Mañana comienzan los alegatos en el juicio por la “Masacre de la Comisaría Primera” de Quilmes en la que murieron cuatro adolescentes el 20 de octubre de 2004. Familiares y amigos junto a organizaciones y organismos de derechos humanos marchamos a las 8.30 h desde la Estación de Quilmes a los Tribunales.

Carla Lacorte Integrante del CeProDH | Dirigente del PTS
Martes 29 de septiembre de 2015
El juicio comenzó el lunes 10 de agosto y está a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de Quilmes, integrado por los jueces Alicia Anache, Armando Topalián y Alejandro Portunato. Por la Masacre están imputados diez policías que llegan al juicio en libertad e incluso cumpliendo funciones en el caso de tres de ellos. Los jueces son los que absolvieron en primera instancia a José Salmo, el policía que me disparó y dejó en una silla de ruedas. Idéntico proceder tuvieron con la mayoría de los policías de la comisaría primera de Florencio Varela que torturaron hasta la muerte a Andrea Viera.
Durante el juicio pudieron escucharse numerosos testimonios de la barbarie ocurrida esa tarde, varios de ellos de jóvenes que estaban detenidos en ese momento y pudieron sobrevivir, como la de un muchacho que quedó sordo por los golpes que recibió en su cabeza y contó como apilaban los cuerpos quemados de los chicos cuando todavía estaban vivos.
También los familiares tuvieron que escuchar las descaradas e indignantes palabras del entonces Comisario de la Primera Juan Pedro Soria que se autoconsideró “un héroe” argumentando que había intentado salvar a los chicos de cuya muerte es responsable.
Ese 20 de octubre había 17 menores alojados en la Comisaría Primera de Quilmes. Por la tarde fueron violentamente requisados, sufrieron una brutal golpiza y les tiraron al piso mojado su ropa y alimentos. Los policías amenazaron con regresar a la noche. Frente al peligro de volver a ser sometidos a tratos violentos, los chicos pusieron colchones en las puertas de las celdas y los prendieron fuego.
Quince minutos tardaron los policías en abrir los calabozos y media hora en llamar a los bomberos. A pesar de las quemaduras gravísimas y fuertes cuadros de asfixia, los policías les seguían pegando y caminaban por encima de los cuerpos de los quemados, durante el supuesto “rescate”. Recién dos horas después, llegaban con heridas insalvables al hospital.
Así asesinaron a Diego Maldonado, de 16 años, Miguel Aranda y Manuel Figueroa de 17 y Elías Jiménez de 15. Diego estaba esperando una vacante en una clínica de rehabilitación para adicciones. Miguel era papá de un niño de dos años al que no pudo ver crecer. A Manuel iban a trasladarlo a una comunidad terapéutica. Y Elías iba a recuperar su libertad al día siguiente, pero un error burocrático demoró su salida.
Los familiares y las organizaciones que los acompañamos reclamamos cárcel efectiva para los diez policías imputados y la investigación de otros tres uniformados que participaron en los hechos y cuya responsabilidad fue ventilada en el juicio.
El miércoles tenemos una cita de honor todos los que enfrentamos la mano dura que se ensaña particularmente contra la juventud a través de las torturas en las comisarías y el gatillo fácil.

Carla Lacorte
Carla Lacorte nació el 4 de enero de 1971 en la Ciudad de Buenos Aires. Su padre Miguel Angel murió fusilado en el Estadio Nacional de Chile en septiembre de 1973 tras ser detenido mientras resistía el golpe de Pinochet en el Cordón Industrial de Vicuña Mackenna. Junto a su madre, que escapaba de la represión del Proceso, se radicó en Quilmes. A la salida de la dictadura tuvo una activa participación en el centro de estudiantes del Colegio Nacional de esa ciudad. Integra el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos y milita en el PTS desde el año 2000. Estudiaba Ciencias (…)