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Red Internacional
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MUNDO OBRERO ESTADO ESPAÑOL. Cifra histórica de muertes en el trabajo, un 10% más que el año pasado

Los datos del Ministerio de Trabajo de accidentes laborales mortales de enero a julio de 2022 dan un registro de 386, 60 más que el año pasado en las mismas fechas. Estas cifras dejan por fuera buena parte de los accidentes laborales que se lleva por delante el beneficio de la patronal. Nuestras vidas valen más que sus ganancias.

Lunes 26 de septiembre de 2022

Los datos del Ministerio de Trabajo de accidentes laborales mortales de enero a julio de 2022 dan una cifra de 668 fallecimientos en el año entre julio de 2021 y julio de 2022. Estas cifras son las más altas en un año desde el estallido de la crisis de 2008, dando para el periodo de enero-julio de 2022 una media de casi dos muertes laborales registradas al día, 12,86 por semana.

También los accidentes por los que se ha dado baja por gravedad ascienden a casi 650.000, teniendo en cuenta que buena parte de las lesiones y padecimientos causados por el trabajo no incluyen una baja por la exigencia patronal, al medio a no renovar el contrato o al despido por porcentaje de bajas en un periodo de tiempo. Este grado de brutalidad patronal queda avalado por sucesivas reformas laborales y aumentan los dolores y riesgos de la clase trabajadora.

Falta de equipamiento de seguridad en los puestos de trabajo, aumento del estrés durante la jornada, rebaja de los controles de calidad en la maquinaria, mayor presión patronal, jornadas laborales maratonianas, pluriempleos para “alcanzar” un sueldo, son sólo algunas de las situaciones con las que lidian millones de trabajadores cada día.

Estas cifras alarmantes, sin embargo, deben ser puestas en cuestión, puesto que la realidad de la siniestralidad laboral ofrece un panorama aún más dañino. Deben ser tomadas como “aproximativas” puesto que no recogen las muertes y accidentes laborales de los trabajadores que tienen que ganarse el pan en la economía sumergida. Para 2014, el Consejo Empresarial para la Competitividad calculaba en 1,8 millones de trabajadores de la economía sumergida, un 11% del PIB del Estado.

Es por ello que las cifras son aún más alarmantes e indican que si la explotación, mata; la precariedad lo hace aún más. Es en este mismo año en el que la sed de mantener las ganancias por parte de los empresarios, ha hecho que la precariedad aumente especialmente.

La desidia y la codicia de la patronal y las administraciones que les protegen no tiene muchos reparos en pasar por encima de nuestras vidas. No podemos seguir dejando que la crisis, y la voracidad sin escrúpulos de los empresarios, nos cueste diariamente nuestra salud e incluso nuestra vida.

Frente a la voracidad sin escrúpulos de los empresarios y la custodia de sus ganancias ejercida por los gobiernos capitalistas, levantemos la pelea por medidas como la prohibición inmediata a trabajar con altas temperaturas, planes de obras públicas bajo control obrero y no bajo control irracional de administración o patronal, reparto de las horas sin rebajar salario, y la jubilación temprana y menos paro joven; trabajemos menos, trabajemos todas. ¡Ni un crimen patronal más! ¡Nuestras vidas valen más que sus ganancias!

Estas terribles cifras desvelan una realidad de explotación y miseria silenciada a diario pero que es la base de la sociedad capitalista. No obstante, denunciamos que no se podrá salir de dicha miseria con las mismas políticas burocráticas que han llevado a la clase obrera a esta horrible situación. Tan sólo con un programa de autoorganización de las y los trabajadores en cada centro de trabajo, que supere la pasividad de las grandes burocracias sindicales, y que luche desde la independencia de clase contra la explotación capitalista podremos parar esta sangría que sufrimos a diario.