Conversamos con la Dra. Cirila Quintero, socióloga por el COLEF, que trabaja temas en torno a la maquila, los sindicatos, género y migración. Nos cuenta sobre la situación actual en la maquila, y particularmente las mujeres en la maquila y lo que se viene con el nearshoring; su visión sobre luchas presentes y futuras en la industria.
Joss Espinosa: Hola bienvenidas, bienvenidos y bienvenides, el día de hoy vamos a estar conversando con la Dra. Cirila Quintero. Ella es Doctora en Sociología por El Colegio de México, Profesora-Investigadora de El Colegio de la Frontera Norte, Unidad Matamoros. Investigadora Nacional, Nivel III. Autora de diversos libros, así como de decenas de artículos para revistas nacionales e internacionales y capítulos para distintos libros sobre los temas de sindicatos, maquiladoras, género y migración. Ha sido profesora visitante en la Universidad de York, Canadá, en la Universidad de Gotemburgo, Suecia, en la Universidad Autónoma de Madrid en España, en la Universidad de New Brunswick en Canadá y en la Universidad de Columbia en Nueva York. Actualmente trabaja en el proyecto: “La historia de la maquiladora desde la mirada de sus trabajadoras”. Es un gusto tenerte en la revista, Dra Cirila, ¿cómo te encuentras?
Cirila Quintero: Bien, bien, buenos días, gracias por la invitación y a tus órdenes.
Joss: Para iniciar, como ya decían la introducción, sabemos que has hecho una ardua labor para estudiar la maquila en la frontera norte, y los sectores que la componen, cómo se ha configurado en estos años, y, pensando además, cómo se da esto como un fenómeno particular por ser en la frontera con Estados Unidos en tanto que, se tiene esta característica de compartir kilómetros de frontera con el vecino del norte del norte; una industria que ha avanzado y se ha consolidado a partir también de los tratados económicos con este vecino del norte.
Entonces, nos gustaría preguntarte y que puedas presentar para nuestros lectores ¿cuál es la situación actual en términos generales de la industria maquiladora, y las llamadas ramas dinámicas vinculadas a la exportación, es decir la automotriz, la electrónica, entre otras? y ¿cómo ha avanzado en el último periodo, la precarización laboral en la maquila pensando además que se atravesó con la pandemia?
Cirila: Bueno, sobre todo lo que habría que decir de la maquila es que comenzó siendo una industria digamos solo para la frontera de la cuestión electrónica y, sobre todo, la textil. Sin embargo, posteriormente (en los años 80 hasta los 90) se convirtió en el sector que ha adquirido más importancia ha sido la automotriz. Yo digo que cuando hablamos de maquila, no podemos hablar como una máquina homogeneizada. Entonces, por ejemplo, tenemos la parte de Tijuana y Ciudad Juárez que están más en la industria electrónica, o, por ejemplo, recientemente la industria médica y en el noroeste, que sería, sobre todo lo que la parte de Coahuila y Tamaulipas, pues está más vinculada a la automotriz. Entonces lo que yo he defendido desde hace tiempo, que desde el 2003 se dio un viraje en la maquiladora y se le convirtió y se privilegió su punto exportador.
Y esto nos ha llevado a convertirnos actualmente de lo que era la industria maquiladora generadora de empleos, ahora es una industria muy vinculada de la exportación, algo que ha convertido a México, sobre todo en la rama automotriz, en una plataforma para la exportación en Estados Unidos. Pero realmente yo digo que la maquinadora a partir del 2003 pues se enterró en la industria nacional porque todo se ha ido dando, en los beneficios para la maquila y lo que eran proyectos como el PITEX o el ALTEX que a apoyaban la industria nacional, más vinculada con la pequeña la mediana industria, desapareció, y ahora todo se llama lo que es la industria maquiladora y de servicio para la exportación. Entonces, pues estamos en una en una etapa como tu bien decías, en donde el tratado de libre comercio, lo que hicieron es convertir a esta industria, pues simplemente en un eslabón fundamental de la cadena global de valor en donde, nosotros tenemos el ensamblaje, el semi ensamblaje que, aunque dicen algunos compañeros que la maquiladora se ha modernizado, pues realmente no se modernizado porque la mayor parte sigue siendo ensamblaje.
Y para ir a lo que preguntabas sobre qué pasa con las cuestiones de las condiciones laborales, nuevamente hay que hablar, por regiones, por ejemplo, yo lo que he dicho es que depende de la región. Por ejemplo, Tijuana, podríamos decir que es una industria que más o menos paga bien en lo que cabe y el noreste, pagó bien en cierta medida, pero los controles salariales que tuvo el gobierno mexicano, durante los 80 para controlar la contra la controlada de evaluación, pues llevó que los salarios bajaran muchísimo.
