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HACIA LA COP 26. Claves de la Cumbre de Ambición Climática a cinco años del Acuerdo de París

Casi ochenta mandatarios, líderes sociales y representantes de corporaciones se reúnen en forma virtual para hacer compromisos contra la crisis climática global. El lustro del Acuerdo de París lo pone en duda. Fernández dirá presente.

Valeria Foglia @valeriafgl

Viernes 11 de diciembre de 2020 21:41

Climate Ambition Summit 2020 - YouTube

Como un paso hacia la COP 26 de 2021 en Glasgow, este sábado tendrá lugar una cumbre virtual convocada en común por Naciones Unidas, Reino Unido y Francia, en alianza con Chile e Italia. El encuentro coincide con el quinto aniversario del Acuerdo de París cuyo propósito declarado es la adopción de medidas para combatir la crisis climática global, así como adaptarse a sus efectos. Cinco años después, sus compromisos no vinculantes son más papel mojado que nunca.

Además del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, participarán el papa Francisco, líderes imperialistas como Emmanuel Macron, Angela Merkel, Pedro Sánchez, Justin Trudeau y Boris Johnson, el presidente chino Xi Jinping, gobernadores de EE. UU. y también mandatarios de América Latina como el colombiano Iván Duque, el chileno Sebastián Piñera (en la semana en que se anunció que su imagen positiva araña el 7 %) y Alberto Fernández por Argentina, entre muchos otros. Donald Trump y Jair Bolsonaro entre los grandes ausentes, junto a los mandatarios de México y Australia.

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Las grandes compañías como Apple y organismos internacionales de crédito como el FMI y el Banco Mundial compartirán el evento con líderes indígenas y hasta el príncipe Alberto II de Mónaco. Del lado de la ciencia participarán la Organización Meteorológica Mundial y el Programa Ambiental de la ONU.

El evento, donde además presentarán cortos documentales, se propone reunir a cerca de ochenta líderes políticos y económicos que estén dispuestos a asumir nuevos desafíos para afrontar la emergencia climática y cumplir el Acuerdo de París. Entre los asistentes, países y regiones como China, India, Japón, la Unión Europea, etc., se encuentran entre los que más emisiones aportan a la ya excesiva concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, causantes del calentamiento global. Esta nueva cumbre planteará por enésima vez la urgencia de limitar el aumento de temperatura global a los 1.5 °C.

Según se indica en el sitio oficial de la cumbre, los países asumirán “nuevos y ambiciosos compromisos” sobre la base de los tres pilares del Acuerdo de París: mitigación, adaptación y compromisos financieros. “No habrá lugar para declaraciones generales”, se animan a decir.

La forma que esos compromisos adquirirán serán las Contribuciones Determinadas la Nivel Nacional (NDC en inglés), “estrategias a largo plazo” para arribar hacia las cero emisiones netas, financiamiento climático para los más vulnerables (entre los que mencionan a los pueblos indígenas, la juventud y otros sectores de la sociedad civil) y “ambiciosos planes de adaptación” para una reconstrucción “verde y resiliente” de las economías pos-covid-19.

El uso insistente de la palabra ambición no puede ocultar el hecho de que en estos cinco años se ha hecho poco y nada para reducir o frenar emisiones de GEI provenientes principalmente de la quema de combustibles fósiles, la ganadería intensiva y las industrias contaminantes que están en la base de la matriz productiva del capitalismo. Temporada tras temporada se han venido acumulando récords del año más caluroso o de aumento de la concentración atmosférica de CO2, metano y otros gases, a la par de una pérdida brutal de biodiversidad sostenida desde 1970.

Tampoco contribuye el hecho de que al día siguiente de las elecciones norteamericanas se haya efectivizado el abandono del Acuerdo de París por parte de EE. UU., una promesa cumplida por el negacionista Trump. “Nos salimos porque tendríamos que gastar billones y nos trataban en forma muy injusta. Cuando ellos [los demócratas] nos pusieron ahí nos hicieron un gran perjuicio: iban a quitarnos nuestros negocios. No voy a sacrificar decenas de millones de empleos y miles y miles de compañías a causa del Acuerdo de París”, había declarado. Aunque Joe Biden prometió regresar al acuerdo, los demócratas tampoco son una opción viable para hacerle frente a esta crisis ecológica y climática.

En los últimos días se informó una reducción del 7 % en las emisiones globales de CO2 de origen fósil a causa de la menor circulación de transporte por efecto de cierres y confinamientos obligados por la pandemia. Sin embargo, esa baja está muy por detrás de la disminución drástica que se necesita para cumplir con el Acuerdo de París, además de que el “efecto rebote” de los intentos de reactivación económica pueden hacer disparar nuevamente las emisiones. En la próxima década se espera que se recorten año a año de 1 a 2 GtCO2.

Como informamos en este medio, la reducción coyuntural de emisiones a causa de las cuarentenas a nivel mundial no representa una caída significativa en la concentración de estas (pasadas y presentes) en la atmósfera.

El Gobierno argentino presentará lo que considera un “compromiso más ambicioso de cara al 2030”, revisando su NDC a través del Gabinete Nacional de Cambio Climático, que integran los mismos funcionarios responsables de planes extractivistas y el impulso a los combustibles fósiles y al fracking a través de Vaca Muerta.

El texto de la segunda NDC se dará a conocer a fines de diciembre, asegura el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible que conduce Juan Cabandié. A más de un año de gestión, el Gobierno del Frente de Todos promete que recién para 2021 trabajará en una “Estrategia a Largo Plazo a 2050 y del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático de acuerdo a lo que establece la Ley n.º 27520”.

El encuentro podrá verse en vivo y on demand.

La conversación en redes estará englobada en el hashtag #ClimateAction.