Desde hace décadas vienen avanzando los planes empresariales hacia la salud pública. La respuesta y resistencia de las trabajadoras y trabajadores latinoamericanos cobra cada día mayor relevancia.
Viernes 31 de agosto de 2018
En 1993 el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), elaboraron los lineamientos para las futuras políticas públicas de salud en Latinoamérica. Estas se presentaron de manera condicionante para la aprobación de los planes de ajuste en la región y contaron con el respaldo de los gobiernos latinoamericanos en turno.
Tras décadas de políticas neoliberales y duros ataques a las condiciones laborales de las y los trabajadores de la salud, hoy una parte importante de los sistemas de salud latinoamericanos se encuentran en profundas crisis.
Las enfermeras, médicos, residentes, técnicos, laboratoristas y el conjunto de trabajadores del sector salud, comienzan a levantar la voz y a organizar la defensa de la salud pública para los pueblos latinoamericanos. A continuación un breve reseña de algunas de sus luchas.
Bolivia
El descontento contra el gobierno de Evo Morales continúa en aumento, particularmente en el sector salud. A pesar de las expectativas democráticas y las promesas de campaña hechas en la década previa, las condiciones de salud y trabajo para el pueblo bolivariano han ido en detrimento.
A principios de año, un contundente paro de labores de 47 días en el sector salud por la derogación del artículo 205, puso en jaque al gobierno de Evo. El paro dejó al descubierto las políticas de precarización y criminalización hacia el trabajadores del sector salud, particularmente hacia médicos y residentes.
Son ellos y ellas quienes laboran con las condiciones mínimas para el ejercicio de su profesión, enfrentando la falta de personal médico y de enfermería, en poblaciones con condiciones muy precarias, con bajos salarios y sin la infraestructura hospitalaria ni equipamiento médico necesario para la atención adecuada de los pacientes.
El artículo 205 que pretendía aprobar el gobierno, buscaba penalizar la mala praxis médica y así, evadir su responsabilidad en las carencias estructurales del sistema de salud y la baja inversión en el sector, del 6.3% del PIB.
Te puede interesar: Claves para entender la crisis del sistema de salud en Bolivia
Argentina
El sistema de salud argentino también está contemplado en el plan de ajuste que quiere implementar el gobierno del empresario Mauricio Macri. A las reformas laboral, previsional y tributaria se suma la implementación de la Cobertura Universal de Salud (CUS), cuyo objetivo es el desmantelamiento y la privatización de del sistema de salud público.
Para llevar adelante esta nefasta política, se pretende la ayuda del gobierno hacia las empresas privadas de salud y en contra de la salud pública. Sin embargo, las trabajadoras y trabajadores de la salud argentinos cuentan con una importante tradición de lucha y organización.
Actualmente en diferentes sectores de la salud en Argentina, se comienza a discutir sobre la necesidad de un sistema público único de salud a nivel nacional, provincial y municipal. Un sistema en donde los que llevan día a día la atención de los pacientes y los usuarios de servicios de salud, sean aquellos principales sujetos en la toma de decisiones dentro de los hospitales.
Puedes leer: Salud pública: historia y presente de una lucha de los trabajadores
México
México es el país de la OCDE que menos recursos destina en el presupuesto para la atención y cuidado de la salud de la población, con apenas el 3% del PIB. Mientras la infraestructura hospitalaria es deplorable y se encuentra en pésimas condiciones debido a la corrupción de los gobiernos y funcionarios públicos, trabajadoras y trabajadores de la salud pública laboran diariamente con jornadas extensas y bajos salarios para cuidar la salud de millones de pacientes.
En estas condiciones, la detención y liberación de un médico oaxaqueño procesado penalmente por “homicidio” tras el fallecimiento de un paciente, provocó un gran descontento entre el gremio médico a nivel nacional.