Es interesante que, en un principio, en los años 70, los salarios de la maquila eran muy buenos en comparación regional. Sin embargo, cuando se le puso también una traba, pues se igualaron a los salarios regionales, entonces se abrió esa mala diferencia que existía, entre lo que se paga en México, lo que se paga en Estados Unidos. Y de todas las ciudades la que a mí me preocupa es Ciudad Juárez, que yo le llamo la ciudad maquiladora por excelencia, porque por lo menos 300,000 trabajadores están en la maquila de Juárez; sin embargo, ahí tenemos una característica muy particular porque se les paga un salario ligeramente superior al mínimo, o sea, ninguna maquinadora paga por abajo del mínimo, pero el punto es que es una industria que podría pagar más porque se desarrolla con los estándares que se piden a nivel internacional, la producción que hacen los trabajadores es muy buena, muy calificada. Entonces, lo que veo en Juárez es sobre todo un salario mínimo, que se les complementa con el pago de bonos, de asistencia, de buen comportamiento, etc. pero esos bonos no están indexados al salario general, lo que quiere decir que cuando tú te jubiles, te vas a jubilar —si es que te llegas a jubilar— te vas a retirar únicamente con el salario base. Pero no con todas esas prestaciones que a veces te doblan el salario. Entonces yo creo que eso es la más preocupante. Varios compañeros han señalado que sí, con esta administración se subió el salario, pero aún hay una brecha importante entre el aumento salarial y lo que corresponde para poder comprar la canasta básica de bienes, porque para que eso pase, también tendrían que controlar los precios; porque de alguna manera cuando suben el salario también te desatan los precios y entonces el poder adquisitivo no se ha recuperado. Los trabajadores desde el 80 hasta la fecha, yo creo, han perdido 70 % o más de su poder adquisitivo. Entonces el punto es sí, se incrementó salarios, pero no hubo otros factores que pudieran potencializar ese aumento.
Joss: Muy importante e interesante esto que señalas con respecto a las distintas formas en cómo se desenvuelve la máquina en la frontera norte, porque efectivamente responde a condiciones particulares, y esto que mencionas sobre Ciudad Juárez sobre como está fragmentado el salario, mediante los bonos. Estas diferencias y similitudes dentro de la frontera, entiendo que también tienen una repercusión en lo que hace a las formas de organización o las expresiones de lucha que vamos a ver más adelante.
Vinculado un poco esto que, ya que comentaba sobre el estadio actual de la maquila, otra de las cosas que me parecen interesantes de los análisis que has hecho sobre la maquila es precisamente la composición femenina. Donde se cruza el trabajo y el género. En tu libro Soy más que mis manos. Los diferentes mundos de la mujer en la maquila, ilustrado por Javier Dragustinovis, haces una recopilación de testimonios de mujeres que trabajan en la maquila, donde, entiendo yo, querían reflejar precisamente lo que se vive en las maquilas desde la mirada de sus propias trabajadoras, ya en el apartado del “mundo” de la fábrica, ya desde 2003 que fue el año en el que se hicieron las entrevistas se habla de la disminución de salarios y las condiciones laborales como se fueron mermando. Hilado con la pregunta anterior ¿Cómo se expresa esto en la actualidad y cómo es que ha avanzado en particular la precarización laboral de las mujeres?
Cirila: La cuestión del uso por parte de la maquila de las mujeres como fuerza laboral es muy interesante porque como hubo mucha difusión al principio, a veces como que se creó el sinónimo mujer / maquila, y entonces eso fue muy interesante porque todavía a la fecha, siempre que voy a hacer una conferencia en me dicen “oye, y todas son mujeres en la fuerza laboral [de la maquila]” y digo no, porque hubo una variación importante, si empezaron siendo como el 90 % de mujeres, sobre todo en la maquila. Por eso creo que en la maquila hay que deconstruir mitos, por ejemplo, se decía que la maquiladora se creó para darle empleo a todos los braceros que regresaban, porque había terminado el Plan Bracero en el 65, pero resulta que no, la maquila ocupó a mujeres. También se decía que la maquila empleaba sólo a las mujeres migrantes, y no, también se ocuparon las mujeres de la ciudad fronteriza, las de Matamoros, de Cd Juárez; cuando las mujeres en Ciudad Juárez y Tijuana se agotaron entonces si comenzaron a llegar migrantes, porque creció mucho la industria maquiladora por todos los proyectos industriales.
