Estamos a días que se conmemore el primer aniversario del estallido social que cambió la historia de Chile por completo, y a este aniversario se suma también el cumplimiento de un año de la conformación del Comité de Emergencia y Resguardo en Antofagasta, un organismo propio de quienes nos movilizamos en el Octubre Rojo del 2019 y que se transformó en un articulador y aliado fundamental para el sostenimiento y desarrollo de la movilización. A un año de su conformación hoy nos da una respuesta y un camino para continuar el camino en la conquista de nuestras demandas.
Viernes 16 de octubre de 2020
Corría octubre del 2019 y la represión a los secundarios y secundarias, junto con un cúmulo de injusticias a todos y todas en Chile hacía sentir subterráneamente algo común, la indignación por un país desigual e indigno que sólo nos arroja a la miseria. La semana previa al 18 de octubre un fenómeno de evasión masiva al transporte público en protesta por el alza del pasaje se comenzó a repetir impulsado por valientes secundarios y secundarias que, enfrentando la represión, saltaban los torniquetes al grito de “evadir, no pagar, otra forma de luchar”.
La represión no se hizo esperar y en todo Chile veíamos con indignación un video viral de una joven secundaria con jumper con sus piernas ensangrentadas producto del uso de perdigones por parte de la policía. Fue la gota que rebalsó el vaso y ese mismo 18 las evasiones comenzaron a transformarse en protestas cada vez más masivas, la Plaza de la Dignidad se copo de gente, con cacerola en mano un ejército desarmado de mujeres y hombres, jóvenes y ancianos, salieron a la calle a respaldar a los jóvenes que en todas las comunas de la gran capital se enfrentaban a una brutal represión.
En Antofagasta la solidaridad no se hizo esperar y el mismo 19 cientos de manifestantes protagonizábamos protestas masivas, en enfrentamientos con la policía y marchas multitudinarias. El país se había paralizado en una explosión de descontento espontáneo que confluyó en las calles con más rabia que organización.
Ante este escenario se hacía urgente una coordinación que permitiera dar golpes certeros, que permitiera hacer confluir y trazar un camino, decidido colectivamente, a esta enorme rabia que nos mantenía en la calle. Es en contexto que el Colegio de Profesores de Antofagasta (CDP) junto al Sindicato de Profesores y Profesionales de la Educación (SIPPE) impulsan en la sede regional del CDP el Comité de Emergencia y Resguardo como un espacio abierto a trabajadores, estudiantes, profesionales, artistas, pobladores, que se transformo en un ejemplo de autoorganización y coordinación entre distintos sectores que salieron a las calles a luchar y que proyectó la importancia de la organización y la coordinación frente al escenario que se suscitaba.
La autoorganización se tomó el CDP y en un par de días la comisión de auxilio operaba con mejor implementación incluso que algunos CESFAM, asistiendo a los heridos de la represión, la comisión de Derechos Humanos se desplegaba jornada tras jornada en las comisarías para resguardar a quienes eran detenidos, la comisión de comunicaciones trabajaba intensamente en generar material para las redes sociales que permitiera desmentir todos los montajes del gobierno, la comisión de enlaces seguía buscando alianzas con todos los sindicatos, organismos, poblaciones que quisieran coordinarse. Asambleas de todo tipo comenzaron a articularse, artistas, psicólogos, trabajadores del comercio y la industria, estudiantes universitarios, secundarios, todos copaban la sede y deliberaban a mano alzada los pasos a seguir con la perspectiva política de “huelga general hasta que caiga Piñera para la conquista de nuestras demandas” , una consigna votada a mano alzada por las cientos de personas que asistían a las asambleas abiertas y resolutivas.
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Rápidamente el Comité de Emergencia y Resguardo se ganó un espacio como aliado de los miles de manifestantes, cientos deliberaban durante las mañanas en el espacio físico y luego en las tardes se resguardaban de la brutal represión de la policía.
La movilización a nivel nacional continuaba avanzando y luego que Piñera nos declarará la guerra y generará un estado de excepción con los militares en la calle la necesidad de enfrentar estos ataques se volvió cada vez más necesaria. Es en este contexto que la Central Unitaria de Trabajadores empujada por la enorme movilización de masas llamó a la primera huelga general de vuelta de la democracia. El 12 de Noviembre sería el día y el Comité de Emergencia y Resguardo se propuso avanzar con todo a organizar las fuerzas disponibles para dar una gran señal al gobierno “estamos dispuestos a luchar”. Bajo esta premisa se avanzó a un gran encuentro de coordinación de los diversos sectores en lucha de Antofagasta, donde decenas de participantes y delegaciones de poblaciones, sindicatos, universidades, colegios, etc ratificaron la necesidad de sacar a Piñera y avanzar con todo al mitico 12 de noviembre.
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La huelga general fue todo un éxito, y en la mañana del 12 de noviembre la ciudad de Antofagasta amaneció paralizada en su totalidad, barricadas y cierres en las poblaciones aseguraron esto. La primera acción fue un punto de prensa justamente en el corazón del Comité de Emergencia y Resguardo, cientos de profesores, funcionarios públicos y portuarios hablaron a la prensa para luego marchar a la Plaza de la Revolución y coparla con más de 25 mil asistentes. Por la tarde las marchas volvieron a llenar las calles céntricas de la ciudad y los enfrentamientos con la represión policial tuvo lugar en cada calle y población. Ese día la policía abandonó la ciudad y la señal fue clara “somos más fuertes, este es el camino”
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Esa enorme demostración de fuerzas logró ser coordinada por la voluntad de los cientos que nos organizamos en el Comité, luego se expandiria esta idea a la toma de la sede Universitaria Área Clínica, a la población Bonilla y a la población miramar. Distintas sedes del Comité comenzaron a levantarse y a coordinar espacios. El 12N sería la antesala del “Acuerdo por la paz y la nueva constitución” que sentó a todos los parlamentarios en un gran acuerdo que le terminó dando la sobrevida que el gobierno de Piñera necesitaba. En esta situación el Comité también organizó acciones para denunciar la cocina.
Comenzó la pandemia y desde este espacio de autoorganización se levantaron ollas comunes y la elaboración para distribución gratuita de alcohol gel y mascarillas.
A meses de desarrollarse el plebiscito el comité de emergencia y resguardo levanta un llamado para seguir profundizando la perspectiva votada desde el primer día, la idea de que una asamblea constituyente libre y soberana es el único camino efectivo para la conquista de las demandas de octubre sigue vigente, y en ese marco se levantó el Comando por la Asamblea Constituyente Libre y Soberana, expandiendo también su influencia a nivel nacional, con personas de diversas partes del país quienes hoy nos preparamos para seguir levantando una tercera alternativa y seguir retomando el camino de las movilizaciones para la imposición de nuestras demandas de cara a un proceso constituyente trucho que solo busca descomprimir el descontento.
El Comité de Emergencia y Resguardo hoy está más vigente que nunca, en la previa al primer aniversario del estallido social poder articularnos coordinadamente nos permite seguir en la senda por la conquista de nuestros derechos, para superar los organismos traidores que pasivamente permitieron la legislación de leyes que hoy tiene a cientos de jóvenes presos por protestar.
No es momento de retroceder, ni empezar de cero desde la espontaneidad, es momento de retomar la coordinación colectiva, la autoorganización que permite deliberar colectivamente y organizar masivamente las acciones, como la del 12 de noviembre, que realmente golpean al gobierno y nos ponen un paso más adelante por cambiarlo todo.
