Este lunes 25 5,3 millones de kurdos podrán votar en un referéndum llamado por el gobierno de la región kurda en Irak. La consulta está más cerca de ser una maniobra que una tentativa a satisfacer el derecho a la autodeterminación del pueblo kurdo. El rechazo de las potencias imperialistas y el cierre de fronteras desde Turquía e Irán con el petróleo como telón de fondo.
Lunes 25 de septiembre de 2017 10:23
La región autónoma del Kurdistán iraquí comenzó a votar a favor o en contra de la independencia en un referéndum marcado por la tensión entre Bagdad y Erbil, la capital kurda.
Al menos 5,3 millones de kurdos están llamados para a las urnas en las cuatro provincias de la región kurda: Dohuk, Erbil, Suleimaniya y Halabja, así como en los territorios disputados entre los dos gobiernos en las provincias de Kirkuk, Diyala y Nínive. Además, 1,9 millones de kurdos podrán emitir su voto en estos territorios, cuya soberanía es reclamada tanto por los kurdos, que los controlan de facto, como por Bagdad, quien los administraba antes de la irrupción en 2014 del Estado Islámico.
La recuperación de Mossul y la derrota del Estado Islámico en Irak abrieron la posibilidad de nuevos conflictos en la región. El referéndum de Kurdistán es una primera expresión de eso.
Los resultados se darán a conocer en un plazo de 24 a 48 horas tras el cierre de las urnas y el recuento de las boletas en las que responderán "Sí" o "No" a la pregunta, traducida en kurdo, árabe, turcomano y asirio: "¿Quiere que la región del Kurdistán y las zonas kurdas fuera de la administración de la región se conviertan en un estado independiente?".
Los kurdos ya comenzaron a votar por medios electrónicos el pasado 23 de septiembre y el plazo se prolonga hasta este lunes. Según la comisión electoral, unos 150.000 kurdos emitirán su decisión desde el extranjero. Además, según la comisión, al menos 136 equipos de observadores internacionales están registrados para el referendo.
Este plebiscito se produce en un momento de gran tensión entre Bagdad y Erbil, en medio de exigencias por parte del Gobierno central al Kurdistán para entregar el control de sus pasos fronterizos, entre ellos los aeropuertos, entre otras medidas, dijo anoche el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, quien ya había expresado que el referéndum era contrario a la Constitución.
Esta declaración se produjo después de que el presidente kurdo, Masud Barzani, dijese ayer en una rueda de prensa en Saladino, al norte de Erbil, que estaban dispuestos a negociar con Bagdad tras el referendo, pero que no volverían al "acuerdo fallido", en alusión a la Constitución de 2005 que reconoce al Kurdistán como autonomía e Irak como Estado federal.
Además, las potencias occidentales, como Estados Unidos y el Reino Unido ya han rechazado frontalmente esta consulta y pedido su anulación. Norteamérica propuso como salida, además de la suspensión de la consulta, entablar negociaciones durante dos años con Bagdad y los kurdos, bajo la tutela imperialista.
El único gobierno que se pronunció a favor del referéndum kurdo fue Israel, que espera que la consulta debilite a sus rivales en la región, especialmente Iràn.
Por su parte, Irán cerró este domingo el espacio aéreo con el Kurdistán. También Turquía, que aseguró que este referendo es una "amenaza nacional" para la región, e impondrá sanciones al Kurdistán iraquí, en coordinación con Bagdad, según afirmó el primer ministro turco, Binali Yildirim. "Para nosotros, la única autoridad legítima es Bagdad. El espacio aéreo y los pasos fronterizos dependen del Gobierno central; eso incluye los oleoductos", dijo Yildirim en una entrevista en la cadena turca NTV. Minutos más tarde, el propio presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió que podría bloquear las exportaciones de petróleo del Kurdistán iraquí como represalia al referéndum. "Tenemos la válvula. Si la cerramos, este asunto se acaba", dijo Erdogan durante un discurso, en relación al oleoducto por el que el Kurdistán exporta su petróleo hacia Europa. Además, tanto Turquía como Irán, cerraron sus fronteras terrestres con la Kurdistán iraquí.
La cuestión de la creación de un Estado kurdo es una reivindicación histórica del pueblo kurdo en la región. Pero el referéndum del presidente de la región autónoma, massoud Barzani, está más cerca de ser una maniobra que una tentativa a satisfacer el derecho a la autodeterminación del pueblo kurdo. El gobierno es un aliado firme del imperialismo norteamericano, pero también del régimen bonapartista de Erdogan, conocido por sus masacres y represión contra los kurdos en Turquía. En este sentido, el objetivo de Barzani es mejorar la relación de fuerzas con el gobierno central, y controlar la exportación de petróleo y gas.
Sin embargo, una victoria masiva del Si podría abrir un proceso de lucha por la autodeterminación del pueblo kurdo en otros países de la regiòn, fuera del control del gobierno.