La maquila también se cruza con la historia industrial y económica del país. Entonces, por ejemplo, los años 80 o con la reestructuración económica del 85, 88 que empezó con [Miguel] de la Madrid, después siguió con Salinas de Gortari, se afectó a muchos sectores industriales, entre esos sectores industriales estuvo, por ejemplo, la minería, estuvo la petrolera, fueron muchísimas otras industrias que tuvieron que flexibilizarse, que tuvieron que recortar cosas, lo que llevó a que algunos de esos trabajadores empezaron a buscar empleo en la maquiladora, a tal grado que poco a poco se fue “masculinizando” la maquiladora. Entonces los últimos datos que se publicaron sobre género —porque después el INEGI y el gobierno federal dejó de publicar las estadísticas por género— pues se tenía que el 50 % y 50 % eran hombres y mujeres. La última vez que yo calcule los porcentajes, en 2007 -2008 en ciudades como Ciudad Acuña, ya tenían el 40 % de mujeres y el 60 % de hombres. Entonces, esto es muy interesante, como la maquiladora se va a convertir en un empleo para hombres y mujeres, sin embargo, uno de los espacios en donde más siguieron las mujeres [en la maquila] fue Matamoros, que tiene entre el 65 y 75 % son mujeres, mismas que se han enfrentado a problemas muy fuertes, sobre todo el primer problema, que no es solo de ellas pero que les pesa más a ellas es la vulnerabilidad del empleo, la maquiladora ya no te ofrece un empleo como tocó a los abuelos, que por generaciones estaban en un empleo. En la maquiladora no, porque se mueve con los ciclos económicos, los empleos se crean y se cierran de acuerdo con los ciclos económicos. Entonces, lo que yo he encontrado que hay ciudades que sí puede hablarse de generaciones de obreros de la maquila sobre todo yo hablaría de esas generaciones en Matamoros y Ciudad Juárez, o sea, en donde trabajó la abuela, trabajó la hija y trabaja la nieta, pero el contraste entre lo que le tocó a la abuela y le tocó a la nieta es muy grande, la abuela empezó ganando más, teniendo estabilidad, por ejemplo, la planta de la RCA en Ciudad Juárez, llegaron mujeres desde el inicio hasta que se jubilaron, incluso en Matamoros. Pero, sin embargo, con el tiempo, con la flexibilidad, lo que vimos es que cada vez la maquiladora daba menos contratos laborales, entonces las mujeres trabajan por periodos, por tres, cuatro años, y es difícil que obtengan en la planta en Tijuana, Matamoros o Ciudad Juárez.
Sin embargo, en Matamoros por la existencia del sindicato, todavía es factible encontrar que te den tu planta laboral, pero son cuestiones muy diferenciadas. Entonces yo lo que encuentro es esa inestabilidad como un problema fundamental que le afecta a la trabajadora. Imagínate acaba de pasar el cierre de una maquiladora, que no es igual a como era antes, antes llegaba una maquila y se iba en dos meses, pero esta maquiladora tenía casi 30 años, entonces empleados que habían estado toda la vida a punto de jubilarse y de pronto la maquila se va. Entonces, ¿qué haces con esas mujeres que ya son mayores, que dependen de eso, que están esperando su jubilación y se va la planta? Y que les impacta y afecta porque recordemos que muchas mujeres de la maquila también son madres solteras, son jefas de familia y les desarticulas su mundo.
Por otra parte, como bien mencionabas en ese libro, yo creo que una parte fundamental es la ausencia de un compromiso gubernamental y, digamos, empresarial, para dotar de guarderías y centros de cuidado a los hijos de las mujeres. Yo creo que eso ha sido un problema fundamental que nunca se resolvió. Se hicieron algunos intentos, algunas maquiladoras quisieron poner una guardería pequeña, se subrogó por parte del seguro guardería, sin embargo, si tú lees los testimonios en el libro que mencionas y en otros que he escrito, lo que menciona es que el mayor sentimiento que cargan las mujeres es “por la maquinadora no pude cuidar a mis hijos”, sí, fui avancé, trabajé, me dio, tuve esto, pero no pude cuidar a mis hijos. Entonces, esa es una carga emocional que llevan mujeres. Y precisamente ayer, una amiga que es una gerente de recursos humanos me decía “oye, me están diciendo que hay mucho ausentismo en mi planta, y me dicen que no vienen porque no tienen con quien dejar a cuidar a tus hijos”.
Aquí se cruza lo nacional y lo internacional. Recordemos que entre 2018 y 2019 se le retiró el apoyo a la guardería Sedesol, porque ahora se le da el apoyo directo a las mamás, pero eso llevó a que muchas guarderías que estaban establecidas se cerraran, y hay una relación entre que la mujer puede trabajar cuando la liberas o les apoyas en el cuidado de los hijos, entonces, muchas mujeres tuvieron que regresar a cuidar a sus hijos porque no quedaron dentro del programa o porque utilizan lo que reciben en otra situación. Entonces es algo muy muy complejo, pero yo siento que las mujeres a pesar de que no son ya la mayoría en la maquila son las que siguen confrontando este gran problema, sobre todo en estabilidad, en el cuidado de los hijos, en la dificultad para conciliar la casa y lo que sería el trabajo, porque no hay una política ni empresarial ni gubernamental, de lo que les correspondería en una política social de cuidado de los hijos. Me podrían decir que ese no es problema de la maquila sino de todas las mexicanas, y sí, pero en la maquiladora hay que contemplar los horarios que son tan fuertes y cuando es una industria central para el esquema internacional, pienso que debería ser diferente. Bueno, es lo que yo creo.
