A 21 días del paro cívico y agroindustrial, mientras este se debilita, los cívicos y la Unión Juvenil Cruceñista buscan mantenerlo vivo generando violentos enfrentamientos. Atacaron marcha y quemaron sede campesina. Luego saquearon la Central Obrera Departamental. Es urgente una fuerte respuesta obrera, campesina, indígena y popular.
Viernes 11 de noviembre de 2022
Foto: Unitel
Hoy se cumplen 21 días del paro cívico y agroindustrial impulsado por la oposición derechista en Santa Cruz. Se cumplen 3 semanas de un paro que ya se venía levantando solo debido al desgaste de las amplias mayorías trabajadoras y de los sectores populares que necesitan trabajar porque viven de lo que generan al día y debido a la violencia con la que este reaccionario paro fue impuesto a estos sectores.
Este desgaste se hizo cada vez más evidente cuando, por ejemplo, para el lunes 7 de noviembre se esperaba la radicalización y extensión del paro a nivel nacional. Esto, sin embargo, jamás sucedió. De esta manera, el presidente del comité cívico pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, y, el clerical gobernador y empresario de este departamento, Luis Fernando Camacho, sintieron el agravamiento de su aislamiento y quedaron pateando oxígeno.
Recordemos que, luego de que las “mesas técnicas”, que culminaron su trabajo “por tiempo y materia”, el pasado lunes, establecieron que el censo se realizará el 2024, la derecha cruceña, había anunciado que evaluarían las medidas a tomar ya que el censo no se va a realizar el 2023 como exigían. Esto pese a que, el gobierno del MAS, a través de su vocero y otras autoridades, les aseguraron que se garantizarán sus dos demandas centrales: distribución de recursos y de escaños parlamentarios, de manera automática con los resultados preliminares del censo. Es decir, antes de las elecciones presidenciales del 2025.
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En este escenario, el rector de la Universidad Gabriel René Moreno (UAGRM), Vicente Cuéllar, que a su vez es el representante del “comité interinstitucional por el Censo 2023”, declaró que ya se había logrado lo más importante, separándose de esta manera, de extremistas como Camacho y Calvo. Así mismo, el vocero de la UAGRM, Manfredo Bravo, afirmó hoy que los puntos de bloqueo cívicos ya no estarían compuestos por ciudadanos comunes sino por “gente malviviente”. Esto explicaría no solo los cobros extorsivos que en varios puntos de bloqueo impusieron a la gente que necesitaba pasar, sino aún peor, las violaciones y agresiones sexuales incluso un caso de violación grupal a una joven de 21 años. Es decir, desnuda la brutalidad y la violencia machista, racista y clasista que bajo el manto clerical los cívicos y la Unión Juvenil Cruceñista (UJC) han impuesto en las rotondas y diversos puntos de bloqueo. Esta situación deja entrever la necesidad, para amplios sectores de las clases medias cruceñas, de levantar las medidas de presión.
Ante esta fragmentación derechista, y ante las fuertes tendencias para que este domingo, en el cabildo convocado por los cívicos, se levante el paro, sectores radicalizados de la extrema derecha buscan evitar este escenario generando enfrentamientos sumamente violentos que el día de hoy han sacudido las barriadas populares de Santa Cruz. Como informa la Agencia de Noticias Violeta (ANV) grupos de cívicos en moto y con bombas molotov atacaron la marcha gremial-campesina que exigía el fin del paro. Luego atacaron e incendiaron la sede sindical de la Federación de Campesinos de Santa Cruz, para, posteriormente saquear la sede de la Central Obrera Departamental (COD). Los combates se prolongan ya por más de 4 horas.
Con estas acciones la extrema derecha busca algún desenlace fatídico que pueda reagrupar fuerzas derechistas y actuar de argamasa moral para mantener el conflicto y profundizar la crisis política.
Ante esta situación, todavía indefinida, se hace urgente que las organizaciones obreras, campesinas, indígenas y populares, junto al movimiento de mujeres y de las disidencias y diversidades sexuales y de género, impulsemos una gran movilización, desde abajo, no solo para poner freno a la violencia racista y derechista sino para derrotarla. Es necesario empezar a discutir y coordinar cómo impulsar comités de autodefensa con independencia del gobierno del MAS y de las burocracias sindicales y de los movimientos sociales ya que mientras se encargaban de desmovilizar la resistencia popular que se empezaba a desarrollar en contra del paro cívico, les tendían la mesa a los derechistas para negociar su gobernabilidad, mientras estos intentaban endurecer su paro.
Aquí puedes ver el análisis de la situación nacional en el programa #AbriendoBrechas de este jueves 10 de noviembre: La encrucijada cívica ¿victoria o derrota de la asonada derechista?
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