El problema del abasto de agua llega a un nivel crítico: 4,5 millones de habitantes de trece delegaciones del Distrito Federal sufrirán recortes totales o parciales de agua a partir de hoy y por más de 5 días consecutivos.
Jueves 28 de enero de 2016
¿A quién afectará el recorte?
La ciudad de México es una de las diez aglomeraciones urbanas más grandes del mundo. Tiene una densidad de 5 mil 800 habitantes por kilómetro cuadrado. El recorte de agua afectará a más de 4.5 millones de personas, es decir, a más de la mitad de los citadinos.
Las 410 colonias afectadas se encuentran en las delegaciones Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Benito Juárez, Coyoacán, Cuajimalpa, Cuauhtémoc, Iztacalco, Iztapalapa, Magdadalena Contreras, Miguel Hidalgo, Tláhuac, Tlalpan y Venustiano Carranza. También se habla de recortes en 13 municipios del Estado de México: Toluca, Lerma, Huixquilucan, Naucalpan, Tlalnepantla, Nicolás Romero, Atizapán, Cuautitlán, Tultitlán, Coacalco, Tecámac, Ecatepec y Nezahualcóyotl.
En más de un tercio de estas colonias se restablecerá el suministro de agua hasta el 4 de febrero, es decir, toda una semana vivirán sin agua en sus hogares, pero el caso de las 43 colonias afectadas de Iztapalapa será aún más drástico. Para ellos, el sistema se restablecerá hasta el 6 de febrero, es decir, la suspensión total (26 colonias) o parcial durará 10 días.
Esta cuestión no es menor pues Iztapalapa es la delegación más poblada y pobre: 727 mil habitantes tienen un ingreso per cápita menor a 2 mil 180 pesos, según cifras de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), y son estas familias pobres las que más han sufrido los constantes cortes de agua que desde años anteriores se aplican en toda época, y que para poder vivir tienen que comprarle el agua a pipas.
Mancera: “el gobierno estará pendiente, donde se requiera atención estaremos”
Aunque funcionarios del gobierno capitalino dicen estar preparados para atender la demanda ciudadana y controlar la situación, lo cierto es que esto es totalmente falso: serán solo 450 pipas las distribuidas por toda la ciudad. Esto significa que cada pipa tendrá que abastecer a más de 10 mil personas por casi una semana.
Así pues, no puede descartarse que se haga notar el descontento social; para poder controlarlo, el gobierno de Mancera distribuirá elementos de la Secretaría de Seguridad Pública en todas las zonas. El argumento de las autoridades es que la policía apoyará en la distribución del agua que harán las pipas.
El corte total al agua es una acción que el gobierno postergaba. Ahora se ven obligados -por no haber implementado una política de planeación a largo plazo- a imponer sobre la población esta política. Pero ésta no será la única ocasión en que se lleve adelante esta medida. Se pronostican próximos recortes totales en los siguientes meses.
El problema del agua es algo que los científicos advertían desde hace años. Y es que el sistema Cutzamala que cuenta con 7 presas, 6 plantas de bombeo, 2 plantas potabilizadoras, se abastece principalmente del Cutzamala y el río Lerma, lleva más de 8 décadas funcionando y no es capaz de abastecer a toda la creciente población.
Por eso, la salida del gobierno de Mancera no sólo es ineficiente sino que descarga esta situación sobre las mayorías de la Ciudad de México. Solo afectará al consumo de los habitantes que representa apenas el 15% del consumo total del agua. La agricultura consume el 40% y la industria el 45%.
La más afectada, como siempre, es la clase trabajadora y sus familias que ahora tienen que lidiar con el problema del abasto del agua, sumado a los ataques al resto de sus derechos laborales, de salud y vivienda.
A las industrias no se les toca ni cuestiona el uso desmedido del agua ni el control de sus residuos. Al contrario, instituciones como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, oculta información sobre la contaminación en ríos que hacen las industrias.
El problema del abasto de agua no sólo es local
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, 40% de los seres humanos del mundo sufren escasez de agua y se augura que en diez años afectará al 66% de la población mundial.
El hecho de que los más afectados sean los sectores más oprimidos y pobres tampoco es local. Así como los recortes en el Distrito Federal serán resentidos en mayor proporción por los sectores sociales más pobres, a nivel mundial, los más afectados son los pobladores de África y Asia Occidental.
Además, el agua es un sistema global que está conectado a través del subsuelo y cada vez sufre más amenazas de contaminación. La causa es la lógica de producción en las industrias (principalmente la agrícola, ganadera, petrolera y minera) a manos de los capitalistas más ricos del mundo; son ellos los que usurpan los recursos naturales limitados del planeta con el mero objetivo de acrecentar sus ganancias.
A nivel nacional, aunque el problema del abasto del agua y el próximo colapso del sistema Cutzamala lleva años siendo pronosticado y alertado por científicos y organizaciones, las políticas gubernamentales no apuntan a implementar medidas para revertir la problemática. Al contrario, desde hace años se promueven políticas que tienden a la privatización del agua, convirtiéndola en una mercancía accesible principalmente al sector privado.
De hecho, comisiones de la Cámara de Diputados en marzo del 2015 aprobaron la ley General de Aguas que limitaba el acceso mínimo diario al agua y atentaba directamente contra la salud de millones de personas. Esta ley que complementaba a la perfección la reforma energética de Peña Nieto fue detenida por la protesta social y los cuestionamientos hacia las instituciones, pero está latente que el tema sea retomado en el Congreso.
En retrospectiva, el problema del agua exige una solución internacional que no vendrá de los gobiernos que, al fungir como administradores de los recursos naturales, a través de sus instituciones conceden a las corporaciones los derechos para explotarlos.
Por eso, la solución a este gran problema al que se enfrenta la humanidad, tendrá que venir de las clases oprimidas, que en un gran movimiento de trabajadores, mujeres, jóvenes y campesinos, se articule con las luchas que ya se vienen dando contra las políticas privatizadoras del gobierno mexicano, contra la aplicación de las reformas estructurales y la precarización laboral que encabezan trabajadores de distintos sectores.