Janis Joplin, la cantante de blues y rock and roll, murió el 4 de octubre de 1970. Se apagaba así la potente voz femenina que se abrió paso entre sus contemporáneos varones, que dominaban los escenarios. Su legado musical es acotado pero profundo. Las mujeres que la influenciaron y su último verano en Río de Janeiro.
Martes 4 de octubre de 2022 00:00
Janis Joplin, la cantante de blues y rock and roll, murió el 4 de octubre de 1970. Se apagaba así la potente voz femenina que se abrió paso entre sus contemporáneos varones, que dominaban los escenarios. Su legado musical es acotado pero profundo. Las mujeres que la influenciaron y su último verano en Río de Janeiro.
Los inicios e influencias
Janis Lyn Joplin nació el 17 de enero de 1943, en la ciudad que fue polo industrial, Porth Arthur, Texas, EEUU. Hija de trabajadores, su madre era ama de casa y su padre petrolero de la refinería local. Desde pequeña tuvo un gran talento hacia la pintura y el arte.
Más tarde descubre la música, su gran pasión, y comienza a frecuentar lugares marginales de Texas primero y Luisiana después. Es en esos "antros" donde interpreta a sus musas, todas afrodescendientes: Ma Rainey, quien fue la primera mujer en incorporar el blues a su repertorio; Bessie Smith, la que tuvo mayor relevancia en sus influencias. Smith Murió en un accidente automovilístico a los 46 años y durante mucho tiempo su tumba permaneció sin nada que la identificara. En 1970 Joplin, junto con la hija de una antigua empleada de Smith donaron dinero para construir una lápida cuyo epitafio decía “La más maravillosa cantante de blues en el mundo nunca dejará de cantar”; Big Mama Thornton en 1960 escribió y grabó Ball and Chain, canción que Janis reversionó de manera impecable y con la cual dejó boquiabierto al público del festival de Monterrey; Billie Holiday, se convirtió en una de las primeras mujeres negras en cantar con una orquesta blanca y de componer temas que criticaban la xenofobia; Odetta, Janis pasó mucho tiempo escuchándola durante su adolescencia, y fue experimentando con una de sus canciones que descubrió que realmente podía cantar; por último, su amiga y amante Grace Slick, cantante de la conocida banda Jefferson Airplane, tuvo una importante influencia en ella.
A los 20 años emprende camino hacia San Francisco donde busca su libertad (sic) y se dedica a lo que realmente quiere: cantar. Aunque sus padres insistían en que fuera maestra, apoyan la decisión y le dan vía libre para desarrollarse.
Hace unos años le dediqué unas palabras a esta increíble cantante y me sirvieron para escuchar sus canciones nuevamente, pero no podía descifrar exactamente qué me producían, aunque si las sentía como un eco ininterrumpido de sentimientos melodiosos, con notas que resonaban en mí y tocaban íntimas fibras, esas que te llevan no sé a dónde, pero que definitivamente te transportan.
En ese momento dije que ella brillaba en el escenario, se entregaba en vida y alma, seducía, detonaba el LSD y otras yerbas con su potente voz, emocionaba, “la rompía”. Lejos de intimidar, ayudaba a soltar esa rebeldía inherente de la juventud, en los conciertos. Era única. “Cuando canto me siento como enamorada. Es más que sexo. Es el punto en que dos personas llegan a eso que llaman amor por primera vez, multiplicado por todo el público. Es gigantesco”, decía la bruja cósmica y yo reproducía.
A más de 50 años de habernos dejado, aún sigue sonando y es difícil describirla en un solo renglón o con una frase. Pero sigue cantando y mantiene cuatro millones de reproducciones mensuales en Spotify, donde jóvenes y no tanto la eligen y referentes musicales del momento la reivindican, como Mon Laferte.
Si bien su carrera fue corta en tiempo, sólo 9 años, dejó cuatro LP de estudio impolutos. Participó de tres bandas que escoltaban muy bien el talento natural de Janis, aunque era exigente cuando se trataba de afinación y varias veces manifestó su disgusto con los músicos que la acompañaban si no entraban en las notas en tiempo y forma. Las formaciones fueron Big Brother and the holding company (1966/1968), Kosmic Blues Band (1969-1970) y Full Tilt Boogie Band (1970).
