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Red Internacional
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Educación. Colegio de Profesores: entre el paro nacional del 28A y el secretismo de Aguilar

El llamado a paro nacional para este 28 de agosto es necesario organizarlo para que sea realmente efectivo y signifique una demostración de fuerzas para que la nueva ministra de Educación, Marcela Cubillos, reconozca en los profesores unos de los principales opositores a las políticas de mercado en la educación pública que buscan profundizar el nuevo gobierno.

Sebastián Avilés Profesor. Militante de Partido de Trabajadores Revolucionarios PTR y de la Agrupación de Trabajadores de la Educación "Nuestra Clase"

Jueves 16 de agosto de 2018

En la última asamblea del Colegio de Profesores se votó convocar a un paro nacional para el día del 28 de agosto, el cual se enmarca en las negociaciones que mantiene el magisterio con el Ministerio de Educación. Dicha mesa nace por el petitorio entregado por la organización, que posteriormente fue respuesta de manera negativa por parte del gobierno, no reconociendo la deuda histórica, ignorando la demanda de igual trato a todos los trabajadores de la educación para educadoras diferenciales y de párvulos, y no respondiendo concretamente a las demandas de una escuela democrática, profesional y especializada, a una carrera directiva y la Carrera Profesional Docente.

A raíz de la respuesta del gobierno el magisterio llamó a una consulta nacional para que las bases la aprobaran o rechazaran, esta respuesta fue ampliamente rechazada por los profesores colegiados, lo que empujó a tomar otro pie en las negociaciones con el ministerio, las cuales se han mantenido durante cuatro meses y que en palabras de Mario Aguilar se han constatados avances después del llamado a paro.

El problema ahí es que los avances se han dado a espaldas del conjunto del gremio de profesores, con la excusa de que no significan avances concretos y que estos de ser públicos puede generar falsas expectativas entre el profesorado. El problema recae justamente aquí, por qué a criterio de los dirigentes los avances en las negociaciones no pueden ser de conocimiento del conjunto de los asociados, en qué punto de la negociación podrán saber cómo se lleva cada mesa con el gobierno. Si bien no todas las sesiones deben ser necesariamente sometidas a consulta nacional, es necesario que se constaten cuáles son los avances que tiene el diálogo establecido por el magisterio, pues las asambleas deben conocer la ubicación que toma el gobierno derechista y qué tan factible es mantener mesas sin ningún tipo de presión efectiva.

El llamado a paro nacional para este 28 de agosto es necesario organizarlo para que sea realmente efectivo y signifique una demostración de fuerzas para que la nueva ministra de Educación, Marcela Cubillos, reconozca en los profesores unos de los principales opositores a las políticas de mercado en la educación pública que buscan profundizar el nuevo gobierno. Además el directorio del Colegio de Profesores está compuesto por los principales movimientos políticos del país, es encabezado por el Frente Amplio que tiene la capacidad mediática de poder instalar la discusión a nivel nacional y llamar a organizar en asambleas comunales para garantizar que el paro sea realmente en todo Chile.

También está presente el Partido Comunista, que a la cabeza de la CUT con una profesora como dirigente ha sido tibio en los debates que se han abierto en el últimos periodo, como lo es el Estatuto Laboral Juvenil y el miserable aumento del sueldo mínimo recién aprobado en la Cámara de Diputados, es importante exigirles a ambas coaliciones y a sus dirigentes el máximo tensionamiento frente al paro nacional, para que convoquen, fortalezcan y usen sus tribunas como portavoces de los trabajadores.

En su primera actividad pública la nueva ministra de la cartera dijo: “Para avanzar en los desafíos que tenemos en educación nos necesitamos a todos y con la voluntad de diálogo y participación de todos los actores", estos dichos de buena crianza son solo eso, dichos que buscan contener la movilización de los profesores, aludiendo que de conjunto deben enfrentar los desafíos en materia de educación, pero la derecha en el primer periodo del gobierno de Sebastián Piñera solo instala la lógica de mercado, a través de cierres de universidades, fortaleciendo la represión de los estudiantes secundarios y negándose desde un principio a las demandas de los profesores.