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Red Internacional
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INDEPENDIENTE 1 - RACING 1. Clásico de Avellaneda: las emociones llegaron sobre el final

En un clásico donde lo que predominó fue el miedo a perder, las emociones del final hicieron que el partido no pase a la historia sin pena ni gloria.

Lunes 22 de febrero de 2016 00:38

Foto: FotoBaires

Ambos venían de perder, cuestionados y con la necesidad de sacar puntos a cuestas. Independiente por ser local y no tener otra competencia encima tenía mas obligaciones que Racing , pero la Academia no se podía dar el lujo de perder otro partido y menos el más importante para los hinchas. Quizá esta situación hizo que el partido en el segundo tiempo empiece de esta manera: a los 5 minutos Sava saca a Milito y a los 10´ Pellegrino saca a Denis. Suficiente ilustración.

El primer tiempo se había ido sin jugadas de riesgo para los arqueros, mucha presión en el medio campo, imprecisiones varias y más roce que juego bonito. “El rojo” sufrió el bajo nivel de Méndez -que es el que le aporta el corte justo y la claridad necesaria para crear peligro- y los de arriba estaban bien tomados por la defensa de un Racing que tuvo en las escapadas de Grimi (sí , Grimi) quizá las mas peligrosas, ademas de algún disparo desde afuera de Romero que solo con su calidad (que no es poca) no podía.

Cuando ya promediaba el 2do tiempo todo hacia pensar, y con razones a la vista, que se encariñaban con el empate. El cambio delantero por delantero fue lo más ¿audaz? que se les ocurría a los técnicos de ambos lados. Aunque tanto Vera para el Rojo como Licha López primero y Rodrigo De Paul después le dieron un poco más de emoción al partido, pero tampoco hacían milagros, o al menos no lo harían hasta los últimos cinco minutos. Los que ingresaron en la Academia al juntarse con Romero crearon más peligro en veinte minutos que lo que había creado Racing en los anteriores setenta; así llegó una jugada donde insolitamente el árbitro Abal le cortó un mano a mano a “Licha” por cobrarle un foul a favor.

Un final para el infarto

Faltando cinco minutos, De Paul se equivocó en un pase en el medio campo con Racing descompensado, Rigoni la robó y metió un pase preciso para que Fernández fusile a Saja y desate la fiesta en la “caldera del diablo”. Todo era alegría y humo; sí, mucho humo que se esfumó en el ultimo minuto. Porque cuando los hinchas del rojo ya daban el triunfo por hecho, Acuña tiró un centro que cruzó el área del rojo, en el extremo derecho del ataque de Racing la agarró De Paul que metió un lindo pase entre dos jugadores de Independiente para que Romero meta un centro al medio del área donde Lisandro López sacó una magnífica chilena que acomodó la pelota sobre el palo izquierdo de un petrificado “Ruso” Rodríguez.

El electrizante final salvó al clásico de quedar en el basurero de la historia. La Academia se fue mas que contento por el golazo y el empate agónico. El Rojo con mas preocupación que otra cosa, aunque de consuelo le queda sostener la paternidad contra su clásico rival.