Joss: Sí, claro, me parece que justo. Una de las cosas que me parecían muy interesantes en ese libro se logran hilar estos mundos en los que se desenvuelven las mujeres, y el peso que tiene de que además del trabajo que realizan en la maquila, también está todo el trabajo del hogar y lo que implica, también no solo en términos del trabajo por el cuidado de los hijos sino además, el peso emocional que tiene no poder estar con sus familias. Y otra de las cosas que se cruzan es el tema de la violencia, estas entrevistas son publicadas en 2003 y hechas en Matamoros. En algunos relatos hay algunas trabajadoras que señalan sobre todo el peligro de vivir violencia por los horarios que tienen, que salen muy tarde o muy de madrugada, que es algo que se comparte con Ciudad Juárez, que ahí se dio un fenómeno particular con la extensión del feminicidio, pero donde se señaló que muchas de esas víctimas eran precisamente trabajadoras de la maquila por estas mismas condiciones. Desde ahí es que consideramos, al menos desde nuestra perspectiva que el propio movimiento de mujeres, debe voltear a ver estas otras realidades que no están puestas en juego dentro de las propias movilizaciones.
Avanzando en la entrevista, queríamos preguntarte. Pasando a las reconfiguraciones que actualmente tiene la maquila en México. Una de los ejes en materia de inversión que ha intentado destacar el gobierno actual, es el impulso del corredor transístmico ¿Cómo consideras que el nearshoring impactará en el desarrollo de la maquila?
Cirila: Quiero hacer una reflexión antes de contestarte esta pregunta, por lo que mencionabas hace rato de la inseguridad de las mujeres y sobre todo lo que es, por ejemplo, el caso de Ciudad Juárez. Cuando asisto a conferencias además de que me preguntan sobre cómo están las mujeres en la maquila, también una cosa que me preguntan es sobre las muertas de Juárez. Y en esos momentos viene a mi mente lo que decía, me parece que Calderón, que “no hablemos mal de México en el extranjero”, y pues no es hablar mal de México, sino que la gente quiere saber qué está pasando porqué matan a mujeres. Y acabo de ver un artículo en la mañana. Decían que 80,000 mujeres muertas por día, algo así, en todo el mundo. Uno se pregunta ¿de qué se trata, no? Y en esa parte, yo creo que el principal problema fue que se construyó y se apoyó un modelo económico sin una política social que amparara a las mujeres y a sus familias; porque tú vas a Juárez, y yo le digo la ciudad maquinadora por excelencia, porque hay unas vías increíbles hacia los parques industriales, a los parques industriales no les falta ningún servicio, tienen urbanizado todos, pero sales de eso y vas a las zonas aledañas y hay una precarización, una ausencia de servicios, una ausencia de transporte, y por eso otros de los elementos fundamentales son los transportes que brindan las compañías donde recogen a las trabajadoras en determinados puntos. Sin embargo, como bien decía, alguna vez un líder sindical “el problema de los transportes es que son como los bonos te lo dan de buena voluntad”, entonces, si un día la compañía te dice ahora no van [los transportes], pues nadie le puede exigir que vayan, entonces las mujeres tienen que salir de sus hogares con los climas, que quien conoce Ciudad Juárez sabe que son super extremos con nieve y todo, y tienen que salir en la oscuridad y pues obviamente, pues son espacios que sin seguridad, son muy propicios para que las agredan. Particularmente en los campos, el campo algodonero es uno de los puntos más importantes. Y ¿por qué la maquila? Eran las mujeres [asesinadas] que más se contabilizaban en ese momento porque son las que salían a trabajar en horarios muy de noche o muy de mañana. Y sin embargo, aunque hubo una recomendación para el gobierno mexicano [en el caso del campo algodonero], el caso nunca fue totalmente cerrado. Entonces, yo creo que también ahí hace falta, pensar y por eso el tema acuñado por mi compañera del Colegio [de la frontera] Julia Monárrez sobre feminicidio que lo defendió muchísimo, yo creo que es sumamente importante porque te matan no porque seas de la maquila, te matan por ser mujer. Entonces, yo creo que, a partir de eso, yo creo que habría que tener toda una política nacional de protección a las mujeres, porque, yo creo que el 90 % de las mujeres o más hemos sido violentadas, en este país en nuestra vida diaria, desde que sales a caminar. Yo les decía les decía a compañeros varones, “ninguno de ustedes tiene que pensar en la mañana, cómo se va a vestir” pero no es cuestión de fashion, es cuestión de pensar ¿dónde voy a andar? y ¿cómo me convierto casi en invisible para que no me molesten? ¿voy a transporte público, voy a colonias populares?, nada de vestido, nada de eso. Es increíble que mejor, en vez de exigir una política, eso lo hayamos normalizado. Entonces también me parece que si le abonas la violencia de género a la violencia de los cárteles, pues las ciudades fronterizas son terriblemente difíciles para vivir, especialmente para las mujeres.
