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Red Internacional
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Reforma Laboral. Comienza revisión de contratos colectivos, destaca el de Pemex

Como parte de la reforma laboral, el día de ayer entró en vigor el protocolo de revisión de contratos colectivos. Destaca la revisión contractual de los petroleros mexicanos.

Viernes 2 de agosto de 2019

Luisa María Alcalde, titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social anunció con bombo y platillo la entrada en vigor del protocolo de revisión de contratos colectivos.

El protocolo parece simple: los sindicatos tienen desde el inicio del protocolo hasta un límite de 4 años para someter a revisión su Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) frente al Centro laboral de Conciliación y Registro Laboral, de reciente creación.

Los trabajadores por su parte votarán en urnas si están o no de acuerdo con este CCT y por ende con el sindicato que tiene la titularidad, el protocolo estipula que previo a la votación los trabajadores obtendrán una copia de su CCT para valorarlo.

Si la votación resulta en una negativa el CCT será desconocido por las autoridades, dando paso a contratos individuales hasta que un sindicato con la suficiente representatividad pueda registrarse frente a las autoridades para posteriormente solicitarle al empleador la firma del contrato colectivo.

Un vacío verdaderamente preocupante en el que los trabajadores quedan entre la espada y la pared, o te quedas con un CCT con tu sindicato charro o aceptas contrataciones individuales, hasta que por arte de magia la democracia impere en tu centro de trabajo, se construya un sindicato democrático y pelee la titularidad del contrato colectivo en la cual ya no puedes empezar tan fácilmente a huelga ya que la propia reforma laboral coarta ese derecho.

Las autoridades de la STPS aseguran que garantizarán procesos transparentes y democráticos con personal de la dependencia, pero la tarea es titánica, son 700mil contratos colectivos que se piensan revisar en 4 años, parece poco probable que las votaciones puedan ser vigiladas por un ente imparcial, tomando en cuenta la histórica tendencia de estas instituciones a más que respaldar a los charros, se respalda al patrón.

Destaca el caso Pemex

El día de ayer se firmó el Contrato Colectivo de Trabajo para el periodo 2019-2020. En el marco del anuncio de las autoridades de la STPS y el silencio de los charros del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, encabezados por Romero Deschamps, los petroleros están en la incertidumbre.

La oposición denuncia que pese a que el CCT ya se firmó la dirigencia sindical no ha circulado que documentos se firmaron y si hay o no modificaciones adversas para los trabajadores, sin embargo Arnoldo Morales, integrante del Movimiento Nacional de Transformación Petrolera se muestra confiado en que se respetaran los derechos de los trabajadores y se quitarán cláusulas que favorecen a la burocracia.

La reforma laboral sigue siendo ambigua respecto a qué pasará con los contratos colectivos que no sean respaldados por la base trabajadora como repudio a su dirección sindical, deja ver que el único camino que propone es una terrible regresión para los derechos laborales al avalar contratos individuales en cada centro de trabajo, una cuestión que favorece completamente a la patronal.

En el caso de Pemex, la oposición más fuerte aglutinada en el nuevo sindicato Petromex, afín a Morena, ratifica que la ruta a seguir es el fortalecimiento del nuevo sindicato hasta poder pelear por la titularidad del contrato colectivo, pero nada dice sobre la reforma energética, los miles de despidos y qué posición tomara sobre los trabajadores precarios o contratados por empresas privadas y erróneamente deposita confianza en que las autoridades petroleras que por décadas se han encargado de hundir a Pemex, preservaran un CCT favorable a los trabajadores.

Los trabajadores de base tenemos que confiar en nuestras propias fuerzas para recuperar de las manos de los charros nuestros sindicatos, única manera de garantizar democracia sindical y sobre esta base, plantear la defensa de un CCT que represente los intereses de la base trabajadora y para eso es clave que nuestras organizaciones sindicales mantengan una clara independencia respecto al Estado.