Con un llamado a Paro Nacional del sector salud en el mes de abril, quedaron demostradas las nuevas condiciones subjetivas para hacerle frente, no solo a la criminalización de la profesión médica y las deplorables condiciones de la infraestructura hospitalaria, sino también al desmantelamiento descarado de los sistemas de salud pública, los ataques laborales y el avance de la precarización laboral para miles de trabajadores y trabajadoras de la salud en el país.
Te puede interesar: Exigen paro nacional contra la criminalización de la profesión médica
Nicaragua
La propuesta de reforma a la seguridad social nicaragüense, fue el inició de una profunda crisis para el gobierno de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, quienes respondieron con una brutal represión a los manifestaciones y las protestas contra dicha medida dictada desde el FMI.
La crisis en Nicaragua ha dejado por lo menos 400 personas muertas por fuerzas paramilitares de Ortega y Murillo, además de centenas de desapariciones forzadas y denuncias por violaciones a los derechos humanos en el país centroamericano.
En este contexto comenzaron los despidos masivos como forma de represalia contra trabajadores del Hospital Escuela Oscar Danilo Rosales Argüello (HEODRA), en la localidad de León.
Médicos, enfermeras, laboratoristas y otros trabajadores de diferentes áreas han sumado su apoyo al conjunto del movimiento social, bajo la exigencia de la salida de Ortega y Murillo, por justicia para los asesinados, desaparecidos y cientos de presos políticos desde el inicio de las protestas el 19 de abril.
También puedes leer: Nicaragua: represión y ahora despidos masivos en el sector salud
Venezuela
La profunda crisis política, social y económica en Venezuela se agrava con el problema de la salud pública. La situación es crítica: no hay los insumos básicos y necesarios para la atención de los pacientes, mucho menos equipo especializado o infraestructura hospitalaria suficiente para atender la salud del pueblo venezolano.
En ese marco enfermeras y trabajadores de la salud estallaron en paro indefinido de labores, mismo que ha sumado el apoyo de otros sectores de trabajadores y que hoy encabeza la lucha por “un salario digno” para el pueblo venezolano. Se trata del paro laboral más largo que ha enfrentado el gobierno de Nicolás Maduro, en medio de oleada de conflictos salariales de la mayoría de los sectores obreros, golpeados por la catástrofe económica y social que atraviesa el país y recae mayoritariamente sobre sus espaldas de los trabajadores y sus familias.
Mención especial merecen las valientes enfermeras y trabajadoras de la salud, que hoy son vanguardia dentro de los trabajadores y cuya importante lucha debe apuntar a la unidad de la clase obrera para enfrentar tanto los ajustes y represión del gobierno de Maduro y contra la injerencia imperialista de Estados Unidos en el país latinoamericano.
Para hacerle frente a la voracidad de las empresas que también apuntan sus garras contra la salud del pueblo pobre y trabajador de los países latinoamericanos, es necesario levantar la lucha internacionalista por sistemas nacional de salud públicos y universales, que estén a cargo de los Estados y bajo control de sus trabajadores, jubilados y derechohabientes.
Para hacer esto realidad, es necesario pelear por el aumento el presupuesto del sector salud en base al no pago de las deudas externas de los países latinoamericanos, así como impuestos progresivos a las grandes fortunas, para construcción de nueva infraestructura hospitalaria y el aumento de plazas y condiciones laborales dignas para las trabajadoras y trabajadores que velan por la salud de millones en el continente.
Solo la unidad de los trabajadores, la recuperación de sus métodos clásicos de lucha como el paro y la huelga, así como la solidaridad internacionalista, podrá ponerle un alto a los planes de desmantelamiento y privatización en la región, amparados por los gobiernos serviles al imperialismo estadounidense.
Desde la red internacional de periódicos socialistas La Izquierda Diario, abrimos nuestras páginas a las y los trabajadores de la salud y ponemos nuestro medio al servicio de sus justas luchas. ¡Porque nuestras vidas, valen más que sus ganancias!