En cuanto a tu pregunta sobre que veo en el futuro para la maquila. Yo he seguido la evolución de la maquila desde siempre, soy socióloga, soy historiadora, pero pues he tenido que meterme en la parte económica también para entender la dinámica. Entonces, una de las cosas que hay que ver es que desde el 2018 más o menos, yo empecé a oír lo que se llamaba el nearshoring, y que iban a venir nuevas inversiones norteamericanas, y luego descubrí que no solo norteamericanas, sino chinas también. Entonces el punto aquí es que no son inversiones totalmente nuevas, algunas sí son nuevas, pero otras son el regreso de las que se fueron durante las crisis del 2000-2006 que huyeron a de México y se fueron a China para buscar salarios más baratos. Ahora China es más caro, y se regresan a México, pero además con otro determinante porque dicen van a ser empresas con mayor tecnología, sí, pero ahora la preocupación en la siguiente, ahora no solo vas a querer manos de obra de las que se ensambla, sino mano de obra calificada a la que le vas a pagar también más barato. A los ingenieros no le vas a pagar o a los técnicos no le vas a pagar los salarios que pagaste en Estados Unidos. Entonces, para mí, habría que tomar con pinzas todas estas nuevas inversiones. Leía yo que la Secretaría de Relaciones Exteriores de México decía que no estamos aprovechando, el nearshoring, y pensaba que si lo vamos a aprovechar cuando tengamos una política social también, y en mis últimas intervenciones he dicho eso, o sea de que yo, para mí el nearshoring es una historia que yo ya conozco, de muchas inversiones que van a venir, no muchos empleos, y que también los gobiernos federales y estatales que entiendan que la maquila no es un trabajo de por vida, la maquila tiene un ciclo, que pueden ser 5, 10, 15 años, ¿Qué va a pasar en esos lugares?, aprovechemos si llega, para sacar la mayor parte para la sociedad, y el día que se vaya que no nos dejen sin nada. Eso es lo que debemos de aprender. Y, por otra parte, yo creo que los gobiernos se deben de poner las pilas, sobre todo los estatales, porque les dan todas las facilidades, les dan terreno, exención de impuestos, les dan recursos naturales, pero no hay ni un sólo gobierno que diga, “también te pido responsabilidad, y tales salarios para mi gente”.
Entonces, el caso más extremo, y yo lo escribí, fue el de Tesla. Tesla cuando dijo López Obrador que no se iba a Nuevo León, 16 estados levantaron la mano, para decir “yo la recibo”, “yo le doy tal cosa, yo tengo mano de obra calificada, tengo exención de impuestos, tengo aquí todo”, pero uno piensa, ¿y los trabajadores? ¿y el impacto migratorio que va a traer eso? ¿Quién le va a dar casa, quién le va a dar agua? Y se fue a Nuevo León, pero porque le van a construir toda la infraestructura necesaria para que llegue. Y todavía dice [Elon] Musk, “¿ya tienes todo lo que me prometiste?”. No podemos seguir trabajando, pensando en una forma como pensábamos hace 50 o 60 años, con una perspectiva de que usen tu territorio, usen tus recursos y que realmente el capital no te deje nada. Debemos de aprender a hacer más pragmáticos, o sea, sobre todo los que toman decisiones.
Mi función como académica es mostrarles lo que está pasando, lo que ha pasado y qué es lo que deberíamos de evitar para las nuevas inversiones que venga. Pero muchas veces los políticos no nos escuchan a los académicos porque dicen que estamos nada más tomando café. Bueno, también tomamos café, pero hacemos otras cosas.
Joss: Sí, sí, totalmente. Es muy importante esto que mencionas, porque un poco como lo plantean es que “miren aquí vienen los beneficios porque vienen más trabajos”, y mucho en la retórica que ha tenido este gobierno, con una retórica progresista. Que aunque ha implementado algunas medidas que generan simpatía, ya hace un momento hablabas del salario mínimo que termina siendo muy acotado para algunos sectores; pero es importante esto que señalas porque, efectivamente, lo que muestran proyectos como estos es que lo que se está moviendo son los intereses de los empresarios extranjeros y que no están puestos en función de las necesidades laborales de la clase trabajadora mexicana, sino que están puestos en función de cuidar y acrecentar las ganancias que puedan haber de los empresarios extranjeros, no incluso con este propio ejemplo que ya mencionabas de Tesla.
