En toda la historia del movimiento obrero y de los movimientos sociales en general, las mujeres siempre han jugado un rol fundamental, sin su actuar, sin sus rebeliones para alzarse contra el rol secundario que ocupan en la sociedad, contra las cientos de violencias, muchas páginas de la historia simplemente no se hubiesen escrito.
Viernes 12 de agosto de 2016
Las mujeres trabajadoras de Chile, al son de sus congéneres del mundo, desde el surgimiento mismo de un movimiento obrero y sindical local han estado entretejiendo una historia de organización y lucha junto a sus compañeros varones, que ha sido interrumpida por los contragolpes de quienes han querido mantener el status quo de una sociedad que beneficia a una minoría a expensas del sufrimiento de millones.
La historia, las nuevas generaciones la vuelven a entretejer pero con distintas perspectivas. De este modo, el ojal de la aguja comienza en la pampa salitrera con Teresa Flores y las huelgas de las cocinas apagadas o los centros anticlericales belén de Sárraga; con la joven obrera Carmela Jeria en Valparaíso y su periódico obrero y feminista “La Alborada”, con otros tantos nombres como Micaela Cáceres, Juana Roldán, Clotilde Ibaceta, entre otras.
Recorriendo el resto de la aguja y el hilo,las trabajadoras siempre han sido capaces de revelarle al mundo con su lucha que son explotadas a la par (o más) en sus lugares de trabajo y a la vez subordinadas por la cuestión sexual o de género. La Dictadura de Pinochet logró barrer con todo, algunas continuidades emergieron, como el Departamento Femenino de la Coordinadora Nacional Sindical o el surgimiento de una Secretaría de la mujer de la CUT (que aún existe), pero con el matiz más anti-dictatorial, ya no fogueadas por la combatividad de las obreras con “olor a pólvora” deprincipios del siglo XX que por su condición doblemente agobiante y la superexplotación a la que eran empujadas y gracias a la labor y convicción intransable de sus dirigentas y dirigentes, luchaban sin pelos en la lengua por la emancipación de la clase obrera, y principalmente de las mujeres trabajadoras.
Los tiempos actuales nuevamente ponen al centro la cuestión de la mujer y sobre todo las mujeres trabajadoras y pobres, como señalábamos en una nota anterior, el diagnóstico de la realidad de las mujeres que cada vez más sostienen a un país a través de sus hogares: jefas de hogar, aquellas mujeres que fuera de los márgenes del matrimonio han debido salir adelante solas con sus hijos a cuestas, es similar, por lo tanto, todos quienes aspiran a dirigir y organizar al movimiento sindical de Chile no pueden obviar sus urgentes demandas y necesidades, menos aun cuando las mujeres componen la mitad de la clase trabajadora.
En el marco de las elecciones CUT, desde La Izquierda Diario, nos interesa mostrar ese hilo de continuidad que se aprecia en la propuesta de la Lista D de Alternativa Obrera: comisiones de mujeres en cada lugar de trabajo; es decir, asociaciones de mujeres trabajadoras que desde sus sindicatos puedan enfrentar sus problemas y resolverlos colectivamente. Para este fin, quisimos ahondar en la experiencia de la Comisión de Mujeres y Diversidad Sexual del Sindicato del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM). Simón Bousquet es el presidente del sindicato y a la vez es parte de la lista D, y es, a través de él, que queremos exponer el espíritu de la lista en torno a la propuesta de conformar comisiones de este tipo a lo largo del país y cada empresa, fábrica, servicio público, etc.
En breves palabras le consultamos a Bousquet qué busca la lista al proponer la autorganización de las mujeres en sus propios sindicatos. El dirigente del GAM responde con lo siguiente:
“Más allá de la experiencia concreta que hemos vivido como sindicato levantando esta comisión, cuyas principales protagonistas han sido las compañeras con quienes incluso marchamos el pasado 8 de marzo, puedo decir que lo que buscamos como lista es promover el avance de las mujeres en las batallas que está dando el movimiento obrero de Chile, ejemplos de combatividad femenina tenemos por montones desde la lucha de los docentes (que debiese decirse por su abrumadora mayoría LAS docentes) hasta la larga lucha de las y los trabajadores públicos de Atacama, ambas luchas protagonizadas por mujeres quienes sufrieron el fuerte espaldarazo de las actuales dirigencias de la CUT encabezada contradictoriamente por Bárbara Figueroa, otra mujer; o derechamente la traición de sus dirigentes, como ocurrió con las docentes quienes vieron trapear a Gajardo con su rechazo a la reforma y su larguísima pelea", asegura.
El dirigente continúa manifestando al respecto:
"somos plenamente conscientes de que las mujeres son doblemente explotadas en este sistema y enormemente violentadas en este Chile de empresarios, corruptos, que mantienen a la mujer relegada gracias al peso de las iglesias en este país, por lo mismo buscamos alternativas para que la mujer avance y pueda exigir lo que le corresponde; pero para nosotros no es sólo una cuestión de derechos puntuales y aislados, como parte rutinaria de nuestro programa, lo que buscamos es que vuelva a resurgir entre las filas de la clase trabajadora la idea de Recabarren y Teresa Flores de que la lucha de los y las trabajadoras es acabar con la explotación y liberar a las mujeres de todas las cadenas que las oprimen, que las compañeras no sólo son “importantes” en las luchas obreras, sino que son sujetas políticas que tienen que luchar doblemente por sus vidas y sus familias, que hay que acabar con la opresión sexual o de género, opresión que camina de la mano con la explotación y los abusos que sufrimos los trabajadores en su conjunto, creo que esa perspectiva más allá de lo puramente laboral es algo que nos diferencia de las otras listas, con algunas de mis compañeras discutimos desde el tema del aborto y hasta hemos intentado organizar cursos de autodefensa femenina en medio del debate sobre el acoso sexual callejero”
Cuando le consultamos acerca del actual departamento de la mujer en la CUT, Simón responde tajante:
“Es un cascarón vacío, nuestra propuesta es activarlo, pero desde la base, es decir desde estas comisiones que luchamos y lucharemos porque se multipliquen a lo largo del país. Según sé, hasta el mandato de María Rosas de la DC en ese departamento no se hablaba del derecho al aborto, por ejemplo, pues decían que no era un tema que a las trabajadoras les interesara; curiosamente años después la declaración de la ministra de saludHelia Molina de que las ricas abortaban en clínicas privadas, activó el carácter de clase de estos temas de género, pues las trabajadoras y las pobres son las que finalmente se arriesgan a ir a la cárcel o morir. Un departamento de la mujer anclado a las bases y activo desde allí, hubiese promovido esta discusión y la educación de cientos de trabajadoras sindicalizadas sobre la importancia de sus cuerpos, sus decisiones, sus deseos y sus vidas, y de cómo son ellas o sus hijas las obligadas a parir para seguir reproduciendo la mano de obra que los empresarios necesitan explotar", enfatiza.
Así, en palabras claras de Bousquet, la experiencia de la conformación de la Comisión de Mujeres y Diversidad Sexual del Sindicato de Trabajadores GAM, calza coherente con el espíritu y los principios que la lista D reivindica. Desde la sección de géneros y sexualidades seguiremos ahondando en esta experiencia, pero para la próxima vez desde las voces de sus protagonistas mujeres.