Ante las políticas de ajuste implementadas en el INCAA, el sábado 3 se realizaron las Jornadas de Reflexión y Propuestas en torno al Cine Documental y preparan una jornada de protesta cultural para el 19 de septiembre
Miércoles 7 de septiembre de 2016
En el marco de distintas manifestaciones en defensa del cine documental y ante la preocupación por avances restrictivos de parte de la nueva gestión del INCAA, los documentalistas se reunieron el pasado sábado en unas Jornadas de Reflexión y Propuestas en torno al Cine Documental Nacional.
La propuesta fue motorizada por las seis asociaciones, DOCA, ADN, RDI, DAC, PCI y DIC, en conjunto con la RAD- Red Argentina de Documentalistas. La diversidad y representatividad de los convocantes demuestra el malestar existente en el sector. Más de un centenar de realizadores y productores se reunieron en la Manzana de las luces y debatieron la situación actual y los pasos a seguir.
En los distintos informes, que desde la mesa expusieron los representantes de las asociaciones, se remarcó uno de los temas centrales que ha sido el avasallamiento por parte de las autoridades del Incaa de la representación del sector en los comités de selección de películas documentales.
Desde el año 2007 existe la vía digital para producción de cine documental, una conquista que se ha conseguido con la movilización y que logró que el Incaa financie documentales de bajo presupuesto presentados por realizadores integrales, una figura que permite hacer cine sin necesidad de tener que asociarse a casas productoras.
Esta modalidad ha permitido una democratización de la producción audiovisual y un crecimiento del género. Algunos datos que fueron aportados en la reunión resultan elocuentes, desde 2007 hasta la actualidad se han producido al menos 600 documentales, muchos de ellos con importante reconocimiento en Festivales, Muestras y especialmente entre los protagonistas y los sectores sociales retratados en estos trabajos. Múltiples temáticas y miradas se han plasmado en estas obras.
Esta producción documental que significa casi el 50% de la producción audiovisual anual a nivel nacional se realiza con tan solo el 5% del presupuesto del Incaa. No hay otra explicación que el enorme esfuerzo, compromiso con el trabajo y creatividad de los realizadores para entender el resultado. Esta información fue aportada por documentalistas y son datos provisorios de una investigación que están realizando y que también choca con la desinformación del INCAA.
Desde los comienzos de esta vía de financiamiento, y como resultado de la lucha, los jurados que evalúan los proyectos a realizar están integrados por representantes de las distintas asociaciones nacionales de documental reconocidas por el Incaa. Esta conformación ha permitido un funcionamiento independiente y plural, que dió como resultado obras documentales de las más diversas temáticas y de nuevos realizadores de todo el país.
En la situación actual, la gestión del Incaa al mando de Alejandro Cacetta, ha impulsado a través del Consejo Asesor el nombramiento de nuevos jurados para documental que no han sido propuestos por las asociaciones. Funcionarios de las áreas de cultura de distintas regiones han elegido de golpe los nuevos jurados en forma inconsulta con los representantes del sector que mantienen en funcionamiento esta vía desde el año 2007.
En las Jornadas se analizó esta situación como parte de un cuadro más general en donde la censura y el ajuste son las líneas que cruzan las distintas políticas impulsadas en el área cinematográfica.
La sub-ejecución presupuestaria, el retraso en los pagos, las múltiples trabas burocráticas son las formas que asume el ajuste en los tiempos actuales. Según informes de SICA y SAT SAID, la producción audiovisual ha caído a nivel general y se han perdido múltiples puestos de trabajo.
El reciente caso de la censura a la película Pibe Chorro en Rosario, donde representantes de los espacios Incaa han bajado la proyección aduciendo razones de "inseguridad" es un claro ejemplo de la censura general que existe hacia el cine documental que no cuenta con vías para la distribución y exhibición en las salas cinematográficas.
Desde 2007 hasta la actualidad se ha conquistado el fomento para una producción alternativa a las mega-producciones comerciales, pero a su vez se ha frenado la posibilidad de visualización de este cine. Esta contradicción que comparten la gestión anterior y la actual es también uno de los principales problemas a enfrentar.
Ante el débil argumento de que "estas películas no interesan", hay una realidad imposible de ocultar, mientras las películas de grandes productoras se estrenan simultáneamente en más de 200 salas, los documentales de vía digital se estrenan en promedio dos semanas en el Cine Gaumont. Más del 70% de los estrenos anuales son películas norteamericanas que invierten millones en publicidad y merchandising, mientras ningún documental cuenta con un mínimo financiamiento para la distribución. En estas profundas desigualdades es "natural" que los tanques de Hollywood se impongan en las pantallas como una oferta monolítica, no hay posibilidades de elegir.
A pesar de esta situación y en estas adversas condiciones, el público demuestra un gran interés por el cine documental. Las salas del cine Gaumont quedan chicas para el público, como lo demostró este año la función homenaje al cineasta desparecido Raymundo Gleyzer, donde más de 200 personas quedaron afuera de la sala más grande del cine, o el censurado documental Pibe Chorro que fue record de público como reflejó el sitio taquilla nacional.
A través de distintas intervenciones los documentalistas dieron cuenta de esta situación e intercambiaron ideas y propuestas para avanzar con sus reclamos. Se dió a conocer un proyecto de Ley en defensa de Cine Documental elaborado en conjunto con Doca y presentado por legisladores del FIT, como una herramienta que aporta a dar respuesta a las problemáticas, se comentaron variadas iniciativas en distintas regiones del país y se recibieron múltiples adhesiones. El reclamo concreto es el reconocimiento de las asociaciones nacionales de documental para los jurados de 5ta via y la apertura del debate frente a todos los demás reclamos del sector para lo cual se espera conseguir una reunión con el presidente del Incaa Alejandro Cacetta, en donde las asociaciones de documental puedan plantear todos los temas. La reunión fue recorrida por el planteo de la necesidad de movilizarse y dar visibilidad a estas problemáticas y se propuso la fecha del 19 de septiembre para organizar una Jornada Cultural frente al Incaa.