Pero bueno. Avanzando un poquito con las preguntas. En tu último libro, Trabajadores, sindicatos y activistas en la frontera norte de México. Un panorama actualizado, nos presentas el resultado de una investigación de casi 30 años en torno a cinco centros laborales en la frontera, nos cuenta sobre las similitudes, pero también de las diferencias que tienen, no solo de las relaciones laborales, sino también del peso o protagonismo que tienen o no los propios sindicatos, o el papel de los activistas, etcétera. Inicia incluso con algunas interrogantes sobre, el peso que tienen algunos factores extranjeros, que tanto este es producto como de lo que se ha movido más bien internamente, como por parte de los trabajadores, una serie interrogantes que me parecen muy importantes y que más recientemente lo que vimos fue la lucha del 20/32 en Matamoros, que fue, digamos, lo que sonó más a nivel nacional, y que tú señalas ahí o describes que se da precisamente como un fenómeno muy particular, no sólo por las condiciones laborales que tienen, sino también por el rol que jugaba o que juega el propio sindicato en Matamoros. También hemos visto otros fenómenos de lucha por otras reivindicaciones que apuntan a problematizar justo el papel de los sindicatos, etcétera. Entonces quisiera preguntarte ¿qué visión tienes de los movimientos reivindicativos y de lucha dentro de la maquila que se han dado en este sexenio?
Cirila: Yo estoy formada en escuela pública, en universidad pública, y por mi misma trayectoria, familias, de mi padre y mi madre, fueron participantes de movilizaciones sociales, campesinos, colonos, movimiento urbano popular, entonces, siempre fui una firme creyente de la fuerza organizativa, es decir, yo creo que los sindicatos tienen una esencia de defensa hacia los trabajadores que, desafortunadamente, muchos países, de América Latina y sobre todo en México, pues, se perdió por la vinculación que tuvo el sindicalismo con la política. Entonces, yo creo que los trabajadores fueron supeditados a ésta, a los deseos de un liderazgo y los sindicatos grandes, debido a que consiguieron buenas prestaciones, como serían los petroleros, los mineros, pues no cuestionaron mucho este tipo de situaciones. Entonces se fue conformando una política así muy particular, lo que se llama el corporativismo.
Después viene la época de los 80, con Salinas [de Gortari] que hubo un golpe brutal a los sindicatos. Y ahí, como quien dice, los sindicatos, los agarraron totalmente despoblados, porque como estaban más el rollo político no sabían cómo defenderse, entonces, ¿cuál es el punto? Que, para poder sobrevivir, empezaron a cercenar contratos colectivos, empezaron de alguna manera también a recortar su plantilla laboral, perdieron miembros, perdieron conquistas, porque no tuvieron ninguna capacidad para defenderse, porque estaba más en la parte política. Entonces, en vez de que voltearan los ojos hacia su base, que podría haber sido la fuente legitimadora, no le hicieron, y el punto es que en el pecado llevaron la penitencia.
¿Qué es lo que pasó después? Los sindicatos quedaron sumamente débiles, pero, sin embargo, empezaron a surgir sindicatos muy pragmáticos, sólo preocupados por lo que serían los beneficios económicos, y fue lo que dio origen a los sindicatos de protección, es decir, sindicatos que existen a las espaldas de los trabajadores. Yo los documenté desde los años 80 en la maquinadora, me preocupaba que en sectores tan avanzados como las [empresas] japonesas, que hacían las televisiones más modernas, hubiera esa clase de sindicatos.
Así es como llegamos a la reforma de este sexenio. Para mí, sí fue bastante interesante el cambio que se quiso hacer con la ley federal del trabajo, sobre todo para democratizar sindicatos; sin embargo, yo he sido profundamente crítica diciendo que es una democracia desde arriba, como ordenada por el gobierno, “ahora van a ser democráticos”. Los historiadores sabemos que eso no pasa así, la democracia debe de venir desde abajo, son los trabajadores los que deben de plantear esto. Okey, ya está la ley, pero no solo se trata de cumplir procedimientos como hasta ahora, de entrega tal cosa o tal otra, sino que realmente haya constancia que la base [trabajadora] está participando.
Lo que yo he visto, sobre todo, es que ha sido una cosa de solo cuidar mucho la cuestión burocrática de entregar los papeles y ya, a ver si lo cumple, está bien, sino no; pero no es realmente el chequeo de si realmente están participando el total de los trabajadores. Entonces los trabajadores, su líder les dice “tienen que votar”, porque ese es otra cuestión por ejemplo en la legitimación, quien organiza la votación era el sindicato que tiene el contrato, entonces el líder le dice que tiene que votar, y el trabajador va y vota, puede votar por esto o lo otro, pero realmente no sabe que está eligiendo. Y entonces, pongamos un ejemplo, si dices sí, pues sigue con el sindicato y deberían exigirles otras cosas; si dice no, y me voy a meter otro sindicato, debería saber. ¿Qué es lo que voy a pedirle [a ese sindicato] que no tenía el otro? Y realmente lo que yo creo es que, por ejemplo, la participación debería de ser mayor. Entonces, yo creo que en esta parte hubo quizá fue hubo buenas intenciones en la ley, pero creo que faltó mucho trabajo de información.
