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Red Internacional
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CATALUNYA. Cinco claves de la huelga catalana en educación y sanidad

Presentamos cinco claves para entender cuál es la situación de estos sectores, así como la responsabilidad política. Infrafinanciación, privatización, segregación de clase en la educación, reducción de plazas universitarias en el ámbito de la salud y condiciones laborales precarias son los rasgos característicos del modelo educativo y sanitario en Catalunya.

Jueves 19 de enero de 2023

El miércoles y jueves de la semana que viene el sector sanitario y educativo está llamado a la huelga. Dos jornadas en las que el alumnado se sumará en solidaridad con el profesorado y las trabajadoras de la salud. Bajo el lema “sin sanidad estamos muertos y sin educación no hay futuro” denuncian el desmantelamiento de los servicios públicos desde hace años. A continuación, hacemos una compilación de los principales datos que explican la situación.

Infrafinanciación

Por lo que respecta a Sanidad, el aumento del presupuesto de la Generalitat en un 26% desde 2008 contrasta con el incremento de solo el 18% en materia de Salud. A su vez, el porcentaje que representa la partida destinada a este sector respecto al presupuesto total se ha reducido un 1,5%, pasando del 27% al 25,5%. Ahora, el aumento de 1.000 millones que promete Balcells queda lejos de los 1.500 millones que los médicos consideran mínimos para sostener el sistema.

En el caso de la enseñanza, apunta en la misma dirección. Los datos de 2019 muestran que el gasto educativo representaba un 3,7% del PIB catalán y, de acuerdo con el informe proporcionado por CCOO, actualmente la cifra es de 3,82%. Sea como fuere, se sitúa muy por debajo del 6% que establece la Ley de Educación de Cataluña (LEC) y reclaman los sindicados desde hace años.

A pesar de que las competencias de estos ámbitos están bajo el control de las CCAA, el gobierno del PSOE y Unidas Podemos parece compartir la misma filosofía con una agravante no menor. El aumento del 26% del gasto militar en los Presupuestos Generales recientemente aprobados contrasta con el incremento del 7,5% y 6,6% en Sanidad y Educación, los cuales son en realidad un congelación y reducción si tenemos en cuenta el impacto de la inflación.

Así, se mantiene la degradación de los servicios públicos y, además, se refuerza enormemente el imperialismo español para vallar el paso a inmigrantes que huyen de la miseria a la vez que se sigue actuando como brazo armado del IBEX 35.

Privatización

Catalunya es campeona estatal de subvencionar el negocio de la sanidad privada. Los conciertos sanitarios recibieron 24,2% del presupuesto de Salud en 2020 según los datos del Análisis de la Sanidad Privada Española elaborado por la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE). Para que nos hagamos una idea de cuánto supone de manera comparada, esto significa que es la primera de todo el Estado y supera a la Comunidad Autónoma de Madrid (8,9%). El grado de privatización es tan elevado que el 70% de los hospitales son privados igual que el 57% de las camas.

Pero el modelo educativo no se queda atrás tampoco. Mientras que los centros concertados solo representan el 32% de los centros en el territorio, se llevan el 43% de la partida presupuestaria de enseñanza según afirma la CGT. Y, si miramos quién se beneficia, la respuesta es todavía más indignante: fundaciones, sociedades mercantiles y la Iglesia. Precisamente, las congregaciones religiosas y órdenes católicas representaban más del 33% de este tipo de centros en el curso 2019-2020 según el informe de la Fundación Bofill.

Segregación de clase

El negocio de la concertada y la Iglesia se mantiene a costa de degradar la red de escuelas públicas a las cuales asisten los hijos e hijas de la clase trabajadora. Hay que tener en cuenta que 2 de cada 3 niños y niñas que atraviesan dificultades socioeconómicas estudian en la pública. Además, el 61,3% de la red pública la constituyen centros de complejidad mediana-alta, alta o muy alta en contraste con el 25,4% que representan en la concertada. De este modo, la falta de recursos contribuye a profundizar la segregación y empeorar la calidad de la enseñanza en la pública.

Falta de plazas universitarias en el ámbito de la salud

Mientras los trabajadores y trabajadoras de la sanidad se quejan desde hace años que falta personal, las universidades redujeron la oferta de plazas durante la crisis. 4.500 jóvenes optan a entrar en un primer curso de Enfermería donde solo tienen cabida 2.745. Medicina se sitúa en la misma línea: 1.200 plazas para 4.000 estudiantes que solicitan el acceso. La nota de corte es la versión de la ley de la oferta y la demanda que rige el sistema universitario. No es el que la juventud no quiera dedicarse a las Ciencias de la Salud, sino que le cierran el paso.

Condicionales laborales precarias

La falta de profesionales hace que el sistema de salud esté saturado, creando largas listas de espera y un ritmo de trabajo enloquecido. Desde el Sindicat de Metges de Catalunya explican que realizan 70 consultas al día. Tampoco les permiten respetar el descanso semanal ininterrumpido de 36 horas ni las 12 horas entre jornada y jornada. Además, los salarios están entre los más bajos de Europa y la temporalidad es elevadísima, situándose entre el 30% y el 40% a mediados de 2022.

En el caso de los docentes, la diferencia entre el aumento de los precios y los sueldos ronda los 20 puntos. Las promesas de contratación de profesorado se quedan en promesas mientras la carga de trabajo con ratios desmesuradas crece. A su vez, la tasa de interinaje del personal docente se encuentra entre las más altas de todo el Estado.

Recortes, privatizaciones y precariedad: el modelo de servicios públicos

La negociación de los presupuestos entre ERC, Comunes y PSC promete dejar intacto el legado histórico compartido por los diferentes gobiernos de la Generalitat. Desde Pujol hasta el tripartito pasando por las diversas coaliciones con Junts han mantenido el negocio de los consorcios sanitarios y la red educativa concertada en Catalunya
Aragonés, Albiach e Illa continuarán haciendo sonar la alarma de la vuelta de los neoconvergentes o la derecha españolista liberal mientras siguen regalando millones a las escuelas de la Iglesia, siendo símbolo de gestión público-privada en la Sanidad y destrozando los servicios públicos. Porque eso sí que es progresista, nada de derechas y parará el avance del PP y Vox (ironía modo on). No nos la cuelan: el 25 y 26 de enero docentes, sanitarias y estudiantes vamos a la huelga.