La jefa delegacional de Tlalpan se ha visto inmiscuida en diversos cuestionamientos y han salido a la luz diversas irregularidades a raíz del colapso del colegio Rébsamen, el cual se cobró la vida de 19 niños y 7 adultos.
Óscar Fernández @OscarFdz94
Viernes 29 de septiembre de 2017
Después de que concluyeran las labores de rescate y remoción de escombros del colegio Enrique Rébsamen, la jefa delegacional de Tlalpan, Claudia Sheinbaum, anunció que emprenderá una denuncia penal contra Mónica García Villegas, dueña del siniestrado colegio, y contra otros dos exfuncionarios de su delegación presuntamente por su responsabilidad de edificar “sin los permisos correspondientes otorgados por la delegación Tlalpan”.
De igual forma, en conferencia de prensa anunció que el colegio operaba con documentos que estaban en regla y que distintos directores responsables de obra daban fe de que el edificio estaba bien, antes de que ocurriera el sismo el pasado 19 de septiembre. Sin embargo, los documentos del uso de suelo del predio estaban acreditados para fungir como uso habitacional, laguna que fue aprovechada para que la dueña del colegio pudiera construir su casa en el cuarto piso de la escuela.
Sheinbaum deslindó a la delegación de responsabilidades porque el rol de investigar y regular el uso de suelo le corresponde al Instituto de Verificación Administrativa (INVEA), al que le atribuye la responsabilidad del colapso. Asimismo, afirmó que es irrelevante “si [los responsables] son de Morena, del PRD, del PRI, si no tienen partido político, a mí lo que me importa es que se haga justicia. No están cerca, pero además aunque estuvieran cerca esto no puede quedar impune”.
Sin embargo, los cambios y remodelaciones que se efectuaron en la escuela se hicieron entre 2015 y 2016 una vez que MORENA ganó la jefatura delegacional de Tlalpan. Por otra parte, la delegación debe efectuar inspecciones anuales en sus planteles como parte del Programa Interno de Protección Civil, lo cual evidentemente le correspondía a su administración. En redes circula además una solicitud de Change.org pidiendo la destitución de la jefa delegacional.
Boom inmobiliario desde principios del milenio
Ser delegada de Tlalpan no fue el primer puesto que Sheinbaum ocupó. Durante la administración de Andrés Manuel López Obrador como Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, Sheinbaum se desempeñó como secretaria de Medio Ambiente. Ella fue la encargada de regular la construcción del Segundo Piso del Periférico, por medio del Fideicomiso para el Mejoramiento de las Vías de Comunicación del Distrito Federal (FIMEVIC), dinero cuya información fue resguardada durante 12 años.
El boom inmobiliario que se destapó a raíz de los daños que ocasionó el terremoto se remonta al año 2000. En aquel entonces, López Obrador creó diversos “bandos” (como el bando 2, emitido a pocos días de asumir) que fomentarían la construcción de viviendas en delegaciones céntricas como Venustiano Carranza, Benito Juárez y Cuauhtémoc, estas últimas de las más afectadas por el terremoto.
Este boom continuó con las administraciones de Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera, en las cuales se fomentó la construcción de inmuebles en colonias “estrella” como Mixcoac, Del Valle, Nápoles y Narvarte. Desde La Izquierda Diario México ya habíamos dado cuenta hace más de un año de esta situación. Al amparo del accionar de estos gobiernos, las empresas constructoras edificaron utilizando productos de baja calidad, mientras vendían a altos precios lo que era presentado en la legislación como "vivienda social".
El resultado lo podemos observar hoy: decenas de edificios dañados, muchos construidos precariamente —como lo es el caso del Residencial San José ubicado en la colonia Portales que tenía lozas hechas de unicel—, lo cual le costó la vida a una cantidad aún indeterminada de personas.
Es claro que para los partidos como el PRI, el PAN y el PRD, y para aquellos que se presentan como una alternativa -como MORENA- no es esencial que la construcción de las viviendas se realice de acuerdo a las necesidades y a la seguridad de los sectores populares. En el proyecto político de López Obrador figuran diversos personajes con perfiles turbios —expriístas y expanistas— o asociaciones con empresarios, los mismos que se benefician de las concesiones que les otorga la autoridad.
Como hemos planteado aquí, es fundamental que la planeación y reconstrucción de la ciudad sea hecha bajo el control de los afectados, junto a las organizaciones obreras y populares, verificando que los inmuebles que se construyen sean de materiales resistentes y diseños que puedan soportar los movimientos telúricos. Los responsables políticos y materiales de la construcción de edificios que no cumplan estandares elementales de seguridad deben ser juzgados, y sus empresas y sus bienes deben ser expropiados sin indemnización, y utilizados para el plan de reconstrucción.
El fenómeno es natural, mas no la catástrofe, y nuestras vidas valen más que sus ganancias.
Óscar Fernández
Politólogo - Universidad Iberoamericana