La gobernadora de Tierra del Fuego pasó por Buenos Aires. Se reunió con Prat Gay y aprovechó la pantalla de TN para atacar a los trabajadores que enfrentan su plan de ajuste y represión.

Fernando Scolnik @FernandoScolnik
Sábado 7 de mayo de 2016
Los trabajadores docentes y estatales de Tierra del Fuego llevan más de 60 días de lucha, enfrentando un duro paquete de ajustes de la gobernadora Rosana Bertone del Frente para la Victoria. El plan, entre sus principales medidas, elimina el 82 % móvil, aumenta la edad jubilatoria, recorta planes sociales, establece un impuesto compulsivo al salario y aumenta tarifas.
En medio de esa grave crisis en la provincia, esta semana la gobernadora pasó por Buenos Aires. Fue recibida por el ministro de Hacienda Prat Gay, elogió a los funcionarios macristas y recibió una especial atención en el programa Código Político del canal TN, conducido por Eduardo Van der Kooy y Julio Blanck.
Mejor no podría haber sido el trato que le dispensaron a la gobernadora del Frente para la Victoria dos de los principales periodistas del Grupo Clarín. Para que la invitada se sintiera cómoda, evitaron preguntarle por la grave detención de los dirigentes sindicales que había tenido lugar esta misma semana, en un marco de violencia contra los trabajadores como hace años no se veía en la provincia, con razzias en los barrios y allanamientos en la madrugada en las casas de los referentes gremiales. Tampoco le cuestionaron su plan de ajuste, de severas consecuencias sociales. En el canal que apoyó la campaña macrista, Bertone se sintió como en casa.
Raúl Godoy, diputado provincial en Neuquén (PTS/Frente de Izquierda) viajó esta semana a Tierra del Fuego y desde allí había denunciado que “acá la policía se maneja como en la dictadura, ingresando a la casa de los dirigentes sindicales por la noche, violentando y golpeando a ellos y a sus familias”.
Alejandrina Barry, hija de desaparecidos y referente del CeProDH, viajó también para exigir por la libertad de los detenidos y llevar la voz de centenares de referentes de derechos humanos, políticos y sociales que denunciaron a través de una declaración pública esta situación, tales como Nora Cortiñas, Elia Espen, Mirta Baravalle, el SERPAJ, la Asociación Madres de Plaza de Mayo Filial Neuquén y Alto Valle o Myriam Bregman, así como también lo hicieron periodistas, centros de estudiantes y organizaciones políticas.
Contra esta contundente denuncia, la gobernadora del Frente para la Victoria decidió buscar apoyo en el Grupo Clarín. Allí Van der Kooy y Blanck le ofrecieron un generoso espacio desde el cual Bertone quiso hacerle creer a todos los que no conocen la situación de Tierra del Fuego que las jubilaciones en esa provincia son altísimas, que todo está armado por un “grupo muy minúsculo que lleva adelante estos hechos”, que ella eligió el camino del diálogo, y que todo el resto de los trabajadores de la provincia que van todos los días a sus trabajos repudian a los que llevan adelante los reclamos, ya que no les dejan llevar a sus hijos a la escuela.
El “grupo muy minúsculo” que lleva adelante la lucha está compuesto por un frente de más de 25 sindicatos (estatales, docentes, municipales, judiciales, portuarios, salud, energía y otros), impulsó movilizaciones masivas de más de 15.000 personas, un sostenido acampe frente a Casa de Gobierno, contundentes cortes de ruta y un petitorio de más de 22.000 firmas que rechazó el paquete de ajuste.
Por otro lado, la gobernadora, que dice haber elegido el camino del diálogo y no reprimir, es la misma que envío una patota del sindicato de camioneros contra los trabajadores, y en los últimos días montó las detenciones ilegales arriba mencionadas, con provocaciones llevadas adelante por policías de civil.
El resto de los trabajadores de la provincia, lejos de ir normalmente a trabajar todos los días y repudiar a los que luchan, como dijo Bertone en TN, prestan un fuerte apoyo a los reclamos, ya que en parte son los suyos propios. Esta semana, a modo de ejemplo, el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica en Tierra del Fuego, Oscar Martínez, amenazó con tomar las fábricas del sector de la provincia en caso de no obtener respuestas a los reclamos salariales y por la continuidad de los puestos de trabajo, que se están perdiendo por la apertura de las importaciones.
El ajuste de la gobernadora Bertone, a tono con el del macrismo, busca descargar una crisis sobre los trabajadores de la provincia del fin del mundo, mientras los legisladores de la isla cobran más de $ 100.000 mensuales y unos pocos empresarios se quedan con los jugosos negocios del turismo y los enormes casinos que no pagan impuestos. No por nada, la gobernadora se quejó en TN de que el conflicto social afecta la imagen turística de Tierra del Fuego. Sus preocupaciones son muy distintas a los de los trabajadores.

Fernando Scolnik
Nacido en Buenos Aires allá por agosto de 1981. Sociólogo - UBA. Militante del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001.