El fondo creado por el gobierno federal no es para construir 6 mil inmuebles sino para repararlos. Aun así es insuficiente el dinero destinado por el Fonden a la CDMX, no garantiza más que ocho mil pesos para reparar más de cuatro mil edificios.
Lunes 30 de octubre de 2017
El presidente Enrique Peña Nieto anunció un apoyo otorgado por el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) a la Ciudad de México sería destinado a más de seis mil inmuebles dañados tras el sismo del 19-S.
Según el censo del gobierno federal a través del Fonden, hay seis mil viviendas “susceptibles de apoyo”, es decir que pueden estar a punto de colapsarse o pueden tener daños menores. Sin embargo el censo del Fonden no arrojó viviendas que necesiten ser construidas, una burla total a quienes habitamos esta ciudad y vemos decenas de edificios a punto de colapsar.
Según lo visto en el censo del Fonden, sólo 2 mil 300 inmuebles recibirán entre 90 y 110 mil pesos, el resto de los edificios “susceptibles de apoyo” recibirán entre 8 mil y 30 mil pesos, lo que básicamente deja a los afortunados cuatro mil inmuebles escogidos por el gobierno federal con el enorme apoyo suficiente para apenas comprar algunos costales de cemento.
El gobierno federal quiere seguir con la pantomima de una reconstrucción que apuntala a que quienes tenían un techo y lo perdieron hoy adquieran una deuda, mientras maquilla esta situación a través del Fonden con fondos insuficientes y un censo hecho a la medida del fondo, donde con un censo “Fast track” se arroja que ningún inmueble requiere construirse y que solo hay seis mil inmuebles que podrían necesitar ayuda, una burla completa para los miles de damnificados que perdieron todo tras el sismo.
En medio de este escándalo el jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera salió a reconocer que en primer lugar el dinero aportado por el Fonden no es para construir 6 mil inmuebles sino para reparar seis mil inmuebles de los cuales no todos están en situación de daño estructural.
También reconoció que el presupuesto otorgado para la reconstrucción de la ciudad es insuficiente y hasta bromeo con el monto que el Fonden otorga para más de cuatro mil viviendas comentando que “no va a haber un buen resultado” si el gobierno llega sólo con “5 mil o hasta 30 mil pesos” a un inmueble dañado.
El jefe de gobierno sabe que la reconstrucción es un tema sensible donde la clave es ponerle a cada quien su responsabilidad. En este caso no duda un segundo y aprovecha el cinismo del gobierno federal para delimitarse de esto y evidenciar que verdaderamente es insuficiente. Sin embargo, Mancera no apunta defensa de los damnificados sino a la silla presidencial.
Detrás de su “exigencia” al gobierno federal para la reconstrucción está el negocio inmobiliario responsable de las muertes y claro, la reconstrucción con jugosas ganancias para las mismas inmobiliarias: el jefe de gobierno presentó un proyecto para la reconstrucción donde quiere aumentar en 35% la densidad de construcción que tenían los inmuebles dañados antes del sismo del 19-S.
Este panorama evidencia al gobierno federal y local, para ellos la reconstrucción y la ayuda a los damnificados tiene dos salidas: mercantilizar lo más que se pueda la reconstrucción y capitalizar rumbo a la carrera electoral del 2018.
