Se dio cierre al taller de feminismo socialista con la presencia destacada de mujeres que luchan por la vivienda en los barrios recuperados 23 de agosto y La Nueva Unión junto a otras trabajadoras ocupadas, desocupadas y docentes en una jornada de sol, pileta y debate.
María Ibañez @_IbanezMaria
Domingo 5 de febrero de 2023 23:00
Durante la tarde del miércoles 1 de febrero realizamos el segundo encuentro y cierre del taller abierto sobre “Feminismo y socialismo” en un día a puro sol y pileta en González Catán. Participaron jóvenes trabajadoras, docentes, destacándose las mujeres que son parte de la lucha por la vivienda del barrio recuperado 23 de agosto en Los Ceibos y de La nueva unión en Rafael Castillo junto a Nancy, madre de Octavio, joven asesinado por la desidia patronal y el hermano y amigas de Oti que continúan la lucha por justicia.
También estuvieron presentes Nathalia González referente de Pan y Rosas y dirigente nacional del PTS y Natalia Hernández, docente y concejal por el PTS- Frente de Izquierda en La Matanza.
El debate comenzó retomando algunas de las principales ideas sobre las que se intercambió en el primer encuentro del curso Feminismo Socialista en González Catán.
¿Cómo se expresa la desigualdad social bajo el sistema capitalista? Sabiendo que vivimos en un sistema capitalista patriarcal que basa su existencia en las relaciones de opresión y explotación: Por eso hablamos de opresión de género y sus orígenes, dando lugar a los ejes centrales del debate en este segundo encuentro sobre la relación entre explotación - opresión y el trabajo doméstico que recae centralmente sobre las mujeres y es establecido desde esta relación de opresión, sostenido por el "rol social" que se le impone a la mujer bajo el sistema capitalista patriarcal.
En el debate sobre la explotación que sufren los trabajadores y trabajadoras bajo este sistema, entre las primeras ideas que circularon en el intercambio, Cami, una joven trabajadora de la zona planteó que lo entendía pensando en el ejemplo de un trabajador que trabaja muchas horas y le pagan un sueldo bajo. Tomó como ejemplo el crimen laboral de su amigo Octavio, víctima de la precarización laboral; murió el 2 de junio de 2021, a los 20 años cuando la patronal lo mandó a pintar dentro de un tanque con productos químicos, sin los elementos de protección necesarios. Por otro lado Esther, una de las vecinas del barrio en recuperación 23 de agosto de Los Ceibos, lo relacionó con ejemplos de explotación infantil, que se viven más crudamente en el interior de las provincias.
Luego de esta introducción, pasamos a ver los videos de "Trapitos al Sol" realizados por la agrupación de mujeres Pan y Rosas y Campus Virtual de La Izquierda Diario.
Siguiendo el intercambio sobre qué es la explotación, el debate se dio sobre el hecho de que aunque los y las trabajadoras son quienes, producto de su trabajo, crean todas las riquezas sociales, el salario que reciben a cambio no depende de cuánta riqueza social producen, sino que está dado por lo que necesitamos para vivir y volver al trabajo al otro día. Entonces el debate fue sobre ¿Si una persona trabaja 6 horas y cobra un sueldo que le alcanza es explotada? ¿Y una persona que trabaja 12 horas y cobra un sueldo por debajo de la canasta? ¿En ambos casos hay explotación?
Las participantes concluyeron que siempre hay explotación, ya que este robo por parte de los capitalistas es lo que garantiza sus ganancias y que las riquezas las acumulen un grupo reducido de personas a nivel mundial, a costa del trabajo de millones gracias a la explotación de una inmensa mayoría de la sociedad; la clase trabajadora.
Fue Cami quien sumando a su idea inicial, concluyó entonces con un ejemplo de
cuando ella trabajaba vendiendo remeras y le pagaban no por lo que vendía sino que con un par de remeras que vendía ya le cubrían el sueldo y lo demás se lo llevaba su patrón.
Entre mates, todas daban su punto de vista, contando desde sus propias experiencias como mujeres trabajadoras. Anto, vecina del barrio 23 de agosto, contó cómo las mujeres generalmente solo podemos acceder a trabajos más precarios, en gran parte relacionados al cuidado o a la limpieza desde su propia experiencia trabajando años bajo patronas, que aprovechan la condición desigual de las mujeres, con muy bajos salarios y exigiendo múltiples tareas; contando también como en la pandemia hasta las obligaban a quedarse sin retiro para evitar contagiarlos a ellos, por el mismo sueldo, sin importar su salud o estar por varios días lejos de sus familias: "Nunca dejamos de trabajar"
Abriendo así las incógnitas sobre si lo que sostiene centralmente al capitalismo sigue siendo la explotación del trabajo asalariado y el robo sobre el trabajo no pago ¿Por qué le sirve al capitalismo, que explota a la mayoría trabajadora, mantener esta situación de opresión en las mujeres, que se expresa en gran parte en el trabajo doméstico no pago, en menos derechos y más precarios que los varones? Y que esto implica una mayor desprotección social, por ejemplo no tener acceso a una obra social y, en un futuro, tener una mayor dificultad para acceder a una jubilación por no tener aportes. Las mujeres presentan mayores niveles de desocupación, ganan menos y, por consiguiente, son más pobres. No pueden acceder a una vivienda o salud y educación con plenos derechos.
Al respecto Cari, del barrio recuperado La nueva Unión, decía que al ser las mujeres más pobres que se encargan de sostener los comedores comunitarios en los barrios, haciendo malabares para conseguir insumos y garantizar aunque sea un plato de comida al día para las familias, igualmente al llegar a casa las tareas del hogar siguen recayendo en las mujeres: "Es un doble trabajo y ninguno es pago".
Producto de estas conclusiones nos preguntamos: ¿Es posible pensar en la emancipación de las mujeres sin cuestionar y terminar con la explotación de la mayoría de la humanidad?
Este segundo encuentro de este taller introductorio a las ideas del feminismo socialista, culminó con muy buenas conclusiones, sintetizando que en ese vínculo entre opresión y explotación radica la necesidad de que la lucha contra la opresión de las mujeres adquiera una perspectiva anticapitalista, socialista y revolucionaria. Tomando ejemplos de cómo en el camino la clase trabajadora lucha por mejorar las condiciones de vida, y que el feminismo socialista plantea que la verdadera igualdad entre hombres y mujeres sólo puede hacerse realidad cuando se haya abolido la explotación de ambos por el capitalismo y se haya transformado el trabajo privado en el hogar en una industria de carácter público.
Las participantes propusieron llevar estos cursos a sus barrios o lugares de trabajo y estudio, para poder sumar a más mujeres.
Todas las participantes coincidimos en que es necesario organizarnos y pelear en común por todos nuestros derechos junto a nuestros compañeros varones.
Este curso nos permitió abrir un debate más profundo entre compañeras de Pan y Rosas y el PTS con compañeras luchadoras con las que peleamos juntas y que vienen haciendo una experiencia política con el partido, sobre el feminismo socialista y cómo nos diferenciamos de quienes en nombre del feminismo, nos proponen pelear dentro del sistema capitalista con la ilusión de reformarlo o que nuestra lucha se limite como mucho a aspirar conquistar solo algunos derechos o "votar mejor" apoyando variantes capitalistas que son quienes nos someten a esta condición de desigualdad. Que el feminismo que queremos desarrollar juntas, plantea la necesidad y la posibilidad de transformar de raíz el sistema capitalista patriarcal y que nuestros fines últimos sean hacia una nueva sociedad sin opresión ni explotación.