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Red Internacional
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SEGURIDAD LABORAL. Comisión de control de seguridad e higiene: la experiencia del Astillero ASTARSA en Argentina

El 30 de mayo de 1973, los astilleros deciden tomarse el lugar de trabajo con los directivos de la empresa como rehenes. El fin de la toma tenía como objetivo despedir al cuerpo de higiene y seguridad de la empresa, y conquistar uno propio como la Comisión de Control Obrero de Higiene y Seguridad.

Martín López

Martín López Trabajador del Litio

Jueves 6 de octubre de 2016

Una importante experiencia a rescatar

La experiencia de los trabajadores de Astilleros Argentinos Río de Plata S.A. (Astarsa), es parte de la tradición viva del movimiento obrero internacional. Fue parte del auge del sindicalismo clasista, antiburocrático y combativo que surge a partir de la lucha de los trabajadores por la recuperación de los sindicatos y su organización, en defensa de sus intereses ante los ajustes impuestos por el gobierno y los empresarios, que venían a precarizar la calidad de vida.

Los trabajadores del área naval de Astarsa encabezaron uno de los procesos más avanzados de la clase obrera argentina, como respuesta a la responsabilidad de la empresa por la muerte de trabajadores por ocasión laboral. Los astilleros se habían cansado de que por cada barco que se construyera murieran dos o tres trabajadores durante los meses que demorara la fabricación de las naves.

Es así que el 30 de mayo de 1973, los astilleros deciden tomarse el lugar de trabajo con los directivos de la empresa como rehenes. El fin de la toma tenía como objetivo despedir al cuerpo de higiene y seguridad de la empresa, y conquistar uno propio como la Comisión de Control Obrero de Higiene y Seguridad.

Esta política fue la más avanzada porque a niveles de la lucha antiburocrática venía a imponer la democracia de los trabajadores mediante la elección de delegados por área sin derecho a reelección, que cumplieran la tarea de evidenciar mediante la voz de cada trabajador las condiciones adversas de cada lugar dentro del astillero. Fue combativa porque en los hechos la Comisión se conquistaría mediante la toma del astillero para obligar a la empresa a reconocerla como organismo oficial. Y clasista porque comenzar a poner en cuestión las condiciones de seguridad y salud de la empresa, requeriría necesariamente la participación de los trabajadores en la organización de los ritmos productivos.

El Modelo Obrero y la Comisión de Control Obrero de la Higiene y Seguridad

La experiencia de la Comisión que levantaron los astilleros, en los hechos barrió con los métodos empresariales de seguridad. Mientras duró la Comisión obrera, los accidentes habían desaparecido por completo y ni un trabajador murió. Esta forma más efectiva de organizar la seguridad dentro del trabajo, no nació de la nada, sino que se basó en la práctica del Modelo Obrero surgido en Italia, con la entrada de la clase obrera italiana en el proceso de lucha del “otoño caliente” durante los años 60’, en el cual los trabajadores salieron a luchar por la mejora de las condiciones de vida y trabajo, bajo la consigna “La salud no se vende”.

A diferencia del método empresarial de la seguridad, basado en la ‘teoría de pérdidas’ que alude a la lesión de las máquinas y las vidas de trabajadores, centrado en los costos económicos para la empresa; el modelo obrero se centró en los factores que determinan el ambiente del trabajo y con ellos sus condiciones.

La relación factor-ambiente, llevó a los trabajadores a poner en cuestión la producción y sus ritmos, como aspecto fundamental determinante de la organización del trabajo. Es decir, un cuestionamiento a la organización empresarial del trabajo, tendiendo puentes a métodos de control desde los propios trabajadores sobre la producción, con el fin de mejorar la calidad de salud y seguridad.