Sin embargo, así lo sostienen ambos medios que publicaron su interpretación sobre un documento de La Cámpora. Mienten. En cambio, la izquierda sí propone luchar ahora contra el ajuste a medida del FMI.

Celeste Vazquez @celvazquez1
Miércoles 17 de octubre de 2018
En las últimas horas tanto Clarín como La Nación publicaron dos notas en las que ensayan su interpretación sobre el documento titulado "Frente a una nueva crisis terminal, refundar la Patria" firmado por una centena de dirigentes de La Cámpora.
En dicho documento, los dirigentes políticos plantean su visión sobre la situación política que atraviesa el país, a casi tres años de gestión de Cambiemos, y sus propuestas políticas para “enfrentar” la política de ajuste dictada y digitada por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
A pesar de que en ninguna parte del texto aparece la palabra “romper" con el FMI, ambos diarios hacen hincapié en esta idea en sus títulos. Sin embargo, nada más alejado de la realidad. Veamos.
En el documento, los funcionarios camporistas expresan la necesidad de avanzar en “una política nacional y popular” basada en una serie de “puntos de emergencia” entre los que se encuentra lo que ellos denominan la “política de desendeudamiento”.
En ese punto proponen varios items. "Detener el endeudamiento y reestructurar la deuda externa. Denunciar y renegociar el acuerdo con el FMI, suspender los desembolsos pendientes, redeterminar un plan de pago de la deuda ingresada y cesación de las metas del memorándum. Promover una política de desendeudamiento coordinada con los países periféricos, revitalizando la propuesta del G77 + China en la ONU sobre los principios básicos de reestructuración de deudas soberanas y regulación de los fondos buitre”.
Como se ve no aparece las palabras ni “romper”, ni “ruptura”, ni siquiera la palabra “rechazo”. La posición política de La Cámpora es bastante más moderada a lo que informan Clarín y La Nación. Y el trato que postulan hacia organismos de crédito usureros (como el FMI), responsable de haber hundido en la miseria a millones de personas como sucedió en Argentina en la crisis del 2001, es más respetuoso que el que podría imaginarse cualquier lector que se guié por los titulares de los medios.
No es de extrañar esa actitud. La propia Cristina Fernández de Kirchner había calificado a su gobierno y el de Néstor Kirchner como “pagadores seriales”, ya que entre los mandatos presidenciales de ambos (2003-2015) se pagaron U$S 200 mil millones de deuda pública.
Y por si fuera poco, a pesar de estos pagos, la deuda pasó de U$S 145 mil millones, cuando asumió Néstor Kirchner, a U$S 223 mil millones cuando culminó la gestión de Cristina Fernández.
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La propuesta de la izquierda
En cambio, la propuesta de la izquierda es clara y se basa en el no pago de la deuda y el completo rechazo a los planes del FMI que traerán más hambre y miseria, además de un aumento en la sumisión de nuestro país a la política del imperialismo.
Es la propuesta más realista en la situación actual. El presupuesto que el oficialismo pretende aprobar con la venia de gobernadores y legisladores peronistas, que conviven en el mismo espacio político con La Cámpora y Unidad Ciudadana, establece un profundo recorte en sectores como salud y educación. Y en cambio, un feroz incremento en el gasto previsto para los pagos en intereses de deuda pública, que representan un 48,9% del gasto total.
El Gobierno, con la complicidad del peronismo y la inacción de la burocracia sindical, se aprestan a votar un Presupuesto del ajuste para garantizar el pago de la deuda, en detrimento de las necesidades de las amplias mayorías populares.
Por esta razón, desde el PTS en el Frente de Izquierda, junto a sus diputados como Nicolas del Caño y Myriam Bregman, e integrantes del Movimiento de Agrupaciones Clasistas, se plantea claramente que el "presupuesto del ajuste no puede pasar" y llaman a la movilización callejera el día de su tratamiento (24 de octubre) para impedir su votación. Al mismo tiempo que le exigen a las centrales sindicales y a los dirigentes agrupados en el Frente Sindical de Moyano y Palazzo, que incluyen a sectores referenciados con el kirchnerismo, la realización de un paro y movilización para que ese día la bronca popular se exprese en las calles y haga retroceder los planes gubernamentales.
No hay tiempo de esperar al 2019. La lucha contra el ajuste y el saqueo es ahora.
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