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Red Internacional
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A 50 AÑOS DEL MOVIMIENTO DEL 68. Comité 68´: a 50 años de la entrada del ejército a CU

El 18 de septiembre de 1968 es ocupado el casco de Ciudad Universitaria por el ejército buscando arrestar a los dirigentes del CNH y propinarle un golpe definitivo al movimiento estudiantil.

Martes 18 de septiembre de 2018

Pronunciamiento 18 de septiembre

Hoy hace 50 años de la entrada de militares con tanques de guerra a Ciudad Universitaria bajo las órdenes del gobierno asesino de Díaz Ordaz y Luis Echeverría como una manera de reprimir un movimiento estudiantil que cada vez tomaba más fuerza. Un movimiento que inició el 23 de julio, que el 27 de agosto inundó las calles con los sectores oprimidos y explotados de la población mexicana, que, ante los ataques del Estado y los medios de información al servicio de este, marchó el 13 de septiembre silenciosamente, demostrando su capacidad organizativa.

La entrada del ejército el 18 de septiembre que violaba la autonomía universitaria como lo había hecho ya en la voca 5 y San Idelfonso, fue un acto represivo que intentaba acabar con un movimiento estudiantil combativo que había logrado organizarse con trabajadores de amplios sectores y campesinos para cuestionar al régimen priista y a sus burocracias dentro de los movimientos.

Nosotras y nosotros sabemos que la lucha no ha acabado, el ejército que en el 68 irrumpió en CU es el que desde el 2006 patrulla nuestras calles con la excusa de una supuesta guerra contra el narcotráfico, guerra que ha traído una ola de violencia con más de 200 mil muertos, 30 mil desaparecidos, 150 periodistas asesinados, un aumento exponencial de feminicidios y millones de desplazados por la violencia. En la UNAM durante 2018 han habido 3 desapariciones de compañeras y 2 de compañeros, de los cuales no tenemos ninguna noticia de aparición con vida.

También han habido 5 feminicidios y 5 homicidios. En todo el tiempo que lleva Graue (nov 2015), se eleva a 12 feminicidios y 19 homicidios. Nuestro registro no es exacto pero ojalá te sirva la información.

Ahora, como en el 68, la razón del ejército es la de la represión encaminada a acrecentar el terror en la sociedad. El ejército opera el despojo, la mitigación de huelgas de trabajadores, la implantación de megaproyectos, desmantelación de las bases materiales para que pueda existir una vida plena y digna y la desintegración de todo tipo de estallidos sociales en el país para velar por los intereses imperialistas de los Estados Unidos y la preservación del status quo que tanto beneficia a la burguesía nacional.

Hoy el rector Enrique Graue pretende apropiarse de la memoria del 68, con gacetas, libretas, videos y una serie de eventos que con un discurso oficialista quieren hacernos creer que las demandas de aquel movimiento ya fueron ganadas, aludiendo a que la actual transición democrática le da salida a las demandas que hoy en día siguen vivas.

Al tiempo que en la universidad es el mismo Graue quien, con la excusa de implementar medidas de seguridad, ha atacado las conquistas del movimiento del 68’, cerrando progresivamente los espacios de organización y recreación de la universidad, enrejando y poniendo torniquetes en el área de los frontones, los bigotes y demás facultades dentro y fuera de CU; con la implementación de cámaras que casualmente no funcionaron durante el feminicidio de nuestra compañera Lesvy, y con la repentina aparición de cuatrimotos patrullando y violentando Ciudad Universitaria con personal no identificable.

Todas estas medidas apuntan a fortalecer una campaña de criminalización a la juventud que se manifiesta en los slogans “No es tu amigo, es un narco” y “Ser universitario es un privilegio”, responsabilizando a los estudiantes y consumidores por la violencia que se vive tanto al interior como al exterior de la universidad y caracterizando a la educación, y a la educación pública, no como un derecho básico sino como un beneficio al que pueden acceder unos pocos. Ante esto nosotros reivindicamos el carácter público y gratuito de la educación y la universidad.

En diferentes países del mundo ha habido grandes movimientos estudiantiles denunciando la privatización de la educación de la cual México no ha estado exento.
Producto de la lucha que iniciaron los compañeros de CCH Azcapotzalco y la respuesta de las autoridades de la UNAM con dos ataques porriles, en las últimas semanas hemos visto revivir la llama de una juventud que ha salido a las calles, ha organizado asambleas masivas en más de 70 escuelas en el país y ha parado sus escuelas para defender la educación pública y gratuita y la democratización de nuestras universidades.

Porque más allá de las conquistas de la huelga de 1999 los intentos de la clase empresarial por avanzar en la elitización de la educación no han frenado. Los planes y programas de estudios están orientados a tecnificar la educación superior y media superior y no al desarrollo científico. Con las concesiones otorgadas a la inversión privada en la investigación y recientemente con las declaraciones de la COPARMEX pidiendo que se instauren cuotas a la educación pública.

Frente a esto es que retomamos las lecciones, la combatividad y el ejemplo de la generación del 68, autonomía e independencia del movimiento, mecanismos democráticos dentro del movimiento estudiantil como fue el CNH, la unión obrero-campesina-estudiantil y la apropiación del espacio público.

El movimiento del 68 luchó para que el pueblo, incluidos los estudiantes, sea realmente sujeto político de la historia , luchó para que el rumbo del país lo decidan las mayorías y no un puñado de personas que se creen dueñas de todo. Esta lucha se ha hecho tradición y continúa hasta nuestros días, enfrentándose a un Estado Criminal que ha centrado todas sus fuerzas para impedir la realización de esta demanda y así la victoria del pueblo mexicano.

También hoy seguimos exigiendo juicio y castigo a los responsables, no perdonamos no olvidamos y no nos reconciliamos.

Porque somos nosotros, el movimiento estudiantil los verdaderos herederos de la generación de 1968. Hacemos un llamado al conjunto de estudiantes, trabajadores, maestros, campesinos, mujeres en todos los rincones del país a inundar las calles y a seguir organizándonos para defender la educación pública y gratuita, poner fin a la militarización del país, echar atrás el conjunto de las reformas estructurales, detener la criminalización de la juventud y la práctica social genocida iniciada en 1968.

Recuperemos los hilos de continuidad de aquellas generaciones del 68 y el 99, luchemos por una educación al servicio de las grandes mayorías. ¡Abajo la reforma educativa y el nuevo modelo educativo! ¡Alto a la privatización de la educación! ¡Fuera Graue, fuera Barajas y fuera Licona! ¡Disolución inmediata de los grupos porriles! ¡Alto a la criminalización de la juventud! ¡Ni un feminicidio más! ¡Fuera militares de nuestras calles!

A 50 años del 68, seamos realistas y hagamos lo imposible.

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