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Red Internacional
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COLOMBIA DESPERTÓ. Colombia vive su tercera jornada de paro y movilización contra el Gobierno de Duque

Centrales obreras, estudiantes universitarios e indígenas de varios departamentos de Colombia iniciaron este miércoles la tercera jornada de "paro nacional" contra el Gobierno del presidente Iván Duque para rechazar sus políticas económicas y sociales.

Miércoles 4 de diciembre de 2019 17:30

Tercer paro nacional en Colombia - YouTube

Desde las primeras horas de la mañana de este miércoles, decenas de manifestantes se reunieron en varios puntos de la capital colombiana con banderas y pancartas para continuar las protestas que se iniciaron el pasado 21 de noviembre. Por la tarde ya eran varios miles los que se concentraban en Bogotá y las principales ciudades.

"Las pensiones son un derecho fundamental, no un negocio. No más régimen de desAhorro individual, ni sus suciedades. No más estafas", se leía en unos de los carteles que los manifestantes llevaron en el recorrido.

Desde ese día, miles de colombianos de las principales ciudades del país han salido a las calles para manifestar su rechazo al Gobierno y sus políticas de ajuste. Las manifestaciones fueron reprimidas, dejando cientos de heridos y cobrándose la vida del joven Dilan Cruz en Bogotá, que se convirtió en un símbolo de los manifestantes.

Una nueva jornada de lucha

Con mensajes como "Colombia despertó", "Colombia resiste" y banderas wiphalas, indígenas provenientes de los departamentos del Cauca, Huila, Nariño y Risaralda iniciaron desde la Universidad Nacional una movilización hacia la céntrica Plaza de Bolívar.

La Guardia Indígena encabezó la protesta sujetando la "chonta", un bastón de mando que les confiere su liderazgo, después de llegar a Bogotá luego de horas de viaje desde sus lugares de origen.

"Hoy se moviliza la dignidad del pueblo colombiano, hoy se movilizan los pueblos indígenas de Colombia en defensa de la vida, La Paz, los territorios y en contra del ’paquetazo’ de Duque", afirmó en su cuenta de Twitter el Consejero Mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Luis Kankui.

A la manifestación se sumaron estudiantes de esa universidad pública que reclaman mayor inversión para el sector. También quienes apoyan la exigencia de las comunidades indígenas para que no sigan siendo asesinados, ya que se han convertido en objetivo de grupos paramilitares armados en la convulsionada región del Cauca (suroeste).

De igual forma, en la popular localidad de Suba manifestantes se reunieron para marchar hasta el centro de la ciudad, escenario que se repitió en el Parque Nacional, donde las centrales obreras iniciaron la movilización acompañados.

Los sindicatos entre el diálogo y la calle

Los sindicatos agrupados en las centrales obreras han venido teniendo una posición ambigua entre sentarse a la mesa de diálogo con un Gobierno que no tiene nada que ofrecer y la presión de las calles que los obliga a tener que convocar a acciones.

Es por esto que tras el fracaso de una nueva mesa con el Gobierno de Duque las centrales sindicales ratificaron la realización de esta tercera jornada de paro nacional en dos semanas.

El Comité Nacional de Paro exige al Gobierno iniciar un diálogo “directo, democrático y eficaz”, pero hasta ahora el presidente Iván Duque ha insistido en que ese contacto debería darse como parte de la “Conversación Nacional” que él convocó con distintos sectores políticos, económicos y sociales del país para discutir diversos temas.

Las manifestaciones son convocadas por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación General del Trabajo (CGT), la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) y la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), a los que se han ido sumando otros sectores.

Si bien públicamente las direcciones sindicales hacen críticas a Duque por sus política sociales y económicas, su ubicación viene siendo la de contener la situación ante el malestar de la calle tratando de evitar que Colombia vaya hacia un escenario parecido al chileno. De hecho la convocatoria a este tipo de paros, llamados de un día para el otro, sin preparación ni continuidad hacen que las jornadas terminen siendo ante todo de movilización de movimientos sociales, estudiantiles e indígenas, más que verdaderas huelgas que paralicen el país y pongan en jaque a Duque.

Aún así, el pulso de la calle se mantiene y es lo que obliga a la burocracia de los sindicatos a no poder darle la espalda y tener que hacer malabares entre las manifestaciones y la mesa de diálogo con el Gobierno.

Según datos del propio gobierno para esta nueva jornada de paro se han convocado en todo el país 134 concentraciones y 184 marchas, algunas de ellas con bloqueos de las calles principales.