El general Rubén Darío Alzate junto al cabo y la abogada que habían sido secuestrados por las FARC el pasado 16 de noviembre en el caserío Las Mercedes, en el departamento de Chocó, fueron liberados en la mañana del domingo en el noroeste del país.
Isabel Infanta @isabel_infanta
Lunes 1ro de diciembre de 2014 15:42
Fotografía: EFE/Ministerio de Defensa
El general y sus acompañantes fueron recibidos por una misión humanitaria del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), junto a delegados de los dos países garantes del “proceso de paz” de La Habana, Cuba y Noruega.
En el día de hoy estarán viajando a Cuba los negociadores del gobierno colombiano para retomar contactos en una reunión en la que parte de las delegaciones negociadoras junto a delegados de los países garantes realizarán una evaluación de los hechos relacionados al secuestro.
Las negociaciones habían sido suspendidas por el presidente Santos ni bien se dieron a conocer los hechos, y su reanudación estaba supeditada a la liberación del general.
Las circunstancias en las que ocurrió el secuestro continúan siendo confusas, ya que el general se encontraba en una zona considerada “roja”, es decir, con importante presencia de las FARC y el ELN, sin escolta y vestido de civil, rompiendo el protocolo de seguridad establecido por el ejército para estos casos. Por ese motivo, se esperan declaraciones aclaratorias por parte del general.
A pesar de los interrogantes abiertos y distintas visiones con respecto a la nueva relación de fuerzas que quedó establecida entre las partes tras los hechos, la mayoría de los análisis realizados luego de la liberación tienden a resaltar la eficacia de los procedimientos puestos en juego en la crisis, como la actuación de los países garantes, así como el consenso entre el gobierno, las FARC y los distintos actores del régimen colombiano en la continuidad de los diálogos.
En un comunicado, la Presidencia indicó que “Es evidente que esa decisión contribuye a recuperar el clima propicio para continuar los diálogos, demuestra la madurez del proceso y nos permite unir nuestra voz a las de millones de colombianos que expresan su solidaridad con los liberados”, en referencia a la decisión de las FARC de liberar a lo que consideran el prisionero de guerra de mayor rango que hayan tenido en su poder.
Por su parte, Iván Márquez, vocero de las FARC desde La Habana, resaltó que “Es hora del cese bilateral del fuego, del armisticio, para que ningún suceso bélico en los campos de combate sirva para justificar la interrupción de una tarea tan hermosa y tan histórica, como es la de acordar la paz para una nación que anhela ese destino”.
Según analiza el site Semana, los principales actores políticos del régimen colombiano coinciden en la necesidad de la reanudación de las negociaciones, resaltando la ausencia de voces en contra. “Ni siquiera en los máximos opositores, como son los miembros del Centro Democrático. Con Álvaro Uribe a la cabeza, fueron constantes en pedir su revisión, en poner condiciones, en no dar su brazo a torcer para reclamarle a la guerrilla, pero nunca en ponerle fin.”
A pesar de las contradicciones, el proceso de paz que se negocia en La Habana pareciera salir oxigenado, no solamente debido al relativo consenso sobre la necesidad de su continuidad, sino también porque mostró algunos elementos que apuntan a despejar ciertas dudas que lo sobrevuelan, como por ejemplo la voluntad negociadora de las FARC y el nivel de disciplinamiento de sus combatientes con respecto a las autoridades al frente de las negociaciones.
Si por su lado el uribismo exige al gobierno el endurecimiento de las condiciones de negociación, tanto después de la liberación de dos soldados realizada la semana pasada como tras la liberación de este domingo, los voceros de las FARC insisten en la necesidad de un cese al fuego bilateral que evite nuevas crisis de este tipo. El gobierno por ahora busca mantener el equilibrio de “negociar como si no hubiera guerra y combatir como si no hubiera negociación”, que es uno de los fundamentos del actual proceso de negociaciones.