×
×
Red Internacional
lid bot

Tribuna Abierta. Como Pablo Iglesias fichó al ex Jefe del Estado Mayor

Compartimos esta transcripción que hemos recibido de la conversación entre Pablo Iglesias y el ex Jefe del Estado Mayor de Defensa previa a su fichaje para Podemos.

Antonio Liz

Antonio Liz Historiador, Madrid

Jueves 5 de noviembre de 2015

  •  Ring, ring, riiiiiiiiiiing. Sí, dígame.
  •  Hola, mi general
  •  Caramba, Pablito, qué tal estás.
  •  Aquí, mi general, organizando las listas de Podemos para las próximas generales. Un curro que no me deja dormir pero que me da ciertas alegrías.
  •  Muy bien, hombre, muy bien. Ánimo, que veo que te estás haciendo una persona responsable. Ya le había dicho yo a mis amigos que tenías mucho sentido de Estado.
  •  Pues sí, mi general. Precisamente por eso le llamo, quiero que Vd. venga en nuestra candidatura para las próximas elecciones generales.
  •  Coño, Pablito, ¿y eso?
  •  Es que quiero formar un Ejército Revolucionario sólo con hijos de la clase trabajadora y que Vd. me lo entrene. Quiero que estén a la altura en técnicas defensivas cuando mañana declaremos el Estado de la Nueva Economía. Así daremos una lección al mundo de cómo se pueden hacer las cosas, crear el futuro pero contando con la mejor gente del pasado.
  •  No me jodas, Pablito, ¿hablas en serio?
  •  Pero mi general, cómo se cree esa bola. A ver si va a ser Vd. el único que me toma en serio.
  •  Ah, coño. Un poco más y me asustas. Aún me acuerdo cuando hablabas de la “casta” y yo te tuve que defender entre mis amigo. Que no, que no, que el chico es serio, lo que pasa que cuando uno se mete en política tiene que decir algunas cosas diferentes porque de otra forma no te hacen ni caso. Y que mejor manera de darle caña a los peperos y sociatas afeándole un poquillo su proceder. Tranquilos, es buen chaval, yo respondo por él –les dije.
  •  Gracias mi general, Vd. siempre me comprendió.
  •  Pues claro, hombre. Aún el otro día nos echamos unas risas mis amigos y yo cuando dijiste algo así como que “favoreceré a los pobres sin atacar a los ricos”. La verdad, fue la hostia de ingenioso. Nos dijimos, este chico tiene una inteligencia natural como la copa de un pino.
  •  Sí, mi general. Ya sabe, cuando uno se mete en política tiene que crear slogans que suenen bien aunque no digan nada ya que con la forma es con lo que se queda el personal ya que a quién coño le importa a estas alturas medidas programáticas.
  •  Que razón tienes, Pablito. Por cierto, como se nota que eres profesor de universidad, con que naturalidad utilizas “medidas programáticas”. Bueno, hombre. Dime cuál es la razón de tu llamada, es que me esperan para una partidita de póker, y ya sabes, me gusta ser puntual.
  •  No le entretengo mucho. De verdad que le he llamado para que forme parte de nuestras listas.
  •  Ah, ¿eso no es coña?
  •  No mi general, no. Queremos dar una idea de seriedad. Vamos, que no somos unos anti-sistema. Y qué mejor ejemplo que llevar en nuestras listas al ex jefe del Estado Mayor de nuestro Ejército, el que se ocupa en último extremo de nuestra seguridad, el que no da protección…
  •  Vale, Pablito, que nos conocemos. Pero tú realmente crees que yo te seré útil. No se verá más bien una pasada, mira que yo estoy muy orgulloso de mi papel de militar, como bien sabes.
  •  Precisamente por eso, mi general, porque Vd. representa el nuevo tipo de militar que queremos para el Nuevo Estado. Un hombre con conocimientos militares y con una gran voluntad democrática.
  •  Bueno, hombre, bueno, por mi que no quede. Pero lo has hablado ya con tus amigos, les ha parecido bien la idea.
  •  Ya sabe Vd., mi general, yo decido. Lo único que quiero saber es si Vd. se animaría a apoyar mi programa de cambio. Lo demás yo lo arreglo.
  •  Bueno, hombre, la verdad que me has sorprendido un poco. Pero coño, bien mirado para mi será una nueva experiencia, total hoy mandar civiles no es muy diferente a mandar soldados.
  •  Acepta Vd. pues, mi general
  •  Pues si Pablito, acepto.
  •  Muchísimas gracias, mi general. Le pondré en la candidatura de Zaragoza, por eso de la Patrona de España, hay que arañar votos como sea.
  •  Joder, piensas en todo, no me extraña que estés donde estás. Bueno, pues ya me llamarás para las cuestiones formales.
  •  No se preocupe, mi general, eso corre todo de mi cuenta.
  •  Muy bien, Pablito, ya me irás informando. Joder, estoy pensando que mis amigos se van a quedar de piedra.
  •  Vd. también tiene mucha mano izquierda, mi general.
  •  Sí, Pablito, sí. Bueno, pues un saludo.
  •  Otro para Vd., mi general.

    NOTA DEL AUTOR: esta conversación telefónica me la han pasado mis amigos de WikiLeaks, la reproduzco tal cual.

    NOTA DEL EDITOR: esta conversación es obviamente una ficción. Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.