Yo he dicho que yo no noto que haya habido una participación de los trabajadores realmente en este cambio de la ley, yo creo que hubo muchos de las cúpulas sindicales, que únicamente dijeron sí a lo que se estaba planteando, pero no hubo realmente una participación de los trabajadores y no se bajó la información. Todo esto llevó a que los resultados no hubiera nada positivo. Por ejemplo, mencionaban que al inicio de esta administración teníamos algo así como el 12 % de sindicatos y ahora andamos como en el 12.8 o 12.9 %, es decir, realmente, no hubo tanto cambio.
Y la otra cosa que hay que señalar son los miles de contratos colectivos que quedaron sin vigencia, porque con esto que mencionábamos que había, creo que nada más se legitimaron algo así como el 15 % de los contratos colectivos, ¿qué pasa con el otro 85 %? y ya [esos trabajadores] quedaron totalmente sin representación. Entonces, esto es una parte o sea los que tenía, ya están en una situación muy difícil, porque puede que ya no tengan entonces, y eso pues obviamente son sujetos de la avaricia de otros que podrían aprovecharse de esta situación. Y los [sindicatos] que surgieron tienen muchos retos, por ejemplo, el sindicato de Silao de GM [General Motors] que surgió de Generando Movimiento, y luego dijeron que ya no eran ellos, y bueno, se perdió esa parte de la lucha y todo; sin embargo, se ganó el contrato colectivo. Pero, sin embargo, hay una parte de la base que siente que su dirigencia está alejada de ellos, entonces, hay que hacer un trabajo de reconciliación, de los que habían apoyado el viejo, con el sindicato nuevo y con decir, bueno, somos unos solo, o sea, tenemos que ir por el mejoramiento.
Ahora por otra parte, la parte del SNITIS que fue un sindicato que surgió del movimiento de Matamoros y nadie puede negar que eso fue cierto; sin embargo, surgió con muchas características históricas de lo que es el sindicalismo autoritario, porque la figura protagónica de la abogada Susana Prieto como dirigente también, no abrió muchos canales realmente para la participación real del trabajador. Yo asistí a las reuniones que hacían en la plaza de Matamoros, y [Susana] decía “bueno compañeros ya tenemos esto, ahora firmen acá” y los compañeros realmente no participaron e incluso el mismo dominio que tiene actualmente todavía como su asesora sindical, pero más bien parece representante sindical, pues le deja muy poco juego a los trabajadores para participar; el mismo comité ejecutivo. Recientemente, la contrapropuesta de una de sus dirigentes que es su secretaria, Rosario Moreno, que le dijo que hay que recuperar este sindicato —porque es de los trabajadores—, pues también muestra que esta parte de la conciliación y la unidad para seguir avanzando es el gran reto que tenemos, no solo los sindicatos, también la izquierda, yo creo que ese es uno de los mayores retos que tenemos porque a veces estamos fragmentados, que a veces no necesitamos ni siquiera que otro nos cuestione, nos faltan estos puntos para encontrar la unión y seguir hacia la lucha de los trabajadores. Entonces yo, yo veo un futuro muy difícil, porque además para complicar un poco más el escenario, por ejemplo, muchos de los sindicatos que se llaman “independientes” son divisiones de la CTM, o son de otro lado que sólo se pusieron el nombre de “independientes”, por ejemplo, el de “México nuevo” o “México joven” creo se llama es una parte de la CTM. Ahora la CATEM no es un sindicato super democrático, ¿verdad? Son las cuestiones que hay que ver, realmente, ¿a quién le favoreció esta reforma? Yo estoy segura que le favoreció más a los que sabían cómo podían canalizar esta situación, pero los trabajadores siguen expectantes. Y estamos hablando de trabajadores sindicalizados, recordemos que en México un gran porcentaje son trabajadores no formales, que están en economía informal, y ¿Quién se preocupa por ellos? ¿Cuándo se van a organizar eso trabajadores que trabajan en condiciones sumamente precarizadas? u otros sectores como la agrícola, como los de San Quintín, u otros; o sea, son muchas aristas. Y realmente yo siento que la reforma laboral estuvo muy vinculada sólo a un sector que fue la automotriz, más que a otros sectores que gritaban que era necesario que también se les tomara en cuenta. Pero es una visión, que me permite dar, después de muchos años de estudio, puedo estar equivocada, pero lo que quiero decir es que lo que yo menciono viene desde la realidad del contacto con los trabajadores y las regiones y los distintos actores.
