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Red Internacional
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TELEMARKETING. Cinco razones de un teleoperador para manifestarse en este 1 de mayo

Es más necesaria que nunca una respuesta social combativa aprovechando el Día Internacional de la clase trabajadora.

Alex León @A10Leon

Jueves 29 de abril de 2021

Vivimos en una época convulsa marcada por el teletrabajo, los despidos y los ERTEs. El sostenimiento de la economía de las grandes empresas por parte del gobierno “mas progresista de la historia” a cambio de la salud de miles de personas. Un tiempo en el que las burocracias sindicales de CCOO y UGT se han convertido en los garantes de la paz social. Es más necesaria que nunca una respuesta social combativa aprovechando el Día Internacional de la clase trabajadora.

Con las elecciones en la comunidad de Madrid del 4M no se han atrevido ni si quiera a plantear la prohibición de manifestación como sí hicieron el [8 de marzo, aunque sectores del movimiento feminista tomaron igualmente las calleshttp://www.izquierdadiario.es/El-movimiento-feminista-desafia-las-prohibiciones-y-toma-las-calles-en-Madrid].

Existen motivos suficientes para salir este 1 de mayo a llenar las calles contra la imposibilidad de este sistema de dar una respuesta a la mayoría social. Enumero mis motivos desde el punto de vista de un trabajador del telemarketing, en concreto de la empresa Marktel, especialmente represiva con los sindicalistas y los que nos organizamos.

1. Por la derogación de las reformas laborales.

Aunque este punto es un acuerdo de los partidos que pertenecen al gobierno “mas progresista de la historia”, esta derogación ha salido de agenda y no se va a realizar si no es porque la imponemos mediante la movilización social. Desde el PSOE ya apuntaban a solo derogar algunos aspectos de la última reforma laboral del PP, mientras la ministra de Trabajo “comunista” apelaba al dialogo social para no mojarse contra la patronal.

A finales de enero los grandes sindicatos lanzaron una campaña en redes sociales diciendo que #AhoraSiToca, pero no se les vió en las calles, no movilizaron a sus bases, no quisieron hacer grandes protestas, solo se limitaron a salir en las fotos.

La priorización del convenio de empresa respecto al convenio de sector es algo que en Marktel conocemos de sobra. Tenemos un convenio caducado en 2018, aprobado en 2014 por un comité de empresa elegido en 2009, en el que solo quedaban 6 trabajadores de 21 elegidos, en apenas dos años después de las elecciones. Desde la sección sindical de CGT Marktel hemos puesto una demanda colectiva para que nos pasen al convenio sectorial, que a su vez está en negociación.

2. Contra la represión sindical y laboral.

Hemos podido vivir de primera mano lo que es la represión sindical de una empresa que se niega a convivir con sindicatos combativos que cuestionan su modelo laboral basado en el abaratamiento de costes a costa de los trabajadores para así poder hacer dumping social, no acatAndo el convenio que tiene el resto de las empresas pertenecientes a la patronal del Contact Center.

Tras una huelga por negarse a pagar los costes del teletrabajo, como dice el Real Decreto-Ley 28/2020, tuvimos varias reuniones de mediación convocadas por el Instituto Laboral de la Comunidad de Madrid en el que nos llamaron incendiarios, problemáticos y que solo buscábamos el beneficio individual. Si esto hacen delante del Instituto Laboral, ¿que no están haciendo cuando no los miran?

Por organizar a los trabajadores en mi empresa nos han sobremonitorizado las llamadas, nos están mandando burofax con avisos de un falso bajo rendimiento, nos deniegan las vacaciones solicitadas sin motivos reales, nos aíslan del resto de trabajadores, trasmiten bulos sobre nosotros, nos intentan cambiar de campañas para provocar el bajo rendimiento, y encima, la gota que ha colmado el vaso, han despedido a un compañero del comité de huelga y de la sección sindical con una clara intención de apagar todo el trabajo que estamos haciendo los compañeros por tumbar el convenio de empresa.

3. Por una salida a la crisis económica que no cargue sobre la clase trabajadora.

Somos de la generación que aún estaba saliendo de la anterior crisis económica de 2008 y que ahora no se va a resignar a cargar también sobre sus hombros las reformas y los ajustes que vendrán obligados tras recibir de Europa los fondos de reconstrucción.

Pelearemos contra una vuelta de tuerca a las reformas laborales y de las pensiones y contra la ley mordaza que nos reprime en los barrios con impunidad para defender a los partidos del régimen frente a cualquier protesta.

Porque vamos a luchar contra los EREs y los despidos que se van a suceder una vez acaben el estado de alarma y las medidas de contención creadas para dosificar estos despidos y evitar el estallido social.

4. Repartir el trabajo: trabajar menos para trabajar todas por el mismo salario.

Hace un siglo que conseguimos la jornada de 8 horas semanales tras una gran huelga de más de un mes, pero en este siglo los capitalistas por medios de las tecnologías han multiplicado el rendimiento que puede generar un solo trabajador en su puesto de trabajo. Esta mejora tecnológica solamente ha sido utilizada para precarizar cada vez más el trabajo, manteniendo desocupado a un gran porcentaje de trabajadores para que los que tienen trabajo se sientan afortunado de cobrar 900 míseros euros. En muchos casos este sueldo únicamente sirve para pagar casi íntegramente el alquiler y la luz en una comunidad autónoma como Madrid.

La solución pasa por repartirnos las horas de trabajo entre todos los trabajadores; ocupados y desocupados, con papeles y sin papeles, nativos o inmigrantes, asalariados y no asalariados. Pasa por trabajar menos para trabajar todas por el mismo salario.

Pero esta solución, para no olvidarnos de Todas, sin ningún pero y sin dejar a nadie atrás, debe ir unida a pedir al derogación de la Ley de Extranjería, del cierre de los CIEs, de acabar con los falsos autónomos y de políticas de acceso al empleo de las olvidadas.

5. Por la unidad de la clase trabajadora y la participación de la mayoría social.

Debemos pelear por la unidad de la izquierda sindical desde la base de los diferentes sindicatos y las organizaciones que operan por fuera de los sindicatos tradicionales, como pueden ser los Riders, las Kellys o las cuidadoras del SAD. Pero también buscar la unidad de acción con los sectores honestos y combativos de la afiliación y delegados que están en los grandes sindicatos y no comulgan con las políticas de sus direcciones burocráticas. Desde ahí denunciar sus políticas, exigir un plan de lucha para que esta crisis no la paguemos los de siempre y desenmascararles ante los ojos de los trabajadores que aún confían en ellos.

Para que esto sea posible debemos acompasar las demandas con las de los demás sectores oprimidos, y por ellos necesitamos avanzar en agrupar las experiencias de organización más combativas que desarrollan los trabajadores por dentro o fuera de los diferentes sindicatos, poner en pie nuevas instancias de autoorganización con libertad de tendencias, en el camino de poder construir una alternativa a las direcciones de los grandes sindicatos burocratizados.