Durante la jornada del martes 13 de septiembre, estudiantes del instituto nacional convocaron a una concentración en su apoyo, llamando a estudiantes de otros liceos, apoderados y organizaciones territoriales, para posicionarse con fuerza contra las clases online que les impusieron las autoridades de su liceo, aun en contra del acuerdo que tenían con los estudiantes de no tener más clases en esa modalidad. Además, durante la jornada se presentaron en el establecimiento autoridades de gobierno como el ministro de educación que fue a eso de las 3 de la tarde, en un contexto donde el petitorio de los estudiantes del IN se encuentra irresuelto por 10 años.
Jueves 15 de septiembre de 2022
«La» jornada del día en el IN
Durante la convocatoria, les estudiantes realizaron una toma simbólica, posicionando lienzos con sus demandas en la entrada del edificio; cortaron calle hasta que llegaron fuerzas especiales de carabineros a reprimir y se quedaron en el área, vigilando luego de finalizado el corta calle; realizaron una clase al aire libre donde volvían a expresar sus demandas y reivindicaciones con gritos y molestaban a carabineros quienes estaban en punto fijo; Finalizan con evasiones en el metro U de Chile.
Esto en el marco de años movilizándose por la no resolución de las necesidades y demandas de los secundarios para una educación de calidad. Llevan años con infraestructura y alimentación JUNAEB deficientes, falta de personal funcionario y docente, sin educación sexual integral y siendo hostigados por carabineros de forma constante, tanto en este gobierno como en los anteriores.
Para los estudiantes secundarios, la situación es insostenible. Si bien comenzaron una toma simbólica por el día como demostración de fuerza, la respuesta del ministro y la propia percepción de los estudiantes por el ministro y el gobierno, los hace mantener una posición ofensiva. Para recibir a las autoridades, les estudiantes esperaron en toma, con lienzos y petitorio en mano para su bienvenida, con la moral de la vanguardia combativa del movimiento estudiantil secundario.
Si bien, la denuncia de esta jornada se enfoca principalmente en la obligación de tener clases online, con además poco tiempo de aviso y en vistas de reuniones con autoridades de gobierno. La desconfianza en personeros de gobierno existe y la exigencia es alta porque el gobierno sigue reprimiendo las marchas a diestra y siniestra, sigue sin resolver las demandas en su totalidad, por lo que para "restaurar la gobernabilidad" deben, antes que nada, desgastar la moral del estudiante secundario aislándolo.
La maniobra del régimen.
Durante esta semana, los partidos de gobierno y, precisamente aquellas autoridades encargadas, como el ministro de educación Marco Antonio Avila (RD), la alcaldesa de Santiago Irassi Hassler (PC), alcaldesa de providencia Evelyn Matthei (UDI) y la nueva ministra del interior Carolina Tohá (PPD), se han estado reuniendo para desarrollar y coordinar una maniobra para desmovilizar a los estudiantes secundarios, bajo el discurso de velar por la seguridad ciudadana y la educación pública. Pero las medidas que han estado implementando buscan reprimir y aislar a aquellos liceos que siguen en movilización, sin atender a sus demandas; quieren desbaratar la organización de base, atacando y persiguiendo políticamente a los dirigentes estudiantiles, por ejemplo, con sumarios como en el Carmela Carvajal; imponiendo clases online como en el IN, para que los estudiantes no se presenten ni organicen en el establecimiento; ganándose a las burocracias estudiantiles mediante promesas y discursos; y, la más conocida, reprimiendo con el grueso de las fuerzas especiales de carabineros. Todo esto, dado que además son los estudiantes quienes mantienen los cuestionamientos más profundos al régimen y tienen la potencialidad de permear en sectores obreros, de los que muchos quienes estudian en la educación pública provienen.