Joss: Claro, es muy importante ver esos puntos, justo quería finalizar, preguntando tu visión acerca de estos llamados sindicatos independientes. Porque justo no terminaba de entenderse si todo era producto solo de la reforma laboral o de sectores que estaban interviniendo, o si verdaderamente venía de un proceso más profundo dentro de sectores de trabajadores. Yo creo que, de cierta forma, algunas votaciones muestran, pues un poco intento de sacudirse estas viejas direcciones sindicales burocráticas, es decir, que pueden expresar un cierto sentimiento anti-burocrático o democrático de sectores de trabajadores, pero efectivamente, habría que pensar que tanto se da como procesos de verdadera democratización de esos sindicatos, desde lo interno que permita que sean los propios trabajadores quienes tomen el protagonismo dentro de este estos espacios, porque efectivamente, muchos de los sindicatos o algunos de los sindicatos que se reclaman independientes pues no lo son, como ahora lo señalabas más concretamente con respecto a estos sectores de la CTM. Pero el problema es que el colgarse la bandera de “independientes”, no necesariamente expresa que efectivamente estén al servicio de los trabajadores, o que rompan intereses con las patronales o con los gobiernos, es decir, que busquen una independencia real o de clase. Pero bueno, habrá que ver efectivamente que pasa más adelante, y sobre todo con esto que señalas de aquellos amplios sectores que se quedaron, pues básicamente sin contratación colectiva, por lo que implicó la reforma laboral.
Para terminar, ¿te gustaría agregar algo más?
Cirila: Yo en el libro que escribí, que tu reseñaste, Trabajadores, sindicatos y activistas, dedico una parte importante a los activistas. Porque tradicionalmente se estudia lo que son las cuestiones institucionalizadas, los trabajadores, los sindicatos, etc. Pero hay otra cosa que es el activismo, que es el movimiento, la agencia, la construcción de identidades, hay muchas cosas que están presentes en todas las ciudades.
En todas las ciudades encuentras que hay grupos de compañeros que han estado trabajando desde hace muchas décadas. Y yo con lo que quiero terminar esta presentación, para no verme muy negativa, es que hay esperanzas realmente en esta esencia de los trabajadores que siguen luchando y decir que un mundo mejor es posible.
Por ejemplo, los que participaron en el movimiento de Matamoros, yo digo, eran hijos, nietos de mujeres de la maquila, que habían aprendido y que habían estado en huelgas. Pon tú, por un sindicato burocratizado por la CTM, pero sabían que era hacer una huelga, que tenían que poner la bandera [rojinegra], que tenían que hacer, entonces tienes un conocimiento mínimo de como participar, y si lo unes a platicas diarias, puede rebasar como se rebasó, por ejemplo, en esa ocasión, podemos rebasar ir a cuestionar a nuestro líder. Podemos decirle “oye, defiéndenos realmente” y hacer un movimiento. Esos trabajadores que regresan a sus casas aún con la derrota, ellos ganaron lo que querían, pero en muchas otras cosas son derrotados; aun con la derrota ellos ya tienen una memoria de lucha que la van a activar en el momento que sea necesario, sino dime cómo te explicas que unos trabajadores a los que la abogada dice que son tontos, que no saben y todo eso, se le están revelando ahorita. Porque saben, aprendieron en el camino cosas. Lo mismo en Juárez, el movimiento que tuvieron también con Susana y con otros. Entonces también van adquiriendo relevancia. Las derrotas, y eso lo aprendí de una activista, Julia Quiñonez del Comité Fronterizo de Obreras, decía ahora que fueron derrotados en la Company, en un recuento que hubo en Torreón, yo le dije “ay, perdieron”, y me decía: “no se preocupe también de los fracasos, tiene uno enseñanzas, porque construimos más” y efectivamente, en la siguiente planta que negociaron ganaron la negociación, ganaron la votación. Entonces, realmente, lo único que sí nos desanima, a los que creemos en esto es que esta lucha es muy lenta y es a largo plazo. El punto es que los compañeros jóvenes, por eso en este medio que me parece va dirigido a muchos jóvenes, los jóvenes no deben desanimarse por las derrotas, los jóvenes tienen que sacar toda esa fuerza, recuperarlo de sus abuelos, de sus padres y también la lucha ellos nuevos, con sus nuevos cuestionamientos y seguir adelante porque un cambio es posible, pero siempre que venga desde abajo y de la articulación.
Por eso, si no hay articulación uno a uno. No basta de ir a elegir un presidente, eso no da, hay que crear una fuerza colectiva. Si hay esa fuerza colectiva en tu centro trabajo, en tu escuela, etc., yo creo que se pueden impulsar muchos cambios porque la potencialidad a movilizarnos, creo que la tenemos.
Joss: Muchas gracias. Yo dejaría acá la entrevista. Me parece que es bastante alentador como señalarlas la necesidad de recuperar estos hilos de continuidad. Cirila te agradecemos muchísimo que nos hayas brindado este este tiempo, y que puedas compartirnos un poco de todo esto que durante tantos años has logrado estudiar y consolidar como un aporte, no sólo académico, sino efectivamente para la lucha de sectores de la clase trabajadora que me parece valiosísimo.
Concluimos acá nuevamente. Muchas gracias Cirila, Agradecemos y saludamos también a quienes siguieron esta entrevista, les recordamos que está realizada por la revista Ideas de izquierda a México, que forma parte la red internacional de diarios de la izquierda diario.
Cirila: Muchísimas gracias. Hasta luego.
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