Cuba está enfrentando exitosamente la pandemia del coronavirus, es uno de los pocos países de América que ha reducido considerablemente los casos. Pese a la precariedad de su economía, al criminal bloqueo norteamericano y las reformas aperturistas encaradas por el gobierno, Cuba está comparativamente en mejores condiciones de afrontar la pandemia global que otros países con economías más fuertes.
Lunes 3 de agosto de 2020 15:03
Mientras el coronavirus está plenamente instalado en el continente americano y los números se disparan, Cuba sin haber hecho cuarentena obligatoria está logrando bajar la cantidad de casos. Al 26 de julio Cuba tenía 2478 contagiados 2345 recuperados y 87 muertos. No hace falta ni comparar con otros países.
La pandemia ha puesto de relieve el antagonismo existente entre la salud y la vida de las y los trabajadores y mayorías populares, por un lado, y el sistema capitalista, por el otro.
El mundo ha enfrentado el coronavirus con sistemas de salud vaciados y deteriorados, víctimas de drásticos recortes como resultado de años de ajuste aplicados por todos los gobiernos, a la par que permiten y alientan la continuidad del lucro de la salud privada. El problema de fondo que ha generado la tragedia mundial con más de 600.000 muertes, es que la los sistemas de salud funcionan bajo la lógica del interés capitalista, de la ganancia, y no de preservar la salud.
En Cuba, con todos los déficits que implica el bloqueo económico imperialista y una economía burocráticamente planificada (es decir, planificada arbitrariamente por las autoridades y no en base al debate de los trabajadores y usuarios de cada rama y sector económico, incluyendo la propia salud), ésta área fundamental, igual que la educación, todavía está por fuera de la lógica de funcionamiento capitalista. Aunque degradadas por el bloqueo y la planificación burocrática, la salud y la educación son conquistas sociales que se mantienen de la revolución de 1959.
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El coronavirus en Cuba
A los 4 días de detectarse el coronavirus en Wuhan China, en Cuba se definió un plan de trabajo en el que participaron varias instituciones y ministerios. Alrededor de un millón de turistas de la Unión Europea visitan la isla por año, lo que elevaba el riesgo de la propagación por casos importados.
El primer caso positivo en Cuba se detectó a mediados de marzo y poco después se endurecieron las medidas. Se cerraron los vuelos de ingreso a turistas y también a cubanos que estuvieran en el extranjero. Se suspendió el transporte interprovincial primero y el rural y urbano después. Se prohibió la realización de eventos multitudinarios y el cierre discotecas piscinas y gimnasios, el uso de mascarillas se hizo obligatorio. El bajo desarrollo de internet en Cuba significó que el teletrabajo haya sido muy reducido y la mayoría de las personas siguió trabajando de forma regular.
Nos repiten que Suecia es uno de los pocos países que no decretó el confinamiento obligatorio pero no escuchamos que en Cuba tampoco se aplicó esta medida. Pero a diferencia de Suecia donde se produjeron miles de muertes evitables en la isla antillana no sucedió lo mismo.
Estas medidas no son tan distintas de las que se aplicaron en otros países. Pero la clave está en las diferencias. ¿Cuáles son las claves que hacen la diferencia del sistema cubano?
1. Cuba cuenta con un sistema universal de salud estatal público, gratuito que, a pesar de importantes deficiencias, es una de las grandes conquistas que quedaron de la revolución cubana.
2. Una cultura basada en la prevención y en la detección temprana, estrategia que permite mantener altos estándares de calidad sin contar con grandes recursos financieros ni materiales. Consiste en adelantarse a las enfermedades ya que así es más fácil y sencillo atenderlas, lo que permite una mejor administración de los recursos. Tanto el personal de salud como la población en general está acostumbrada a las visitas domiciliarias preventivas regulares.
Al contrario de otros países que se encontraron con una situación completamente nueva preguntándose "y ahora qué hacemos?" en buena medida entre los cubanos la respuesta fue "lo de siempre".
En lugar de esperar a los enfermos en los centros de salud, los médicos cubanos salieron a buscarlos a sus hogares. Los casos sospechosos son trasladados a centros de aislamiento mientras se le realizan las pruebas que descarten o confirmen, si resultan positivos por Covid-19 son ingresados en un hospital independientemente de su gravedad.
Si Cuba puede proponerse esta estrategia de ’pesquisa activa’ como se la denomina, es por tener el mayor porcentaje de médicos por habitante del mundo, 84 médicos cada 10000 habitantes.
3. Los laboratorios cubanos desarrollaron un test de detección propio que se usa en combinación con los dos más frecuentes internacionalmente. La mayoría de los medicamentos para tratar a los enfermos también son de fabricación cubana lo que le permite no depender de si otros países quieren o no venderles en tiempos de acaparamiento y especulación. La alta calidad y cantidad de profesionales de la salud para atender la pandemia en el país, le ha permitido a Cuba enviar médicos a otras naciones como Italia (donde fueron ovacionados) Venezuela, Haití y la Argentina entre otras.
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Médicos “for export”
En la última década, las autoridades cubanas, como parte de la mencionada planificación burocrática y en medio del plan de reformas pro mercado iniciado en 2010, recortaron el presupuesto dedicado a la salud pública, cerraron hospitales en zonas rurales y redirigieron a miles de doctores que ofrecían servicios en las comunidades a misiones en el extranjero, a través de un programa que se ha convertido en una de las principales fuente de divisas para Cuba.
Entre el 2008 y el 2018, mientras crecía en un 28 por ciento el número total de médicos hasta llegar a 95,487, el número de enfermeros cayó un 20 por ciento y el de técnicos de la salud un 58. En total, el personal del sistema de salud disminuyó un 22 por ciento, de acuerdo con cifras oficiales publicadas por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información. Cabe aclarar que por la monumental crisis económica venezolana y el cambio abrupto de signo político en Brasil, en los últimos años cayó significativamente la cantidad de profesionales cubanos en el exterior.
A pesar de esa merma de profesionales debido a que una gran parte están trabajando en el exterior, hasta el momento el sistema de salud cubano viene respondiendo positivamente al coronavirus, hace unas semanas que es uno de los pocos países que no tiene nuevos muertos por esta enfermedad.
Se calcula que en el año 2018 ingresaron 6.400 millones de dólares por las campañas que realizan alrededor de 30 mil médicos cubanos en aproximadamente 60 países. Ello sin contar el turismo de salud (es decir, personas de otros países con cierto poder adquisitivo que viajan a Cuba a atenderse por diversas patologías), la industria de medicamentos (Cuba es una potencia en biotecnología aplicada a la salud) y otros.
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De lo que no ha podido zafar Cuba es de la crisis económica que aqueja al mundo, la caída económica de Venezuela y el reforzamiento del bloqueo económico de EEUU. ha significado para la economía de la isla un problema grave, si a eso sumamos el cierre de las fronteras al turismo fuente importante de divisas y la consecuente pérdidas de empleos y servicios, es lógico que veamos este año una fuerte caída de la economía. El otro gran problema de Cuba es el garantizar la provisión de alimentos para toda la población.
¿Cómo es posible que un país pequeño sin grandes ingresos y sin grandes riquezas pueda enfrentar el coronavirus? La revolución cubana, a pesar de la conducción burocrática y la nueva orientación pro mercado, con la nacionalización de sectores estratégicos de su economía, la reforma agraria así como la urbana, se erigió también como una gran obra de medicina social.
Pese a la precariedad de su economía, al criminal bloqueo norteamericano y las reformas aperturistas encaradas por el gobierno, Cuba está comparativamente en mejores condiciones de afrontar la pandemia global que otros países con economías más fuertes.