Durante el año muchos sectores de nuestra clase han salido a la lucha. Aquí hacemos un repaso de algunos de estos procesos de lucha y algunas lecciones que aportan para preparar las batallas que vendrán.
Alex León @A10Leon
Martes 31 de diciembre de 2024
1. Trabajadoras de la limpieza de Lugo ganan una subida salarial del 16,8% tras 130 días de huelga
¡Esta 2024 las trabajadoras de la limpieza de Lugo ganaron una huelga histórica de 130 días! De ser las peor pagadas del estado a una subida de 16,8%, todo un ejemplo de lucha desde un sector feminizado, precario y racializado.
El 22 de febrero, la huelga de más de cuatro meses de las trabajadoras de la limpieza de Lugo, convocada por la CIG, termina con una subida histórica. Hasta entonces, las trabajadoras cobraban poco más de 13.500 euros al año, muy por debajo de los 15.120 que se establecieron como mínimo en 2023. La patronal se había negado a sentarse con ellas, hasta que se pusieron en huelga.
Después de 130 días de dura huelga, las trabajadoras consiguieron una subida total del 18,6 % de 2022 a 2026, lo que supuso que parte de la mejora se aplicó con carácter retroactivo. Lograron también el aumento del plus de trabajo en domingos y festivos con los correspondientes atrasos, que se garantizara el cobro, como mínimo, del SMI en todo momento. Las huelguistas, además, percibieron los atrasos íntegros y sus vacaciones no se vieron afectadas por la huelga. Una gran lucha y un gran triunfo.
Estas trabajadoras se han convertido en un ejemplo de lucha feminista y de la clase trabajadora, sobre todo en un sector altamente feminizado, racializado y precarizado. Victorias como esta pueden suponer un poderoso ejemplo para todas y todos aquellos trabajadores que vemos como la patronal impone convenios de miseria y subidas salariales irrisorias.
2. Litera Meat: claves de la lucha en el mayor matadero de Europa
La huelga que tuvo lugar los días 10, 11, 12 y 13 de diciembre en Litera Meat, en Binéfar (Huesca), el mayor macro matadero de Aragón y de Europa, fue una huelga histórica por haberse desarrollado en un sector precario y con una mayoría de trabajadores y trabajadoras migrantes.
El macro matadero, que se inauguró en 2019, pertenece al grupo italiano Pini, un enorme conglomerado empresarial dedicado a la exportación cárnica a los mercados europeos y asiáticos, particularmente a China. Su modelo se sotiene en la precariedad laboral y en la explotación de las y los trabajadores migrantes: largas jornadas, salarios bajos y ataques y represión a los derechos laborales y sindicales. Esta situación se denunció durante las cuatro jornadas de huelga en Binéfar, al igual que ya se había denunciado en sus centros de Polonia o Hungría. Se combinaban, por lo tanto, altos niveles de automatización e intensidad productiva con pura y dura explotación laboral.
Desde el sindicato CNT, impulsor de la huelga, se denunció la permanente violación de los derechos laborales. “Este matadero nos robó la salud, la dignidad y nuestras vidas”, afirman desde el sindicato. Los altos ritmos de trabajo impuestos y las largas jornadas laborales generaron en la plantilla “accidentes laborales, lesiones graves y enfermedades que la empresa ignoró sistemáticamente”. Todo ello se mantuvo mediante un clima de represión y miedo “basado en sanciones y despidos completamente arbitrarios, administrado por la empresa y encargados afines que acorralaban a todo/a aquel/lla que pretendiera ejercer cualquier derecho que supusiera la más mínima merma en la producción de ese día”.
Desde CNT se hizo un llamamiento a toda la sociedad aragonesa para que apoyara esta huelga “que no solo buscó dignificar un lugar de trabajo, sino defender los derechos fundamentales de quienes sostuvieron con su esfuerzo y sacrificio esta industria”. Teniendo en cuenta, además, que el sindicato no participaba en el Comité de Empresa -representado por CCOO, UGT y OSTA-, estos no apoyaron la convocatoria.
