraron paritarias a la baja. La referencia, no es sólo local, sino que las y los trabajadores de salud peleamos en distintas provincias y mostramos el camino para dar estas batallas contra los salarios de hambre y miserables condiciones de vida y de trabajo.
Las y los trabajadores de la salud cordobesa tenemos un enorme desafío: la Coordinadora necesita mantenerse organizada, para ser reconocida en la próxima negociación paritaria, pero también que quienes hemos sido protagonistas de esta lucha; quienes sacamos las conclusiones de la importancia de la organización desde las bases, la coordinación y unidad con la población; quienes buscamos organizarnos de manera independiente de los gobiernos y cúpulas sindicales, podamos agruparnos para defender estos principios.
Quienes impulsamos la agrupación Salud D-Base, así como quienes hacemos La izquierda diario, estamos a disposición de dar pasos decisivos en esta perspectiva.