Los hechos ocurrieron el 29 de agosto pero se conocieron recientemente. Más de 30 efectivos encapuchados ingresaron a las celdas, golpeando y amenazando a los detenidos, que fueron obligados a estar denudos varias horas en un patio. Torturas contra los sectores más vulnerables que son silenciadas por el gobierno de Kicillof y Berni.
Valeria Jasper @ValeriaMachluk
Lunes 25 de septiembre de 2023 13:59
El pasado 29 de agosto se desató una brutal represión dentro de las instalaciones de la Comisaría 3° de Pergamino, localidad ubicada en el norte de la provincia de Buenos Aires. Entre 30 y 40 efectivos del Grupo de Apoyo Departamental (GAD), la Policía Motorizada, la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) y de la propia dependencia, ingresaron a los calabozos para “mitigar” una pelea entre las personas detenidas, según la versión de la propia fuerza.
Según los testimonios que realizaron las víctimas y sus familiares ante la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) - en su carácter de Mecanismo Local de Prevención contra la Tortura- los policías ingresaron a las celdas, encapuchados y con escopetas, destrozando y robando pertenencias, golpeando y llegando a amenazar a los detenidos con abusar sexualmente de ellos. Denunciaron que, al menos tres personas, recibieron torturas con picana eléctrica.
Sin dejar de torturarlos, fueron llevados al patio de la dependencia policial, obligados a desnudarse y tirarse al piso con las manos en la nuca durante varias horas. Al regresar a las celdas fueron pateados en los tobillos, costillas, pies y sufrieron pisotones con las botas sobre sus espaldas. Los dejaron sin colchones ni frazadas, les cortaron el agua, la luz y no les suministraron alimentos.
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Cualquier semejanza con los testimonios brindados por sobrevivientes en los juicios de lesa humanidad no es pura casualidad. Estos hechos exponen una vez más la perpetuación de la práctica genocida que implica la desaparición forzada de personas, la represión y el gatillo fácil a manos del aparato represivo del Estado, suman más de cinco mil casos desde 1983.
La ciudad de Pergamino cuenta en su haber con una de las masacres más brutales registradas en los últimos años. El 2 de marzo de 2017 siete jóvenes detenidos en la comisaría 1ra. (Sergio Filiberto, Federico Perrotta, Alan Córdoba, Franco Pizzarro, John Mario Carlos, Juan Carlos Cabrera y Fernando Emanuel Latorre) murieron encerrados en las celdas en medio de un incendio. Seis policías bonaerenses, entre ellos un ex comisario, fueron condenados a penas de entre 6 y 15 años de prisión por la Masacre de Pergamino, por abandono de persona.
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Durante el año 2022 varios vecinos de la localidad bonaerense denunciaron operativos policiales violentos. Estos hechos no fueron aislados, jóvenes denunciaron ante la CPM que ya venían sufriendo hostigamientos: detenciones reiteradas, cacheos, agresiones verbales y amenazas.
Es de esperar entonces que, así como lo hicieron en su momento Daniel Scioli y María Eugenia Vidal, el gobernador Axel Kicillof y su ladero Sergio Berni no se sientan demasiado interpelados ante el accionar criminal de la maldita policía. Mucho menos en un contexto que, en el marco de la crisis social y económica, exceptuando al Frente de Izquierda, todas las fuerzas que se presentan para las elecciones, parecen están decididas a meter más palos, cárceles y encierro para que el ajuste contra la población siga su curso.