Durante la huelga, un trabajador le gritó a Pini “yo aquí soy un trabajador y tú a mí no me gritas como a un animal”. Este grito de rabia es la muestra de la importancia de recuperar los sindicatos para las y los trabajadores, para que sean instrumentos de lucha y para unificar las filas de nuestra clase con una perspectiva de hegemonía obrera.
Fue necesario rodear esta lucha de solidaridad, no solo para enfrentar la precariedad del sector, sino también para combatir este modelo capitalista de industria cárnica intensiva sostenido en la explotación laboral y la destrucción medioambiental. Del mismo modo, al fortalecer esta lucha, se fortaleció también la lucha contra el racismo patronal y el crecimiento de la extrema derecha, que centraba toda su política en la criminalización de las personas migrantes y en medidas en su contra. Toda la izquierda sindical y política debía apoyar esta huelga y extender el ejemplo.
3. Huelga en IVECO: un 100% de seguimiento y la lucha sigue
La huelga en IVECO en abril de 2024 se convirtió en uno de los conflictos laborales más significativos de ese año en el Estado español, que puso de manifiesto la creciente tensión entre los intereses de la empresa y las demandas de los trabajadores. El detonante fue la propuesta de convenio colectivo que la empresa presentó con retraso, introduciendo recortes en derechos consolidados y una oferta salarial muy por debajo de las expectativas de la plantilla, que llevaba años padeciendo pérdida de poder adquisitivo en un contexto de inflación y beneficios empresariales en máximos históricos.
Las secciones sindicales de UGT, CCOO y CGT organizaron asambleas masivas donde expusieron la necesidad de responder con una huelga. Estos encuentros evidenciaron el descontento y, finalmente, desembocaron en paros escalonados y la amenaza real de convertir la huelga en indefinida. El seguimiento fue especialmente elevado en la planta de Madrid, alcanzando el 100% en algunos turnos, y también notable en la de Valladolid.
Durante los días de paro, los trabajadores se concentraron a las puertas de la empresa, reclamando mejoras salariales basadas en la cláusula de revisión ligada al IPC, el mantenimiento del poder adquisitivo y diversas reformas que incluyeran la eliminación del absentismo en el cálculo de la paga variable, así como la recuperación de ciertos complementos. Asimismo, se insistió en la reducción de la jornada laboral sin pérdida retributiva durante los meses de verano, un punto que pretendía aliviar la carga de trabajo en épocas de temperaturas especialmente altas.
Las movilizaciones obligaron a IVECO a ofrecer una subida de hasta el 8% en dos años, con una cláusula que podría alcanzar el 11% si la inflación superaba el 8%. Finalmente, la huelga terminó con un acuerdo superior a la oferta inicial, demostrando la eficacia de la presión sindical en una empresa con fuertes beneficios.
4. Docentes de Madrid en huelga por la bajada de horas lectivas
Uno de los principales sectores en lucha este 2024 han sido los profesores y profesoras de la Comunidad de Madrid, que han salido a la huelga en varias jornadas de lucha a lo largo del año.
La huelga educativa de tres días convocada a finales de febrero tuvo gran afluencia con caceroladas y piquetes informativos en 200 centros, con tasas de seguimiento cercanas al 20% en las 5 jornadas de huelgas que se han convocado, primero por la asamblea Menos Lectivas, pero luego también por CCOO y UGT, que se vieron empujados a convocar ante el creciente descontento de los docentes de la CAM tras la negativa de estas grandes centrales sindicales a ponerse en pie de lucha ante la negativa de la comunidad a negociar y volver a los ratios previos a 2011, como se ha hecho en el resto de comunidades autónomas.