Albert Grossman, manager de Bob Dylan, la descubrió en un bar de San Francisco y le organizó la carrera que contó con presentaciones memorables. Entre ellas el Festival de Monterrey Pop (junio 1967), donde a los 24 años deslumbró junto a Otis Redding y a Jimi Hendrix. La flamante voz del blues, también tuvo excelentes performances en el mítico Festival de Woodstock (agosto 1969), en el Festival de Toronto, Canadá (septiembre 1970) y en el Festival Express de Alemania, entre las más destacadas. Porque Janis también trascendió en Europa.
Abriendo caminos
Janis, la dama blanca del blues, era toda sonrisas en público, tenía un excelente sentido del humor. No escribía de manera convencional sus canciones sino que las inventaba a medida que la música la iba llevando por esos laberintos emotivos que tienen los acordes del blues. No compuso muchas y la temática giraba generalmente en torno al desamor como en Turtle Blues (1968).
Conocía de tal manera la lógica interna de la música, que en las zapadas de sus conciertos siempre se ajustaba correctamente a los tiempos del 4 x 4. Su voz brillante y opaca a la vez, aguda y grave, profunda y chillona, glamorosa y triste, la hacen única en su estilo por sobre todos los tiempos.
La canción Mercedes Benz que según cuenta la leyenda fue grabada en la sala de un hospital donde se recuperaba de sobredosis, inmortalizó la potente voz de Janis y representa una a la sociedad de consumo Aunque nunca llegó a ponerle música, nos quedó esa magistral interpretación a capella.
Escuchando sus canciones y leyendo sus letras podemos afirmar que Janis no era lo suficientemente contestataria en los contenidos de sus escritos aunque sí en la manera enérgica de interpretarlas. Esa manera rebelde influyó a toda una generación de jóvenes mujeres, que llamadas a romper con los cánones establecidos se abrieron camino y dieron comienzo al feminismo de la segunda ola. Pero en el rock, como en otros ámbitos, fue difícil romper esquemas y Janis se ganó su espacio a fuerza de talento y dejó atrás la competencia con sus colegas varones. Ella demostró que musicalmente era igual o incluso mejor que muchos de sus pares, abriendo el camino para que otras mujeres posteriormente dejaran huellas en el rock and roll.
Tres días antes de morir le envió un simpático saludo a John Lennon en su cumpleaños. Admiraba profundamente a los músicos talentosos de su época y se los hacía saber.
Brasil
Ya con la banda The Kozmic Blues Band, Janis no estaba en su mejor momento musical ni personal (quería alejarse un poco de la heroína), por lo que definió tomarse un descanso y viajar, no sin antes dar un concierto en New York que resultó impecable. En febrero de 1970, se fue con una amiga a Río de Janeiro a disfrutar del “o maior e mais lindo carnaval do mundo”.
De ese viaje quedaron unas hermosas y divertidas fotografías que fueron tomadas por el artista brasileño Ricky Ferreira, quien recibió a Janis Joplin en su departamento y la recuerda por su gran simpatía.
En la playa de Ipanema conoció a David Niehaus, un profesor de colegio que viajaba por el mundo y que no tuvo ni idea de quién era Janis hasta el tercer día que pasaron juntos. Pegaron onda y recorrieron juntos el país durante unas largas y apasionadas semanas. Pero ella volvió a Estados Unidos y quedó trunco ese amor de verano.
Dicen que David quiso contactarla para decirle que lo espere, que él iba a buscarla y proponerle vivir juntos por lo que le mandó un telegrama al hotel. "Te echo mucho de menos. Las cosas no son iguales cuando estás solo. Me podría reunir contigo en Katmandú cuando quisieras, pero a finales de octubre es la mejor temporada. Te quiero, nena. Más de lo que tú sabes". Por esos desencuentros que tienen las vidas Janis nunca lo recibió pues el telegrama llegó horas más tarde a su muerte.
Ocho meses después de su viaje Janis Joplin falleció a los 27 años en la habitación de un hotel en Los Ángeles, donde estaba instalada para grabar su álbum Pearl. Ese disco, gran elaboración póstuma, conquistó a miles de adolescentes, jóvenes y adultos con sus brillantes canciones donde la voz de Janis sonaba perfecta. A partir de ese momento tuvo su altar en el olimpo de las diosas del blues y el rock and roll de todos los tiempos.
Pero aún hoy, cada tanto, cuando alguien escucha su voz en alguna canción, aparece una bruja cósmica para recordarnos que es única y que no existe, pero que las hay las hay.
Artículo originalmente publicado el 4 de cotubre de 2020, al cumplirse 50 años de la muerte de Janis Joplin