La lucha por una educación de calidad lleva mucho tiempo abierta y las condiciones de estudio no han avanzado según se esperaba y según se han comprometido los gobiernos hasta ahora. La educación sigue siendo deficiente y enfocada en las ganancias de los empresarios de la educación. La confianza en que las medidas se tomen por la buena es nula o casi nula porque han sido decenas de cartas y petitorios a las autoridades y no hacen nada, siquiera saben las condiciones en que se encuentran los establecimientos y esa, es una de las denuncias que hacen al ministro de educación. ¿Cuándo fue el ultimo catastro de infraestructura en los establecimientos? ¿Cuándo fue el ultimo catastro de alimentación de JUNAEB? ¿Cuándo fue el ultimo registro de equipamiento docente?
Por lo mismo, las medidas represivas que tomen las autoridades por sí solas, probablemente no logren pasivizar el movimiento secundario, forjado bajo una represión constante de carabineros, y si lo logran, será temporalmente. Estas medidas deben estar acompañadas del cumplimiento -sea parcial- de las demandas del estudiantado, buscando recuperar la confianza de un sector de los estudiantes secundarios y principalmente de su burocracia, mantener a la retaguardia estudiantil pasiva para que su vanguardia se vea reducida y sin apoyo, ósea, limitar el alcance de la lucha contra la educación de mercado, mejorando aspectos parciales de la educación y con medidas represivas, la perfecta combinación entre la experiencia del reformismo burocrático frente amplista y la experiencia coercitiva y discursiva de la derecha.
Esto se expresa en las reuniones de las autoridades de gobierno, con temática de seguridad ciudadana y educación pública. Mientras tanto, reprimen a los estudiantes movilizados, los aíslan de las masas y de sus propias fuerzas, invierten en la educación pública mientras permanecen fomentando el discurso criminalizador, atacándolos desde varios flancos y buscando su total aislamiento, para sacar de las calles a los estudiantes y seguir con su nueva agenda política de recomposición post plebiscito.
La necesidad de dar una lucha unificada. Por un petitorio unificado contra la educación de mercado y la crisis económica.
Para enfrentar esta maniobra, les estudiantes necesitamos estar atentos a cada movida de la autoridades y no subordinarse a la política del gobierno y sus juventudes, que por ejemplo desde el CONFECH, limitan al movimiento estudiantil a una base de maniobra para presionar a la derecha con su política de un nuevo proceso constituyente. Pero un nuevo proceso no asegura el fin de la educación de mercado, ni mucho menos las condiciones mínimas de estudio para les estudiantes. Necesitamos buscar la unidad entre estudiantes secundarios y universitarios, con trabajadores de la educación, las poblaciones y los trabajadores de la industria y servicios, para golpear con un solo puño al sistema capitalista y comenzar a organizar democráticamente los lugares de estudio, el financiamiento a la educación, el uso y distribución de los recursos naturales, etc.
Debemos exigir un presupuesto de emergencia para la educación; un sueldo mínimo y jubilación para los trabajadores que sea acorde a la inflación; derogar la ley de aula segura y todas las leyes represivas; pelear por una educación sexual integral y comisiones de género independientes a las autoridades, que aborden democráticamente los casos de violencia de género y eduquen a las nuevas generaciones en feminismo; acceso irrestricto a la educación superior, más condonación del CAE y toda la deuda educativa, sin pago a la banca; nacionalización de los recursos naturales para detener el saqueo al medioambiente de las multinacionales y potencias imperialistas, organizar democráticamente la restauración de nuestros ecosistemas y la utilización de esos recursos según las necesidades y capacidades socioambientales.
Ósea, debemos construir una alternativa independiente de la clase capitalista y el gobierno de turno que pactan para mantener el sistema tal cual está y da pie para el fortalecimiento de la derecha pinochetista, dando ilusiones de cambio que no se realizarán bajo su dirección política. Debemos responsabilizar a los partidos reformistas que están en el gobierno por el refortalecimiento de la derecha, que durante la revuelta quedó agonizante hasta que con el acuerdo por la paz, los partidos del régimen, el frente amplio específicamente, les permitieron un respiro y les abrieron espacio discursivo. Ahora, son ellos mismos quienes pactan con la derecha un nuevo proceso constituyente más moderado que el anterior y que buscan las fuerzas del movimiento estudiantil únicamente para presionar a la derecha hacia nuevos acuerdos en vez de confiar en sus fuerzas y métodos, así como los de la clase trabajadora en su conjunto.