La principal reivindicación del movimiento es la bajada de horas lectivas para todo el cuerpo docente, algo por lo que las docentes vienen peleando desde hace mucho tiempo pero que este último año ha adquirido un peso importante en los espacios de organización y asambleas ante la última propuesta de la Consejería de Educación que supone una negativa a la reducción que permita la vuelta a las cifras previas al 2011.
El nacimiento de la Asamblea Menos Lectivas, impulsada por trabajadores independientes junto a CGT, CNT y STEM, ha supuesto un impulso y un giro radical en el método de lucha ya que tanto CCOO como UGT estaban dispuestos a entregar sus firmas en el acuerdo con la CAM hasta que las huelgas de Menos Lectivas de febrero fueron apoyadas por una parte importante de los profesores de Madrid.
La lucha continúa y ha puesto sobre la mesa la necesidad de seguir construyendo el movimiento desde abajo para golpear en forma unificada y superar la división que imponen las burocracias sindicales.
5. La huelga de cinco meses en Acerinox que consiguió evitar una ola de despidos
La huelga de Acerinox en Cádiz, que se extendió por más de 5 meses, fue uno de los conflictos obreros más intensos en la industria metalúrgica del 2024 en el Estado Español. La plantilla se mantuvo firme contra la imposición de un convenio que recortaba derechos, exigiendo subidas salariales y mejor conciliación familiar. Pese a las amenazas de la empresa -desde denunciar la huelga como ilegal hasta proponer un ERE que podía afectar a más de 400 trabajadores- la lucha se mantuvo con gran apoyo popular en el Campo de Gibraltar.
A pesar de los intentos frenar la huelga por parte de la Junta de Andalucía, su propuesta fue rechazada por la mayoría de la plantilla, al considerarla un simple reflejo de los intereses patronales. Aunque la empresa intentó imponer un modelo productivo más flexible y ajustar la plantilla, la resistencia obrera logró frenar la ofensiva patronal, demostrando la importancia de la organización y la unidad sindical en la defensa de los derechos laborales.
Finalmente, tras meses de movilizaciones y huelgas, la votación de la plantilla sobre el acuerdo final incluyó una subida salarial progresiva con un 3,1 % retroactivo para 2023 y nuevos tramos hasta 2027, junto a una paga variable según beneficios, un sistema de “retenes” voluntarios y vacaciones fijas colectivas. Este pacto, que venía precedido de largas jornadas de huelga y movilización, supuso un avance parcial para la plantilla ya que también implicaba un ERTE para parte de la plantilla para la aplicación de un plan industrial de la fábrica. Este cambio incluye inversiones necesarias en una nueva organización del trabajo y de mejora tecnológica de las instalaciones.
“Escuelas de guerra” para preparar los combates del futuro
En un famoso artículo sobre el significado de las huelgas en la lucha obrera, el gran dirigente de la revolución rusa, Vladimir Lenin, escribió que “las huelgas habitúan a los obreros a unirse, les hacen ver que sólo en común pueden sostener la lucha contra los capitalistas, les habitúan a pensar en la lucha de toda la clase obrera contra toda la clase de los fabricantes y contra el Gobierno autocrático y policíaco. Por eso los socialistas llaman a las huelgas “escuela de guerra”, escuela en la que los obreros aprenden a librar la guerra contra sus enemigos, por la emancipación de todo el pueblo, de todos los trabajadores, del yugo de los funcionarios y del yugo del capital”. Pero, agregaba Lenin, “la ‘escuela de guerra’ no es aún la propia guerra”. Y continuaba: “las huelgas son sólo uno de los medios de lucha, una de las formas del movimiento obrero. De las huelgas aisladas los obreros pueden y deben pasar, y pasan realmente en todos los países, a la lucha de toda la clase obrera por la emancipación de todos los trabajadores”.
Que las luchas de hoy, con sus aciertos y errores, nos sirvan para sacar lecciones y preparar los combates del futuro para terminar con este sistema de explotación y opresión.