Recomendaciones. Cine nacional en el Festival de Mar del Plata

En estos días se está desarrollando el 36 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, quedan aún dos días para aprovechar las proyecciones online.
Hay muchas películas para recomendar, y especialmente películas argentinas que forman parte tanto de la Competencia Argentina como Latinoamericana.
Me parece importante destacar esto, porque hay películas muy buenas, que después lamentablemente están muy poco tiempo en las salas, y hay que esperar por si se estrenan o no en cine.ar. Y esto es por el problema recurrente que tenemos que un 80% de los estrenos en salas son películas norteamericanas.
Además es un momento especial de crisis y ajuste al cine nacional, de hecho el miércoles pasado un sector de asociaciones y realizadores se reunieron con el bloque del FITU para comentar esta problemática.

Algunas recomendaciones:

Camila saldrá esta noche, de Inés Barrionuevo

Camila, es una joven platense que se muda a la ciudad de Buenos Aires junto a su familia, su mamá y hermana menor, cuando su abuela que vive en capital enferma gravemente. Ella que es una joven feminista y activista secundaria se ve obligada a cambiar de colegio y entrar en uno religioso.
Así su personalidad y sus ideas van a chocar con todo lo que tiene alrededor, provocando cambios en las relaciones que establece y los espacios que ocupa. La película recorre problemáticas muy actuales que atraviesan a la juventud, la opresión ideológica de las instituciones educativas, los mandatos familiares, el machismo y la violencia de género, el bullying, la identidad sexual y las dificultades que enfrenta.

Es una película que retrata con mucha frescura y empatía a las nuevas generaciones, como también los lazos que se pueden establecer entre generaciones de la familia a partir de las vivencias de género en una sociedad patriarcal. Con muy buenas actuaciones, en especial se destaca Camila, la protagonista, interpretada por Nina Dziembrowski.
La directora cordobesa Inés Barrionuevo, no es la primera vez que aborda este universo, el año pasado también en el festival estrenó Las motitos, también con personajes adolescentes que atraviesan problemáticas muy actuales.

Reloj, soledad, de César González

César Gonzalez es un director que nació y vive hoy en el barrio Carlos Gardel, en las afueras de Buenos Aires, y viene produciendo sin pausa importantes películas que retratan desde adentro la vida de los barrios populares.
Reloj, Soledad su nueva película sigue los pasos de una empleada de limpieza de una imprenta cuya rutina, es casi tan automática como los movimientos de las máquinas de esta empresa. Su día comienza muy temprano y vuelve a su casa de noche. La película registra esa monotonía, esa carga cotidiana de viajar horas para llegar al laburo y de perder ahí todo el día en esta tarea.
De golpe una situación particular altera la rutina y pone a la protagonista en situaciones complejas y tensionantes. Así se pone en peligro su futuro laboral y el de su compañera.
Es una episodio dramático que pone en plano cuestiones como el remordimiento, la traición y la venganza, y deja al descubierto como la dominación del poder económico y una realidad de precarización y falta de laburo, pueden determinar y destruir las vidas cotidianas.

La película retrata una realidad dura contando la historia de la vida en un barrio a través de la elección de determinados planos y encuadres, junto al desarrollo de la acción, con buena música, con diálogos cortos y precisos, sin necesidad de explicar de más lo que el cine cuenta con sus propios recursos. Además una producción totalmente independiente filmada en plena pandemia, un cine que vale la pena recomendar.

Husek, de Daniela Seggiaro

La semana pasada fue una de mis recomendaciones en base a “leer el catálogo”. Ahora que la pude ver, la vuelvo a recomendar con más insistencia, esperemos que se estrene muy pronto.
En Husek, el gobierno local impulsa un millonario proyecto de urbanización en el territorio indígena del Gran Chaco y el programa implica que las familias wichis abandonen sus tierras. La comunidad del lugar no está de acuerdo, el niyat (cacique) Valentino y su nieto Leonel buscan impedir que la construcción avance, mientras que, luego de conocerlos en una visita a la zona en disputa, Ana –la arquitecta de la obra– empieza a dudar del proyecto.
La historia avanza a partir de esta disputa entre los proyectos oficiales del gobierno, que están en función de intereses de grandes grupos económicos, y la oposición de una comunidad que no es escuchada y carga con una historia de años de atropellos y despojos.

La violencia se expresa en las políticas a implementar, en el trato cotidiano, el racismo y desprecio, como también en un choque lingüístico y cultural. Maniobras de engaño, planes de desalojo, discursos demagógicos acompañan los proyectos del gobierno. A su vez el machismo es parte del mundo de los funcionarios que la joven arquitecta Ana (Verónica Gerez) enfrenta en su trabajo diario. A medida que avanza la película, crecen sus dudas acerca de las “buenas intenciones” del gobierno, y logra comprometerse con la situación de la comunidad.
En momentos en que las campañas contra los pueblos originarios crecen y la violencia se expresa en nuevas muertes como la de Elias Gray, joven de la comunidad mapuce, películas como Husek aportan a visibilizar esta problemática.